Cada día que pasa, la brecha que existe entre la población mundial y la producción de alimentos se vuelve más problemática, puesto que, según cifras de Organización de las Naciones Unidas, se estima que para el 2050 habrán más de 9,7 mil millones de personas, un aumento del 21,2% en comparación con la población actual. Sumado a esto, la OCDE-FAO, asegura que para el 2030, aumentará la demanda de proteína animal en un 14%.

Cada uno de estos elementos, más los efectos del cambio climático, pone en alerta roja la seguridad alimentaria a futuro y reta a los países a buscar alternativas como la diversificación de fuentes proteicas en la dieta y la implementación de sistemas agrícolas encaminados a la sostenibilidad para satisfacer la demanda alimentaria de los próximos años.

Para lograrlo, múltiples empresas, desde su responsabilidad en las poblaciones en las que impactan, empiezan a explorar desde la innovación tecnológica nuevas formas sostenibles que logren la integración de un conjunto de técnicas de biotecnología moderna y tradicional agrupadas bajo el concepto de fermentación de precisión: un proceso prometedor frente a los desafíos planteados en las cadenas productivas de alimentos. 

¿En qué consiste la fermentación de precisión?

Se trata de un proceso en el que se emplean microorganismos dotados de capacidades especiales para producir ingredientes alimentarios esenciales a partir de materias primas simples y renovables en granjas de fermentación. Esta tecnología, aunque resulta novedosa por su aplicación, es similar a la que se utiliza en la producción de cerveza, yogurt, o levadura de panadería.

Estos productos, además de ser de alta calidad, tienen características nutricionales equivalentes a las de las fuentes tradicionales, logran un uso eficiente de los recursos naturales y tienen un menor impacto al medio ambiente al generar menos emisión de gases que aporten a la huella de carbono.

Además, al tratarse de procesos controlados y especialmente desarrollados para el cultivo de microorganismos, es menos propenso a ser afectado por las variaciones climáticas y puede adaptarse ágilmente a las demandas del mercado.

En el panorama actual, la producción de proteína mediante fermentación de precisión se encuentra en pleno desarrollo, siendo investigada tanto por grandes corporaciones como por startups mergentes. Estos esfuerzos abarcan diversas áreas, como la obtención de edulcorantes, grasas y aditivos alimentarios innovadores.

Por otro lado, este tipo de innovaciones representa a futuro una apuesta económica importante ya que, debido a su versatilidad, facilita su implementación bajo modelos de producción local que generarían empleos, acortando las cadenas de suministro y reduciendo la dependencia de las importaciones y los costos asociados al transporte y almacenamiento.

Si bien este tipo de productos representa una oportunidad de consumo única para muchas personas, los mismos son complementarios a los de origen animal o vegetal, buscando en la diversidad de alternativas en el ecosistema de alimentos una mayor asequibilidad a ingredientes nutricionales de calidad.

Aún con muchos retos por resolver, la fermentación de precisión se presenta como una herramienta valiosa en el camino hacia un futuro alimentario sostenible, en el que la colaboración entre diferentes enfoques y métodos de producción será clave para satisfacer las demandas de una población en crecimiento, mientras se minimiza el impacto en nuestro planeta. Así, esta tecnología se perfila como un pilar importante en la transformación y evolución de la producción alimentaria, facilitando la satisfacción de las necesidades nutricionales de la creciente población mundial de manera sostenible y contribuyendo a la mitigación de los efectos del cambio climático.