(Orlando Acosta y Nohora García, Profesores Asociados Universidad Nacional de Colombia).- La reforma pensional aprobada en Senado y Cámara es una reforma que no se corresponde con un gobierno que dice llamarse progresista. En general, las reformas agenciadas por el gobierno Petro no han atendido los problemas neurálgicos de la financiación de la economía y la alta informalidad laboral. Particularmente, la reforma pensional tramitada por el actual gobierno impacta los beneficios de los afiliados mientras genera mayores beneficios para las administradoras de fondos de pensiones -AFPs- y para las aseguradoras que antes no ostentaban, beneficios que pueden ascender en total a $6 billones anuales para estos dos sectores financieros.

La renta vitalicia de 223.000 pesos del piso de protección social es el aspecto central de la reforma que genera un beneficio para cierta población, el cual se hubiese podido crear sin hacer la reforma. Este beneficio es un subsidio antes que una pensión. De manera que la cobertura del sistema pensional realmente no se amplía.

Además de presentar otras limitaciones, es una reforma que por su alta complejidad operativa generaría serias dificultades en su implementación y un alto nivel de litigiosidad (demandas en el sistema), a lo cual hay que sumar los vicios que presentó su trámite en el Congreso.

1. Mayores beneficios financieros para las AFPs y desmejoras para los afiliados

Actualmente la tasa anual de comisión cobrada por las AFPs sobre aportes que sería equivalente a una tasa sobre promedio de recursos administrados ha sido de $1.3 billones en 2022 (0,38%) y $1.2 billones en 2023 (0,32%). El valor de las comisiones que cobrarían las AFP del 0.7% sobre los saldos administrados, definidas en la reforma, correspondería a cerca del doble de la comisión actual percibida por las AFPs, un monto aproximado de 2.9 billones de pesos. Tal porcentaje es injustificado, toda vez que la carga administrativa disminuiría al reducirse sustancialmente el número de afiliados que podría no ser mayor al 15% de los afiliados que administran actualmente. Por administrar mucho menos afiliados se les reconoce mucho más.

Así mismo, se cobrarán dos comisiones adicionales: 2% sobre rendimientos y la comisión sobre los nuevos saldos acumulados en las cuentas de quienes con la reforma deben llevar recursos superiores al umbral de 2,3 smmlv al esquema privado de capitalización. Por estas nuevas comisiones las AFPs obtendrían ingresos adicionales alrededor de 1 billón de pesos al inicio de la implementación de la reforma y este monto se iría incrementando en el tiempo.

Dado lo anterior, al aplicar una comisión sobre rendimientos, incluyendo los saldos de capital, el incremento en el pago total de comisiones se estima en el orden del 300% frente a lo actualmente establecido. Las altas comisiones generan efectos negativos sobre la acumulación y finalmente sobre las pensiones que puedan obtener los afiliados. Se estima que, con las comisiones planteadas en la reforma, la reducción en los saldos ahorrados para pensión sería alrededor del 12%.

2. Favorecimiento a las aseguradoras y deterioro a Colpensiones

La reforma no solo genera mayores beneficios a las AFPs, sino que genera nuevos beneficios para las aseguradoras que antes no tenían. La población afiliada cotizante es asegurada a través de los seguros previsionales para los riesgos de invalidez y muerte. En el régimen de ahorro individual, estos riesgos están totalmente a cargo de las aseguradoras a través del descuento que se hace sobre las cotizaciones (entre 1 % – 2,3% del Ingreso Base de Cotización -IBC) de los afiliados y los recursos acumulados para financiar la pensión.

La reforma propone un esquema de seguros previsionales en el que el pago de las pensiones de invalidez y muerte que reconocerá el seguro previsional solo será en función de una renta temporal hasta que el pensionado cumpla la edad de la pensión de vejez (57 años mujer, 62 hombre). De allí en adelante, tal pago quedaría a cargo de Colpensiones, asumiendo el Estado Colombiano los riesgos de extra-longevidad al tener que pagar estas pensiones. De acuerdo con las estimaciones hechas, Colpensiones asumiría más del 80% del valor de tales pagos.

Respecto a las aseguradoras, se encuentra que sus ingresos estimados pasarían de $3 billones en 2026 a $200 billones en 2050. Para el mismo periodo de estimación, las utilidades anuales promedio que obtendrían las aseguradoras estaría por encima de 3 billones de pesos. Quedarían en una muy buena posición financiera mientras Colpensiones asume el costo de garantizar estas mesadas después de la edad de pensión.

3. El Estado colombiano pierde, las AFPs y las aseguradoras ganan

Extraordinariamente El Estado se hará cargo no solo del pago de pensiones a cargo de Colpensiones, de acuerdo con el artículo 33 de la reforma para la porción de la pensión que será otorgada por el esquema de capitalización para quienes cotizan por encima del umbral, sino que tendrá que asumir los riesgos de extra-longevidad y jurídicos así como definir el mecanismo para el otorgamiento de los mismos mediante la mutualización sugerida, lo que en últimas significa que el Estado también será el responsable de garantizar la fracción de la pensión hasta el umbral establecido para absolutamente todos los afiliados. En realidad, la reforma es principalmente un mecanismo de reducción y de aplanamiento de las pensiones promediándolas al salario mínimo. Ni se diversifica el riesgo; ni el Estado Colombiano ni los afiliados se benefician. Por el contrario, se garantizan elevados excedentes financieros para las AFPs y las Aseguradoras. Estas últimas recibirían en excedentes un total 6 billones de pesos anuales, cuantía que corresponde aproximadamente al valor total del pilar solidario, haciendo la estimación con una población de 2,3 millones de personas en situación de extrema pobreza.

