(Bloomberg) — La Cámara de Diputados de Chile rechazó inesperadamente un proyecto de ley emblemático del Gobierno que habría creado el primer impuesto del país sobre el patrimonio y que tenía como objetivo financiar una serie de aumentos del gasto, en otro duro golpe al presidente de 37 años, Gabriel Boric.

El proyecto no alcanzó los 78 votos necesarios para ser aprobado, con solo 73 a favor. Si bien el Gobierno ahora puede presentar la reforma en el Senado, es probable que la disidencia en la Cámara Alta sea aún mayor que en la Cámara de Diputados. Además, para insistir en el mismo texto, se necesitaría el apoyo de dos tercios de los legisladores, en lugar de una mayoría simple.

El aumento tributario propuesto fue la base de las políticas presentadas por el presidente Boric para reducir la desigualdad e impulsar los servicios sociales, los problemas que lo llevaron al poder hace solo 12 meses después de un año de disturbios sociales. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo esta semana que estaba convencido de que el proyecto de ley tendría los votos necesarios para ser aprobado.

“El rechazo de la reforma tributaria es un enorme fracaso del Gobierno, toda vez que se necesitaba sólo de la mayoría en la Cámara”, dijo Mauricio Morales, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Talca, Chile. “Es inexplicable que el Gobierno no haya negociado los votos previamente”.

El peso chileno y las tasas de swaps se negociaron mixtos después de la votación, mientras que las acciones subieron a medida que los inversionistas analizaban las implicaciones para la política fiscal.

Un fuerte golpe

El Gobierno no tenía una salida inmediata al dilema.

“Es una mala noticia para la ciudadanía que quería un sistema tributario más justo”, dijo Marcel después de la votación. “Es un tema de la mayor gravedad política económica y social. No estamos ahora en condiciones de definir qué pasos se van a seguir”.

La votación se produce seis meses después de que los chilenos rechazaran una nueva Constitución que consagraba muchos de los derechos sociales en torno a los cuales Boric había construido su campaña electoral.

“Si en un principio el cumplimiento del programa de Gobierno dependía de la nueva Constitución y ahora dependía de la reforma tributaria, entonces, no habrá cumplimiento de ese programa de Gobierno. Así de simple”, dijo Morales.

La propuesta tiene como objetivo recaudar ingresos equivalentes a alrededor del 3,6% del producto interno bruto. El texto establece un impuesto al patrimonio a las personas cuyo capital supere los US$4,9 millones, con una tasa variable que va del 1% al 1,8%. También elimina algunas exenciones tributarias, aumenta el impuesto a la renta para quienes ganen más de US$5.300 al mes, establece incentivos a la inversión y nuevos mecanismos para sancionar la evasión tributaria. Los legisladores están debatiendo un proyecto de ley de impuestos por separado para la industria minera.

El impuesto sobre el patrimonio es uno de los puntos más controvertidos. Una de las principales organizaciones empresariales de Chile, la CPC, ha propuesto aumentar el impuesto a las ganancias corporativas en lugar de introducir un impuesto al patrimonio.

Chile tiene una de las tasas impositivas sobre la renta personal más bajas entre los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y supera la media del grupo en impuestos a las empresas. Mientras tanto, solo Colombia, México e Irlanda registraron en 2021 menores ingresos tributarios que Chile como porcentaje del PIB, según datos de la OCDE.