Las ventas externas mineras aumentaron 52% respecto al valor de 2021 – hasta 20.387 millones de USD -, de tal forma que su participación en las exportaciones a nivel nacional durante el año pasado fue de 36%.

Cuatro de los 10 principales bienes de exportación en el país provienen de la minería, en su orden: carbón, oro, coque y níquel.

Así lo señala Juan Sebastián Martínez, Director Económico de la Asociación Colombiana de Minería, en donde indica que en un año en el que la tasa de cambio igualmente alcanzó su máximo valor histórico, la estabilización de la balanza comercial por cuenta de las exportaciones mineras jugó, sin duda alguna, un papel fundamental en mantener en cierto nivel la TRM y, por supuesto, en evitar que la inflación siguiera el acelerado camino al alza que tuvo el año anterior por cuenta de los distintos factores externos asociados con la oferta de energía, la de alimentos y los desequilibrios en las cadenas de abastecimiento.

En cuanto a los mercados externos vale la pena destacar el cambio en el destino de las exportaciones mineras colombianas en donde Europa volvió a tener una participación relevante de las compras locales del 26%, similares a las de 4 años atrás, mientras que Asia y América dividen su participación en las ventas externas de la minería colombiana.

Es así como los trabajadores de los distintos municipios mineros y las empresas que encadena la actividad jugaron un rol en el complejo mapa geopolítico que dibuja la coyuntura actual.

Si bien la demanda mundial por carbón se incrementó gracias a la necesidad de tener una seguridad energética en Europa – y otros países del mundo – que dependían de Rusia para su abastecimiento de minerales, la cantidad exportada de carbón térmico fue apenas superior al ocurrido en 2021. En 2022 se exportaron 54,63 millones de toneladas, 0,3% más que el año anterior, entendiendo que la velocidad de la oferta minera no tiene los mismos ciclos de las coyunturas de precios internacionales.

El desarrollo de un plan minero que incremente la producción requiere de inversiones y permisos que no responden a las coyunturas de precios sino más bien a la confianza o certidumbre sobre un plan de mediano plazo.

No obstante, las exportaciones de carbón metalúrgico alcanzaron una cifra histórica de 1,93 millones de toneladas exportadas – 67,3% más que en 2021 – y el coque igualmente llegó a una cifra histórica de 4,37 millones de toneladas vendidas al exterior – 8,5% más que el año anterior -. Jalonados por una necesidad cada vez mayor para el desarrollo de infraestructura el coque y el carbón metalúrgico colombiano mantienen una participación muy relevante en los mercados externos. Seguimos siendo el tercer principal exportador después de Polonia y China.

El oro, por su parte, tuvo un descenso en las exportaciones del mineral a pesar de que la producción industrial creció cerca del 5% durante el 2022. En un año en el que el incremento de la demanda se dio por las mayores compras del mineral en los bancos centrales, y la incertidumbre mundial mantiene estable los mercados, la producción empresarial ha recuperado participación en las ventas externas, por lo menos en lo que tiene que ver con las cifras oficiales.

Se estima que la producción empresarial alcance las 625 mil onzas en 2022, 2% más que el año anterior, y sin embargo la totalidad de la cantidad exportada – que incluye producción aurífera de distintos orígenes – se redujo 11% durante el año sin ninguna explicación aparente.

Por su parte, la cantidad de las exportaciones de ferroníquel aumentaron 33% en 2022 en un contexto donde la demanda creciente de minerales estratégicos para la transición energética, junto con las restricciones en las exportaciones de Rusia (tercer productor mundial), fueron impulsadas por el incremento de los frentes de trabajo para extraer el mineral en Colombia. No basta con tener una demanda mundial fortalecida si no impulsamos el desarrollo de minas y nuevos frentes de trabajo en el territorio.

La dinámica de las exportaciones mineras durante los años siguientes, según señalan varios informes, seguirá estando marcada por los distintos riesgos globales que de una u otra manera tienen un impacto en la minería: la incertidumbre, la recesión económica, la inflación, los conflictos geopolíticos, la seguridad energética y la transición energética son algunos de los temas que necesariamente mantienen a la minería como protagonista de la agenda global. Es para Colombia una oportunidad aprovechar la coyuntura mundial para desarrollar su potencial minero.