4. La reforma aplana pensiones de la clase media y de trabajadores profesionales

La tasa de reemplazo es esencial para comprender en qué medida la pensión suple los ingresos laborales que una persona tuvo en su etapa productiva. Actualmente la tasa de reemplazo en Colpensiones es del 65% y con la reforma a partir del umbral definido (2.3 smmlv) disminuye en un 13% para una persona con tres smmlv que cotiza en esta Entidad. Para una persona que cotice sobre un ingreso de cuatro smmlv tendría una pensión estimada de 1,9 smmlv que corresponde a una tasa de reemplazo 48%, lo cual equivale a una reducción del 17%; alguien con un ingreso de seis smmlv tendría una pensión de 2,3 smmlv, una tasa de reemplazo del 41% y una disminución del 24%. Para una persona que cotice para el tope de 25 smmlv su reducción en la tasa de reemplazo sería del 43%. La reducción en la tasa de reemplazo impactará en mayor medida a los afiliados que cotizan sobre bases salariales más altas. Sin embargo, en el caso de pensiones de ingreso medio, esto podría plantear preocupaciones respecto al principio de suficiencia de las prestaciones dependientes del comportamiento del componente privado de capitalización.

Así las cosas, las tasas de reemplazo serán inferiores al 45% establecido como el porcentaje mínimo de pensión por la Organizacional Internacional del Trabajo en el Convenio 128 de 1967 e incluso están lejos de las tasas de reemplazo del actual sistema de régimen de prima media.

5. Aumento en la edad para obtener beneficios pensionales

En el pilar semicontributivo que corresponde aproximadamente al 70% de los afiliados que no alcanza a cumplir requisitos para acceder a la pensión se aumenta la edad para obtener un ingreso vitalicio (que en promedio puede estar por debajo del 30% de un salario mínimo) de mujeres a 60 años y hombres a 65 años, cuando actualmente se tiene el derecho a la devolución de saldos a los 57 y 62 años respectivamente. Igual aumento de edad ocurre para el pilar solidario frente a lo que actualmente se tiene en Colombia Mayor y en el esquema de Beneficios Económicos Periódicos.

6. Mayores costos de administración implícitos frente a los costos explícitos

La implementación de la reforma pasa por la adaptación del mecanismo de recaudo pila de manera que se pueda determinar los ingresos hasta el umbral y la respectiva distribución de los aportes entre Colpensiones y la AFP del afiliado, la reglamentación del funcionamiento de los fondos de ahorro y de vejez así como del régimen de inversión, la escogencia del mecanismo de operaciones de los seguros previsionales, el establecimiento del otorgamiento del ingreso vitalicio en el pilar semicontributivo, la determinación de las equivalencias y el reconocimiento de deslizamiento de salario mínimo en el nuevo sistema de pensiones, entre muchos otros aspectos que implican adaptación de una operación con mayor complejidad que la actual y mayores costos administrativos principalmente para Colpensiones. Como se indicó en este medio, mientras ahora Colpensiones administra 6,7 millones de afiliados, con la reforma se calcula que debe encargarse de 24,4 millones de afiliados.

7. Vicios en el trámite legislativo del proyecto

En el trámite del proyecto no se permitió su discusión en la Cámara de Representantes constituyéndose en una elusión del debate, desconociendo el esquema parlamentario bicameral que prevé la discusión y la posibilidad de la modificación de texto de una y otra cámara.

Como no hubo discusión, temas centrales como la especificación de las fuentes de ingresos por las comisiones para las AFPs, el aumento de gasto que implica la reforma por el piso de protección social y ciertas disposiciones del articulado como reducción de semanas, los beneficios para protección de la población campesina y étnica, la pensión anticipada de vejez por invalidez, entre muchos otros aspectos fueron pasados por alto.

8. Balance En general se trata de una reforma que no contribuye a resolver los asuntos estructurales de la nación, va en detrimento del ingreso pensional de profesionales y la clase media en general que han logrado movilidad social a través de su esfuerzo y logros y genera un sistema operativamente complejo y costoso para el Estado Colombiano y Colpensiones en particular. Lo destacable como positivo es el beneficio redistributivo de 223 mil pesos a la población en extrema pobreza, pero para su adopción no se requería una reforma de un talante tan negativo para la población en general. Finalmente, lo cuestionable de un gobierno progresista son los elevados beneficios reconocidos para las administradoras privadas y aseguradoras que son la máxima expresión de la filosofía neoliberal. De allí que, nos preguntamos si el presidente Petro realmente conoce la reforma pensional a la cual está invitando a sancionar el martes 16 de julio en la Plaza de Bolívar.