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4 de septiembre de 2024(Agencias).- El gobierno de Colombia elevó este miércoles un «llamado urgente» para que los transportistas que protestan contra el alza en el precio del diésel habiliten «corredores de abastecimiento», ante alertas de escasez de alimentos en varias ciudades.
Cientos de vehículos de carga bloquean desde el lunes total o parcialmente las vías de acceso a Bogotá y a las principales ciudades de Colombia, en respuesta a un aumento equivalente a 46 centavos de dólar en el galón (3,8 litros) de diésel.
«Hacemos un llamado urgente a todos los actores involucrados (…) para que se garanticen un paso prioritario y sin restricciones a los vehículos que transportan alimentos y productos esenciales», se lee en un comunicado del ministerio de Agricultura.
La cartera propuso crear «corredores de abastecimiento» para «un tránsito seguro y rápido» de alimentos y productos perecederos. También alertó sobre «pérdidas significativas» por los cierres de vías.
Desde el sábado, la administración del izquierdista Gustavo Petro aumentó el precio del combustible que usa la mayoría de los vehículos de carga, en un país donde el transporte fluvial y los ferrocarriles son precarios.
El diésel quedó en unos 2,7 dólares por galón, un precio que sigue siendo uno de los más bajos de la región, solamente por encima de Ecuador y Bolivia, según el gobierno colombiano.
En el poder desde 2022, Petro busca un desmonte gradual de los subsidios que mantenían el precio del combustible congelado desde la pandemia.
Mercados desabastecidos
Los mercados de las principales ciudades de Colombia registraron el martes una caída del 23% en el abastecimiento de alimentos con respecto a la semana anterior, se indicó el miércoles en el boletín diario de precios mayoristas de la autoridad estadística.
En Bogotá (centro), Corabastos -la mayor central de abastos del país- se vio afectada por una variación de -40,3% en la última semana.
Un panorama similar se observa en los mercados de otras ciudades afectadas por los cortes de rutas como Centroabastos en Bucaramanga (noreste), con -28,3%, y Cavasa en Cali (suroeste), con -33%.
«Aunque desabastecimiento es una palabra que causa temor, estamos preocupados de que se pueda presentar, pues la movilidad de los alimentos no está garantizada», alertó Óliver Medina, jefe de control y precios de Cavasa, en entrevista con el diario local El País.
Productores agrícolas y ganaderos de los departamentos de Nariño (sur) y Boyacá (centro) denunciaron el miércoles que han tenido que regalar o botar sus productos ante los impedimentos para trasladarlos.
Aproximadamente el 90% de la mercancía en Colombia se transporta en camiones, según el ministerio de Transporte.
Sin acuerdos
El gabinete de Petro mantiene reuniones por segundo día consecutivo con los gremios para buscar una salida a la crisis, aunque todavía no hay avances.
El martes, la ministra de Transporte María Constanza García aseguró que no se ordenarán nuevos aumentos antes de llegar a un acuerdo. Sin embargo, el alza actual se mantiene.
Pero los transportistas no ceden. «No nos levantamos hasta que se derogue el incremento», aseguró en rueda de prensa Jorge García, presidente de la Confederación Colombiana de Transportadores (CCT).
El presidente Petro, por su lado, acusa a «poderosos» empresarios de estar detrás de las protestas y asegura que los subsidios al combustible son fiscalmente insostenibles.
Bogotá en caos
Varios sectores de Bogotá amanecieron el miércoles con presencia de policías antimotines, tras una jornada de tránsito caótico el día anterior en esta ciudad de 8 millones de habitantes, constató un fotógrafo de la AFP.
El alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, aseguró el miércoles que desde el inicio de las protestas en la capital 18 puntos han sufrido bloqueos.
Dijo además que cerca de 1,6 millones de usuarios del transporte público han sido afectados y que 67 buses de la red fueron vandalizados en los bloqueos.
Muchos residentes de la capital se han visto forzados a caminar o a moverse en bicicleta hasta sus lugares de trabajo.
La Terminal de Transporte de Bogotá comunicó, por su parte, que las empresas de buses que salen de la capital hacia otras ciudades suspendieron la venta de boletos.
Camioneros, autobuseros y conductores de vehículos pesados, taxistas y motoristas volvieron a salir a las calles de las principales ciudades colombianas este miércoles en el tercer día consecutivo de bloqueos en protesta por el incremento en los precios de los combustibles, principalmente el diésel, que comenzó a regir el sábado pasado.
«Estaremos acá hasta que den una solución en el Ministerio (de Transporte)», indicó a EFE Wilson Perdomo, líder de la concentración en el Terminal del Sur de la capital colombiana, quien defendió que no participan en un bloqueo, sino que es una «protesta pacífica».
Aunque los vehículos particulares y las ambulancias y servicios de emergencia tienen paso por algunos puntos de la capital colombiana, hay otros que están completamente bloqueados, especialmente en las entradas y salidas de la ciudad.
Perdomo explicó que el martes hubo una reunión en el Ministerio de Transporte hasta entrada la noche pero que «no hubo acuerdo» y añadió: «Si le van a subir, que sea moderadamente».
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, indicó que la ciudad amaneció con bloqueos en 13 puntos de la ciudad, que a su vez afectaron a más de 241 rutas de transporte público y a cerca de 60.000 usuarios.
Las afectaciones, sin embargo, varían en importancia dependiendo del punto y el tráfico sigue fluido en la mayor parte de la ciudad.
Más allá de Bogotá, el paro también se extiende en los departamentos de Norte de Santander y Santander; la Costa Caribe, el Magdalena Medio, Bogotá y el centro del país.
Respuesta de las autoridades
Este miércoles, Galán reprochó al Gobierno colombiano por «evadir su responsabilidad y tirarnos la pelota a las autoridades locales».
«Bogotá está bloqueada (…) Es urgente que el gobierno tome una decisión clara: o aterriza el diálogo en una solución concreta para levantar los bloqueos en todo el país o da la instrucción nacional de intervenir con la fuerza pública para recuperar la movilidad», añadió.
Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, se refirió también al paro escribiendo en su cuenta de X: «aprovechemos el tiempo del paro para realizar las grandes asambleas de sindicalización».
«El Gobierno apoyará por completo la legalización sindical de los trabajadores del transporte», manifestó en referencia a un mensaje que citó en el que se insinúa que el paro camionero es «parte de la trama para dar un golpe de Estado».
El martes, Petro aseguró que «el país no se dejará bloquear» y apuntó a que el «alza del diésel es justa porque solo se está recuperando el dinero de un subsidio que nunca se debió haber dado y que ya suma una gran fracción de la deuda pública de Colombia».
Los transportistas protestan contra la subida anunciada a finales de diciembre por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, del precio del diésel en 6.000 pesos (unos 1,44 dólares de hoy) entre este año y el próximo, que se hará en tres alzas semestrales de 2.000 pesos (0,48 dólares) cada una.
Con el incremento, el precio del galón del diésel quedó, en promedio, en 11.360 pesos (unos 2,73 dólares de hoy) y, según el Gobierno, si se considerara la inflación desde el 1 de enero de 2020, época en la que se congeló el costo de este combustible, hasta hoy debería tener un valor de alrededor de 13.200 pesos (unos 3,18 dólares de hoy).