
Gobierno llegó al 80,3% de cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo
5 de agosto de 2022
La inflación seguirá en lo que resta del año en niveles cercanos al 10%
5 de agosto de 2022(Investigaciones económicas Bancolombia).- El DANE reportó que el índice de precios al consumidor presentó una variación mensual de 0,81% en junio. Tal registro fue 6 pb superior a nuestra expectativa más reciente (0,75%), resultado de una sorpresa al alza que en los segmentos de prendas de vestir y de servicios públicos, en especial la electricidad. El resultado implicó una continuidad de registros de inflación mensual elevados para el estándar, pues fue 5,53 veces superior al promedio que se ha observado en julio en los últimos seis años.
Tal y como lo anticiparon nuestras estimaciones a partir de las cifras de Servipunto, la tendencia de corrección de la inflación mensual de alimentos se detuvo ante el avance del segmento de procesados y la moderación de las caídas mensuales de los perecederos En particular, los alimentos para consumo dentro del hogar registraron una variación mensual de 1,17%, en línea con nuestra expectativa (1,2%), siendo 10 veces superior al promedio del mes desde 2016.
Ahora bien, la mayor diferencia entre la cifra de inflación total y nuestra estimación se presentó en el rubro básico. Esto fue consecuencia de un mayor incremento de lo esperado en los cobros por electricidad y del fuerte rebote de los precios de prendas de vestir. La variación observada de 0,75% se ubicó 9 pb por encima de nuestra estimación.
Con todo esto, la inflación 12 meses se aceleró a 10,21%. Esto se dio en un contexto de aceleración anual de la mayoría de los componentes de gasto, donde la inflación sin alimentos ni regulados -aquella en donde se mide mejor el efecto de la demanda sobre los precios-sigue siendo afectada por el elevado consumo de los hogares.
Alimentos (1,17% mensual):Después de cinco meses consecutivos de moderación en su inflación mensual, la categoría de alimentos volvió a ser la protagonista del resultado global. En efecto, la prolongación de la tendencia alcista de la carne de pollo, de res, de hortalizas como la habichuela, el azúcar, el pan y las legumbres secas como el frijol y las lentejas explicó dos terceras partes del crecimiento mensual de la canasta.
Entre tanto, la papa y el tomate volvieron a ser los principales productos que evitaron que el incremento de la categoría no fuera mayor. En concreto, estos dos causaron 8 pb negativos, en un contexto en donde alimentos como la cebolla, los huevos, el arroz y las frutas frescas también mostraron caídas en sus precios, pero que por tener una menor participación en la canasta, no impactaron tanto el resultado total del rubro.
Por lo tanto, las mayores presiones en los canales mayoristas a raíz de la exposición de la producción agroalimentaria nacional a los sobrecostos internacionales en materia de insumos como los fertilizantes, abonos y concentrados para animales explicaron el ascenso mes a mes. Aquí es de resaltar que por primera vez en los últimos meses, los fritos (paquetes de papas, chitos, entre otros) aportaron 1 pb, lo que refleja la fuerza de la transmisión que se ha dado en todos los componentes alimenticios.
Con todo lo anterior, en términos anuales, el rubro de comidas dentro del hogar presentó una aceleración de 1 ppy se ubicó en 24,61%. En este rubro, será clave el entorno global de costos para consolidar una tendencia bajista.
Bienes y servicios (0,61% mensual):el rebote de los precios de varios bienes a raíz del efecto base del día sin IVA, junto al impacto de la mayor TRM en el precio de los bienes importados explicaron el comportamiento mensual. Dentro de esta canasta, el elevado incremento mes a mes de 3,6% de las prendas de vestir estuvo afectado por los factores antes mencionados, ya que el día sin IVA de junio resultó en una importante reducción de inventarios que fue necesario reponer. Además, en esta ocasión fue relevante el incremento del precio de los vehículos, el cual se ubicó ahora como el quinto producto con mayor aporte a la inflación gracias a la situación logística internacional.
Por otra parte, también es importante mencionar que, en el segmento de servicios de comidas fuera del hogar, el “corrientazo” explicó el 75% del avance total. Esto fue resultado del incremento de productos como las lentejas, que son en gran medida importadas de Canadá y se vieron afectadas por el mayor nivel de tasa de cambio.
En línea con lo que ha venido ocurriendo en los últimos meses, en algunos elementos de higiene personal y de aseo para el hogar se siguieron elevando los precios. Esto se vio con especial ímpetu en los jabones, el papel higiénico y las toallas higiénicas femeninas. Con esto, la división de gasto asociada alcanzó una inflación anual de 26,28%, un nivel notablemente superior al promedio desde 2016 (7%).
Regulados (1,01% mensual):los ajustes tarifarios en los servicios de electricidad explicaron casi en su totalidad el incremento frente a junio. Este servicio siguió mostrando avances cercanos al 3%, donde los mayores costos de distribución se han transmitido casi en su totalidad al consumidor como resultado de los problemas de liquidez de las empresas, que les ha impedido atenuar esa transmisión a través de las opciones tarifarias que se realizaban en el pasado. Por su parte, en el gas se observó un fenómeno mixto pues tarifa se redujo en regiones como Bogotá, Cali y Pereira, pero se incrementó en Cúcuta, Pasto y Barranquilla a raíz del aumento del precio del gas distribuido por pipetas.
Por último, a partir de la información suministrada en la rueda de prensa del DANE, el incremento de $150 de la gasolina corriente y el ACMP a inicios del mes se tradujo en un aporte de 5pb al resultado global.Esto pone de manifiesto que los futuros incrementos de precios de los combustibles tendrán un efecto muy significativo en el comportamiento de la inflación en adelante.
Implicaciones sobre nuestro pronóstico
El reciente resultado revela una inflación anual no vista desde el 2000 y pone presión a nuestra perspectiva base de inflación para cierre de año (9,2%). Dados los catalizadores de la inflación de julio, es posible que los registros de los próximos meses en inflación de alimentos y regulada continúen siendo relativamente elevados, solo que a una menor magnitud. Ahora bien, una inflación de cierre por debajo del 10% aún luce razonable, pues prevemos un segundo semestre de desaceleración del consumo.
El pronóstico de inflación de cierre de 2022 en 9,7% del equipo técnico del BanRepse construye sobre un supuesto de aumentos 15% tanto en 2022 como en 2023 del precio de los combustibles. Nuestra expectativa es que los incrementos serían menores, dada la resistencia que esta medida podría enfrentar, por lo que consideramos que un cierre entre 9,2% y 9,6% sería razonable.