El Banco Mundial (BM) elevó su proyección de crecimiento para la economía colombiana en 2022 al 5,4%, desde el 4,4% que proyectó en abril pasado. Por su parte, espera que la economía local se ralentice al 3,2% en 2023 y el 3,3% en 2024. A su vez, el organismo dijo que el Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe crecerá 2,5% este año, de acuerdo con un pronóstico del Banco Mundial, un 0,2% más que lo que la multilateral estimó hace dos meses. Para 2023, se espera que el crecimiento se desacelere un 1,9 %, y para 2024 repuntará un 2,4 %.
“La desaceleración regional refleja el endurecimiento de las condiciones financieras, el debilitamiento del crecimiento de la demanda externa, la rápida inflación y la alta incertidumbre política en algunos países”, dice sobre Latinoamérica un comunicado de la entidad. El Banco espera que el PIB per cápita de toda la región aumente solo un 0,6% entre 2019 y 2023.
Factores externos e internos han impulsado la inflación muy por encima de los objetivos de los bancos centrales en muchos países, lo que ha impactado fuertemente a los hogares, explica la organización. Los precios de los alimentos y los combustibles se han hecho rápidamente, por lo que las autoridades monetarias han identificado significativamente las tasas de interés, como un intento de limitar un rápido calentamiento de la economía. Además, a pesar de que los brotes de la covid-19 se han contenido, en gran medida, en estos países, China ha sufrido nuevos brotes que han llevado al cierre de plantas y fábricas, surgiendo cuellos de botella en el suministro global.
Finalmente, un nivel global el Banco Mundial estima un crecimiento económico de 2.9% este año. “A pesar del impacto negativo en la actividad global en 2022, abundantemente no se proyecta un repunte el próximo año: se pronostica que el crecimiento global determina solo levemente un 3% en 2023, ya que muchos vientos en contra, en particular, los altos precios de las materias primas y el endurecimiento monetario continuo—se espera que persistan”, dice el informe. “Además, la perspectiva está sujeta a varios riesgos a la baja, incluida la intensificación de las tensiones geopolíticas, los vientos en contra crecientes de estanflación, el aumento de la inestabilidad financiera, las continuas tensiones en la oferta y el empeoramiento de la inseguridad alimentaria”, agrega el Banco.