
En el primer semestre cayeron las ventas y la producción industrial: Andi
8 de septiembre de 2023
Alimentos y servicios explicaron la sorpresa alcista de la inflación en agosto
8 de septiembre de 2023(Investigaciones económicas Bancolombia).- Al cierre del segundo trimestre del año, el gasto de los hogares colombianos se situó en cerca de $287 billones, lo que representa aproximadamente el 76,1% de la economía del país. Este resultado permitió que, en términos nominales, el consumo de los hogares fuese 12,6% superior a la cifra del 2T22. No obstante, al eliminar los efectos inflacionarios, se observa que el avance real del gasto de los hogares, durante este periodo, fue de tan solo 0,7%. De este modo, se hace evidente el impacto del aumento en los precios sobre el poder adquisitivo de los hogares y, por consiguiente, en la dinámica del consumo.
En efecto, sin contar los periodos de confinamiento, el registro de crecimiento de 2T23 es el más bajo desde 2006. Un registro similar (0,8%) se presentó en el 3T16, cuando el país vivía un escenario parecido aunque menos desafiante, en términos de alto incremento en precios (9% en julio de 2016) y tasas de interés (la más alta del trimestre fue de 7,75% durante agosto y septiembre de dicho año).
El balance en lo corrido del año evidencia un cambio en los hábitos de consumo de los hogares, que están migrando hacia bienes y servicios asociados a experiencias por fuera de casa y compras de corto plazo, por encima de compras de largo plazo. Esto está sustentado en el comportamiento en categorías como recreación y cultura, y bebidas alcohólicas, que han mantenido una tendencia creciente.
Gasto de los hogares por tipo de bienes
Los bienes durables son aquellos con una vida útil prolongada: automóviles, electrodomésticos y muebles, que requieren una inversión inicial significativa y brindan beneficios a largo plazo. Al corte del 2T23 fue el segmento más impactado, con una caída del 13,9% frente al 2T22. Con este resultado, los bienes durables completan tres periodos en línea con variaciones negativas. La alta dependencia de este tipo de bienes a la tasa de cambio, que mantiene un comportamiento volátil, y del endeudamiento (cartera consumo), que ha venido desacelerándose, dados los niveles en tasas de interés, han hecho que se vean impactados en mayor medida.
Pese a lo anterior, es importante resaltar la alta base de comparación, ya que durante 2T22 la dinámica del consumo de bienes durables totalizó COP9 bn, el cuarto valor más alto en la historia, con un crecimiento real (eliminando el efecto inflacionario) del 25% frente al 2T21. De esta manera, el resultado del segundo trimestre del presente año obedece a una normalización en el consumo de este tipo de bienes que, en términos reales, continúa estando 11% por encima del 2T19, época prepandemia.
Los bienes no durables son aquellos que se consumen rápidamente, como alimentos perecederos y productos de cuidado personal. En el 2T23 el gasto en este tipo de bienes se contrajo por primera vez desde el 3T16, al caer 0,2% anual.
Finalmente, los bienes semidurables, como prendas de vestir y utensilios de cocina, que normalmente tienen una vida útil intermedia, exhibieron una caída por tercer trimestre consecutivo (-8%), en línea con el desempeño en los durables.
Gasto de los hogares por categorías
La información del gasto por categorías continúa mostrando una mayor preferencia de los consumidores por experiencias fuera del hogar, tales como actividades recreativas y culturales y consumo de bebidas alcohólicas, en línea con lo observado en el 1T23. Esto puede estar impulsado por múltiples factores, por ejemplo un mayor impulso por buscar experiencias que le generen bienestar en el presente, como consecuencia de la pandemia y los confinamientos. Prueba de lo anterior es la fuerte dinámica que han tenido los conciertos y eventos deportivos, así como la importante expansión de la industria de apuestas online.
Por otro lado, este comportamiento puede responder a las condiciones económicas más retadoras e inciertas que enfrentan los hogares y que hacen que la confianza del consumidor permanezca en terreno negativo
Perspectiva del consumo y proyecciones
Además del cambio en las preferencias de los consumidores después de la pandemia, la variación en los precios también tiene una alta incidencia en las decisiones de compra de los consumidores. En los últimos años se ha evidenciado una escalada en los precios de bienes durables (en buena parte producto de la devaluación del peso colombiano) que contrastan con unos precios estables en categorías como servicios de recreación y cultura.
Lo anterior contribuye, en gran medida, a que esta tendencia se mantenga vigente. ¿Cuándo mejoraría dicho panorama? es la incógnita que surge; en nuestra visión, el balance entre estos tipos de bienes debería ir retornando en la medida en que las condiciones para el consumidor sean más amigables en materia de precios y tasas de interés, aumentando los incentivos para la compra de bienes durables.
De acuerdo con nuestras proyecciones económicas, es razonable esperar que dichas condiciones comenzarán a mejorar lentamente en lo que resta del año y a lo largo del siguiente. En materia de inflación, nuestra proyección apunta a terminar 2023 en 9% y 2024 en 5,3%, a pesar de los desafíos asociados al fenómeno de El Niño, el aumento en el precio de los combustibles y la inclusión de los impuestos a alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. En el caso de las tasas de interés del Banco de la República, nuestra expectativa es terminar 2023 en niveles cercanos al 12,5%, mientras que para 2024 nuestro escenario base se ubica en el 8,5%. Ante este escenario macroeconómico, esperamos que el consumo exhiba un comportamiento estable en el corto plazo y se expanda a un mayor ritmo en el largo plazo. Particularmente para el cierre de 2023, esperamos una moderación del consumo de los hogares, con un leve crecimiento de 0,2%, nivel muy similar al que prevemos para 2024. En los años posteriores, estimamos mayores crecimientos, en línea con un entorno macroeconómico positivo.