![](https://economistacolombia.com/wp-content/uploads/2023/06/appgate.jpg)
Fraude transaccional en Latinoamérica va en aumento: Appgate
29 de junio de 2023![](https://economistacolombia.com/wp-content/uploads/2023/07/tasas-bancolombia.jpg)
Decisión de tasas acorde con lo esperado por los analistas
1 de julio de 2023(Agencias). -La junta directiva del Banco de la República dejó el viernes estable su tasa de interés de referencia en un 13.25%, su primera pausa tras casi un año de alzas, en momentos en que las presiones inflacionarias comienzan a descender y se materializa la desaceleración de la economía.
La decisión de dejar sin cambios el costo referencial del dinero contó con el voto unánime de los siete miembros de la junta del organismo.
En un reciente sondeo de Reuters, todos los 22 analistas consultados anticiparon la decisión del banco emisor.
«Hoy la buena noticia para el país es que la tasa de intervención queda inalterada y que nos quedamos quietos dado que ya tenemos dos meses continuos con reducción de tasa de inflación y esperamos que la tendencia se consolide y que después de cuatro o cinco meses de revisión podamos saber en qué momento sea oportuno bajar», dijo el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien representa al Gobierno en la junta.
«Queremos ser cautos en la toma de decisiones de política sobre tasas de intervención», aseguró.
A su turno, el gerente del Emisor, Leonardo Villar, destacó que las expectativas de inflación de los analistas económicos continuaron disminuyendo, aunque el indicador permanece alejado de la meta.
La autoridad monetaria incrementó de manera consecutiva su tipo referencial en un ciclo que inició en septiembre del 2021, en busca de contener la escalada inflacionaria.
«Con la decisión adoptada en su sesión de hoy, la política monetaria continúa con su objetivo de llevar la inflación hacia su meta de 3.0%», precisó Villar.
La decisión del banco se dio en medio de las expectativas de que la Reserva Federal (FED) estadounidense decrete al menos un par de incrementos adicionales en sus tasas de interés, luego de la pausa que decretó este mes.
Bonilla destacó que la tasa de interés referencial se encuentra por encima de la inflación anual, que al cierre de mayo se situó en un 12,36%, su nivel más bajo desde octubre del año pasado, aunque aún más de cuatro veces por encima de la meta.
La mayoría de los analistas esperan que el banco emisor mantenga la tasa de interés estable por pocos meses para pasar a un ciclo bajista a partir de septiembre u octubre, aprovechando la disminución de la inflación para evitar un enfriamiento de la economía mayor al que se pronostica, de una expansión de alrededor de 1% para este año, frente al 7.3% que logró en el 2022.
Según el sondeo de Reuters, la tasa del Banco Central se ubicaría al cierre de este año en un 11.75%, al finalizar el 2024 en 7% y al término del 2025 alcanzaría un 5%.
Decisión esperada
Según Anif, la decisión se alinea con las expectativas de la mayoría de las entidades encuestadas en la Encuesta ANIF Repo-Central (EARC). La decisión responde, principalmente, a la desaceleración de la inflación con una tendencia decreciente que se ha mantenido durante los últimos dos meses y que la junta espera se consolide en lo que resta del año. Así mismo, se observa que las expectativas de inflación se han seguido moderando, alcanzando 6.4% a 12 meses y 4.0% a 24 meses. No obstante, el hecho de que la expectativa de la inflación siga por encima de la meta de mediano plazo del BanRep (3%), junto con una tasa de desempleo a la baja (según el dato de mayo publicado hoy), podrán evitar relajamientos prematuros de la política monetaria en el corto plazo.
Sumado a eso, otro factor que se tuvo en cuenta en la decisión fue la pérdida de dinamismo en la demanda interna, como lo muestra la contracción del indicador de seguimiento a la economía (ISE) para el mes de abril de 2023 (-0.8% anual). Por último, es importante anotar que la Junta, como lo ha hecho en sus demás reuniones a lo largo del 2023, reafirmó su objetivo de llevar la inflación a su rango meta (2%-4%) a finales del próximo año. Con eso, dio claridad de que las decisiones sucesivas dependerán de los datos disponibles, tanto internos (con un monitoreo del comportamiento de los precios y la dinámica de la demanda) como externos (para el caso la tasa de cambio y la prima de riesgo en el país), así como las decisiones de otros bancos centrales a nivel global.