(Investigaciones económicas Bancolombia).- El acelerado ritmo de crecimiento de las siembras nuevas (50 mil hectáreas) a nivel global ha generado un exceso de fruta y una caída del 20% en precios. Esta situación afectó principalmente al mercado europeo en 2022, cuando se observó el precio de exportación más bajo en cinco años para Colombia (USD1,6/kg). Por su parte, el exceso de oferta en EE. UU. tuvo un menor impacto debido a los problemas productivos en México en el primer semestre, tal que el choque de oferta se concentró en el segundo semestre.

La ventana de exportación peruana afecta cada vez más los precios. Perú duplicó sus exportaciones de aguacate entre 2017 y 2022, llegando a casi 600 mil toneladas exportadas, lo que ha deprimido los precios entre abril y septiembre, principalmente en el mercado europeo, donde Perú es líder en exportación. Con cerca de 10 mil hectáreas próximas a ingresar a su etapa productiva en Perú, la oferta mundial, inevitablemente, seguirá al alza en los siguientes años.

¿Qué tanto compite directamente Colombia con Perú? Mientras Perú cosecha entre abril y septiembre, Colombia produce aguacate todo el año, con dos picos entre enero a mayo y octubre a diciembre. En el caso europeo, ambos picos están ubicados parcialmente fuera de la influencia peruana y en las épocas de mejores precios. Además, para el mercado estadounidense, el primer pico del año coincide con el Super Bowl, cuando se dan los mejores precios en ese país. No obstante, de manera indirecta, la carrera en producción de Perú afecta a todos en el mercado.

El camino está en la promoción del consumo de aguacate. El incentivo al consumo de la fruta en los últimos años ha sido clave para la comercialización en Europa y consolidar el pico en EE. UU. durante el Super Bowl. Dado que los europeos están recortando los recursos para promoción debido a las preocupaciones por la huella hídrica del aguacate en países como Chile y Perú, la clave estará en explorar nuevos formatos de presentación, e incentivar otros momentos de consumo en EE. UU., como en la temporada de fin de año.

¿Qué se proyecta para el sector en medio de la desaceleración económica? Las cifras de exportación de Perú en 2023 continúan al alza, al tiempo que los mercados enfrentan una menor demanda, especialmente para frutas de mayor costo como el aguacate. En la siguiente sección presentamos nuestras estimaciones de oferta bajo diferentes escenarios, una proyección de posibles precios de exportación, y un análisis sobre productividad, costos y puntos de equilibrio para el cultivador en Colombia.

Nuestras proyecciones siguen arrojando un exceso de oferta global. En nuestro modelo hemos contemplado un escenario pesimista en el que el ritmo de siembras a nivel global se mantiene, un escenario esperado (base) en el cual esperamos que las nuevas siembras sean un 30% inferior a lo actual, y uno optimista en el cual ese recorte sea del 50%. Mientras tanto, la demanda, bajo un único escenario, se espera tenga un crecimiento promedio anual del 5%. Los resultados muestran diferentes niveles de exceso de oferta en todos los escenarios hasta 2035, excepto para el escenario optimista en el periodo 2031-2035.

La demanda de aguacate en China sigue desilusionando al mercado. Entre 2014 y 2018 China multiplicó por 10 sus importaciones de aguacate, lo que empezó a generar la ilusión de que ese ritmo de crecimiento se mantuviera en el tiempo. Sin embargo, desde 2018 la dinámica se frenó y los últimos años fueron de altas y bajas, para cerrar en 2022 con 41 mil toneladas importadas, muy similar al dato de 2018. Así las cosas, lo ideal es ser conservadores en las estimaciones de crecimiento de dicho mercado dadas las barreras culturales que, en algunas ocasiones, sobrepasan el efecto del aumento en el ingreso.

La tasa de cambio le viene dando la mano al sector aguacatero en Colombia. El nivel histórico de la TRM, que alcanzó por momentos los COP5.000/USD1 en 2022, viene impulsando los precios locales de la fruta, y ha ayudado a mitigar el impacto de un menor precio internacional. Con una proyección por parte del Grupo Bancolombia para la TRM de COP4.648/USD1 para el escenario base (promedio 2023-2027), el aguacate colombiano podría contar con una mayor competitividad real (especialmente si se logra controlar la inflación), y posiblemente una mejora en precios del mercado local para la producción no exportable.

Con un precio internacional bajo y una TRM elevada, ¿qué puede decirse de la rentabilidad del cultivo? El margen bruto del cultivo de aguacate ha sido tradicionalmente alto comparado con otras actividades agrícolas, especialmente antes de la pandemia. Nuestras estimaciones actuales arrojan que, en promedio, para cubrir costos y gastos administrativos (equilibrio en utilidad operacional), si se materializara el escenario base en precio y tasa de cambio, el cultivador requeriría de una productividad mínima de 13 toneladas por hectárea al año en una plantación madura.

Dado que en Colombia el cultivo es bastante reciente, muchos árboles todavía no llegan a etapa de madurez, pero será clave ir evaluando el resultado en productividad, y direccionar esfuerzos en investigación que nos permitan nivelarnos con países como Chile y Perú.