Tras 15 años como gerente general, Henry Vanegas Angarita se despide de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), agremiación encargada de representar, defender y proteger los intereses de los cultivadores de estos sectores.

Durante este periodo, gracias a su liderazgo y gestión logró importantes avances en la Federación que han redundado en el mejoramiento de las condiciones de los productores, así como hizo grandes aportes que impulsaron la agricultura y la seguridad alimentaria del país, con un especial énfasis en maíz y soya.

Gracias a la investigación, transferencia de tecnología, generación de información actualizada sobre indicadores de mercado y precios, capacitaciones en buenas prácticas de postcosecha para la inocuidad y calidad, y apoyo a los agricultores en los procesos de comercialización, se fortaleció institucionalmente la federación, generando más sostenibilidad y competitividad a los cultivadores y a los diferentes eslabones económicos.

Incluso, aún con los Tratados de Libre Comercio, los cuales han traído consigo inequidad para la comercialización de productos del campo colombiano, como el maíz y la soya, la Federación dio un fuerte impulso a la siembra, a la sustitución competitiva de las importaciones y al consumo de estos granos de producción local, para que sigan siendo viables y competitivos.

A continuación, se destacan los principales logros de Fenalce bajo el liderazgo y gestión de Henry Vanegas Angarita:

Ante el ritmo cambiante de la agricultura y de producción agroalimentaria, la investigación agrícola y biotecnología con genética avanzada le abrió a Fenalce nuevos caminos y posibilidades para ser parte del cambio y aportar en la ampliación de la frontera agrícola de soya en la Altillanura, acompañado de un manejo sostenible.

La continua evolución de la tecnología, los mercados cambiantes, las expectativas de los clientes y sus hábitos de consumo, así como nuevas políticas y las condiciones económicas y sociales, llevaron a Fenalce a mantenerse en continua renovación en estos 15 años. Bajo una gerencia con un sello eminentemente técnico logró hacer frente a estos cambios, sin descuidar el conocimiento y lo diverso de la riqueza gastrónomica del país y la cultura ancestral en torno al maíz, al fríjol y la arveja, que se logró documentar en estos últimos años a través de «Colombia Sí Sabe».

Se logró recuperar económicamente a Fenalce y se le dio estabilidad, gracias al desarrollo de nuevas variedades y al escalamiento del negocio de semillas de soya de Fenalce en la Altillanura.

Fenalce tiene un 48 % de participación en el mercado de semilla de soya en los Llanos Orientales con sus variedades FNS01 y Brasilera 2. Tan solo en lo corrido de 2024 se han comercializado para siembra cerca 2 mil toneladas de semilla certificada.

Hoy día, Fenalce ofrece una amplia gama de soluciones tecnológicas en sistemas de labranza, agricultura regenerativa, semillas de nuevos y mejores cultivares (variedades e híbridos de marca propia), uso eficiente de nutrientes con opciones orgánico-mineral y microbiota nativa, instrumentos de manejo de riesgo, opciones de manejo climáticamente inteligente y buenas prácticas de poscosecha, que ha permitido un creciente fortalecimiento de sus capacidades frente al cambio climático, con el acompañamiento de centros internacionales como el CIAT y el CIMMYT y cuenta con un amplio respaldo de la academia a nivel regional y nacional.

Se creó el Centro Nacional de Investigación de la Cadena Agroalimentaria de los Cereales y las Leguminosas-Cenicel, por medio del cual se han tenido avances significativos en productividad con base en genética mejorada, lo que le permite generar cultivares más tolerantes al cambio climático y con mejor rendimiento, permitiendo mejorar la productividad y lograr mayores rendimientos en los cultivos. Los híbridos de maíz off-patent son un gran aporte al desarrollo maicero.

Se desarrollaron bajo la marca Fenalce más de 25 híbridos de maíz, 4 nuevas variedades de soya para la Altillanura colombiana, y en fríjol, 3 variedades arbustivas, 4 volubles y 5 variedades de caupí para la Costa Atlántica. A ello, se suman 4 variedades de trigo y 4 de cebada, entre otras.

Se desarrollaron con éxito programas como ‘Maíz / café’ en alianza con la Federación Nacional de Cafeteros, que impulsó la siembra de maíz en zonas de renovación de café, y también ‘Maíz como cultivo aliado del ganadero’, para obtener ensilaje, maíz forrajero y suplementos alimenticios para el ganado, que les permitió a los agricultores tener nuevas alternativas agroganaderas sostenibles ante la situación limitante del clima y diversificar sus ingresos.

Se avanzó no solamente en la parte agronómica, sino en buenas prácticas de poscosecha, transformación agroindustrial y aprovechamientos y usos gastronómicos para llegar al consumidor final. A esto se le suma, el desarrollo de mercados, que permitió trabajar de la mano con los agricultores en el monitoreo de la calidad para la comercialización de sus productos. 

También, trabajó en diferenciar la calidad de la producción local y fomentar los granos a través de diferentes presentaciones, haciendo énfasis en los hábitos de consumo, para hacerle frente a las importaciones y atender mercados inclusivos.

Se brindaron herramientas de apoyo a los productores para mejorar sus prácticas agrícolas, con base en la tecnología, la ciencia y la innovación, teniendo en cuenta aspectos como el comportamiento del clima, los riesgos y brindando información sobre las coberturas que hay para éstos y cómo actuar cuando se presentan. Se trabajó de la mano del agricultor para el uso eficiente de nutrientes, del suelo, el agua y de los insumos.

Semestre a semestre se realizaron ensayos, parcelas demostrativas, con el objeto de evlauar y ajustar  prácticas según la región y apostarle a nuevas formas de hacer las cosas de una manera más eficiente y competitiva. 

La nutrición de los cultivos se convirtió en un tema central. Se logró tener paquetes de nutrición eficientes ajustados a las diferentes condiciones de producción del país y a las particularidades de cada región.

Se fortalecieron las comunicaciones, la divulgación de conocimiento y la transferencia de tecnología, para aumentar la apropiación social. Este logro contribuyó a mejorar la situación económica y el bienestar de más de 120.000 familias del país.

Este año, Fenalce contribuyó para que más de 4.800 pequeños agricultores se beneficiaran con kits para afrontar el fenómeno de ‘El Niño’, en el marco de un proyecto adelantado con la Bolsa Mercantil de Colombia y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

Se tuvieron nuevos desarrollos comerciales durante estos 15 años. Fenalce no solo generó nuevas semillas, sino también soluciones innovadoras como el ensilaje, maíz pregerminado y el suplemento alimenticio Mix 70:30 (maíz: soya nacional), alternativas que les permitió a los agricultores tener nuevas fuentes de ingreso. Fenalce logró conformar un equipo de trabajo con 123 integrantes, de estos más del 95% profesionales expertos, que de norte a sur del país llevan el conocimiento de la agremiación, con el objeto de apoyar a los agricultores en el fortalecimiento de sus cultivos y sus procesos de poscosecha y comercialización; esto gracias a los Fondos parafiscales de Cereales, Leguminosas y de Soya, los cuales administra la federación.