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13 de junio de 2025(Reuters) – El peor escenario posible para los inversores, un conflicto total en Oriente Medio, está comenzando a percibirse, lo que ha desatado un éxodo de capital desde los activos de riesgo a los refugios clásicos, encabezados una vez más por el dólar.
Israel dijo el viernes que había lanzado un ataque contra instalaciones nucleares y fábricas de misiles en Irán y que había matado a varios mandos militares en lo que podría ser una ofensiva larga para impedir que Teherán construya un arma atómica.
El petróleo, que representa aproximadamente el 30% de la demanda mundial de energía, se disparó -ganando casi un 14% en un momento dado- junto con el oro, mientras que los rendimientos de la deuda pública cayeron brevemente. Las acciones, aún cerca de máximos históricos, también bajaron, en especial las aerolíneas.
«Es una situación peligrosa», dijo François Savary, director de inversiones de Genvil Wealth Management, en Ginebra. «Es una de esas situaciones en las que todo está bajo control y luego todo deja de estarlo».
Irán es uno de los mayores exportadores de crudo del mundo y también está en el borde del estrecho de Ormuz, un punto de estrangulamiento crítico a través del cual fluye aproximadamente una quinta parte del consumo mundial diario y que Irán ha amenazado antes con cerrar en represalia a la presión occidental.
El presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió que Irán, que prometió una dura respuesta, se había buscado el ataque al resistirse a las exigencias estadounidenses en las conversaciones para restringir su programa nuclear, y le instó a llegar a un acuerdo, «siendo los próximos ataques ya planeados aún más brutales».
En los mercados, la atención volvió a centrarse en las implicaciones reales del conflicto.
Tanto los inversores como los bancos centrales se han estado debatiendo sobre la dirección que tomarán las tasas de interés a partir de ahora, dado el probable impacto al alza de los aranceles estadounidenses sobre los precios al consumo y el crecimiento.
Los ataques del viernes por parte de Israel se sumaron a ese dilema, por la consiguiente subida del precio del petróleo a máximos de cinco meses y medio.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos trataban de beneficiarse de la demanda por refugio, pero los rendimientos a 10 años cotizaban estables en torno al 4,36%.
EL DÓLAR REGRESA
El dólar, que durante semanas se ha llevado la peor parte de la aversión al riesgo de los inversores, volvió a asumir el papel de refugio por excelencia.
«El dólar está volviendo a su papel tradicional de refugio, algo que no veíamos desde hace meses», dijo Fiona Cincotta, estratega de City Index.
«Los mercados de renta variable están bajando en un contexto de búsqueda de refugio y aversión al riesgo, lo que ha dado al dólar un impulso muy necesario desde los mínimos en los que cotizaba».
El S&P 500 caía un 0,7% en las primeras operaciones del viernes, pero se mantenía cerca de los máximos históricos alcanzados en febrero.
El dólar ha bajado un 10% frente a una cesta de otras seis divisas este año por la desconfianza en los activos estadounidenses debido a la guerra comercial, pero los inversores lo abrazaba el viernes a expensas de las acciones, las criptomonedas, las materias primas industriales y monedas de refugio como el franco suizo y el yen.
El gestor de fondos de renta fija de Marlborough, James Athey, afirmó que existe el riesgo de que los inversores se apresuren demasiado a considerar la ausencia de una escalada de la tensión como una luz verde para volver a entrar en activos como las acciones.
«En general, los mercados tienden a pasar por alto este tipo de acontecimientos con bastante rapidez, pero por supuesto ahí radica el riesgo de complacencia», dijo. «La situación es realmente tensa y delicada, y los activos de riesgo siguen cotizando a la perfección».
Goldman Sachs
Goldman Sachs dijo que incorporó una mayor prima de riesgo geopolítico en su perspectiva ajustada del precio del crudo para el verano boreal de 2025, pero sigue asumiendo que no habrá interrupciones en el suministro petrolero de Oriente Medio después de que Israel atacó Irán.
El banco mantiene su previsión de que el sólido crecimiento de la oferta fuera del esquisto estadounidense hará bajar los precios del Brent y el WTI a 59 y 55 dólares por barril, respectivamente, en el cuarto trimestre de 2025, y a 56 y 52 dólares en 2026.
El caso base del banco es que la prima de riesgo geopolítico disminuirá si la oferta de petróleo no se ve afectada.
Sin embargo, en un escenario en el que los posibles daños a la infraestructura de exportación iraní reduzcan temporalmente el suministro en 1,75 millones de barriles diarios y la producción extra de la OPEP+ compense la mitad del déficit máximo iraní, el Brent podría alcanzar algo más de 90 dólares antes de volver a caer a los 60 dólares en 2026, según el banco.
«Los precios del petróleo podrían subir aún más en escenarios extremos, en los que la producción regional de petróleo o el transporte marítimo se vieran afectados de forma negativa», añadió el banco.
Los futuros del crudo Brent cotizaban el viernes cerca de 74,74 dólares por barril, mientras que los del West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) se situaban en 73,65 dólares.