Mirando hacia el 2024, y según análisis de los expertos de Protección, se prevé que las dinámicas empresariales continúen transformándose bajo la influencia de la economía, las finanzas y la evolución de los hábitos de los consumidores con enfoque de sostenibilidad. En el transcurso del 2023, estos factores han desencadenado cambios significativos en la forma en que operan las empresas. Por lo que la rápida adaptación a estas tendencias emergentes se presenta como una necesidad imperativa para aquellas empresas que buscan mantenerse a la vanguardia y prosperar en un entorno volátil.

Bajo esa premisa, y a pesar de las elevadas posibilidades de recesión a principios de este año, los principales bancos centrales a nivel global lograron contener las presiones inflacionarias y mantener la actividad económica en terreno positivo en 2023. Para el 2024, se prevé un escenario de aterrizaje suave para la economía global, con beneficios para la renta variable y en especial para la renta fija ante un posible inicio de recorte de tasas en las grandes economías.

“A partir de nuestros análisis auguramos un 2024 con mayores expectativas en términos económicos, aunque este escenario puede resultar frágil y con algunos riesgos de afectación generados por los efectos rezagados de la política monetaria, las tensiones de la geopolítica mundial, las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y el proceso de reformas en el mercado local”, explica Julián Cárdenas, especialista estratega de ahorro e inversión de Protección.

En ese sentido, en el ámbito local, las recientes cifras de crecimiento económico reflejan un ritmo más lento de lo esperado debido a la caída en la inversión. Factores como la política monetaria restrictiva, menor ejecución, la incertidumbre regulatoria y política contribuyeron a esta desaceleración.

“En sintonía con el contexto nacional y de la región, desde Protección consideramos relevante que se consolide en el país un ambiente positivo que genere confianza a los inversionistas que quieren traer o mantener sus inversiones, alejándonos un poco del ruido internacional que nos puede permear de los mercados.  En ese sentido, proyectamos un crecimiento económico entre el 1% y 1.5% para el 2024 y esperamos que en el cierre del 2023 se dé una mejora fiscal”, comenta Juan David Correa, presidente de Protección.

Aunque los grandes emisores en el mundo mantienen el tono firme de tasas elevadas, de acuerdo con las señales evidentes de desaceleración y el aumento del desempleo, motivarán los primeros recortes de tasas de interés y posiblemente se lleven a cabo acciones coordinadas de estímulo, con alta probabilidad, en el segundo semestre de 2024.

“Ese cambio de marcha generará, como es natural, un aumento en la volatilidad. Posiblemente transitaremos niveles de crecimiento más bajos a los actuales, con menores precios y tasas más bajas el próximo año. Aunque actualmente se mantiene un buen momentum en la actividad para el cierre de año, la magnitud de la desaceleración a futuro es incierta. La reducción en el ritmo de producción industrial, las más apretadas condiciones financieras y el deterioro en las cifras del mercado laboral tendrán un efecto mayor en el enfriamiento de la economía global”, explica Cárdenas.

En cuanto a la inflación, se proyecta que se acerque al límite superior del rango meta del emisor (4%), con riesgos al alza por ajustes en el salario mínimo, el Fenómeno de El Niño y disrupciones en el mercado de energía global. Anticipamos que el Emisor iniciará un proceso de recorte de tasas de interés, con ajustes estimados cercanos a 500 puntos básicos en el año, partiendo de un 13.25% actual.

“Ante la posible mayor volatilidad en los activos financieros que nos puede ofrecer 2024, las personas requerirán mantener amplia diversificación en sus estrategias de inversión, depositando la administración de sus recursos en compañías que cuenten con el conocimiento y experticia en este sector”, afirma Correa.

Desde la perspectiva de la sostenibilidad, se anticipa que las empresas continúen adoptando prácticas responsables que trasciendan la búsqueda de resultados financieros, orientándose hacia la generación de un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, considerando factores Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ASG). Se proyecta un aumento en el interés por inversiones con propósito, con proyectos meticulosamente diseñados para proporcionar retornos financieros con beneficios sociales y ambientales.

Protección, por ejemplo, invierte buscando generar valor para la sociedad y el planeta, privilegiando la inversión en iniciativas que son sostenibles. Cuidar y proteger los más de 150 billones de pesos en activos y patrimonio de sus clientes (8 millones de personas y 500.000 empresas) es un compromiso primordial para la empresa.

“En la compañía, estamos convencidos de que la inversión sostenible es una convicción, a través de la cual generamos valor y apalancamos el crecimiento y solidez, tanto de las empresas como de los recursos que nuestros clientes nos han confiado para construir su futuro. Así, se pueden prever y gestionar los riesgos y las oportunidades que influyen en la generación de valor, y la sostenibilidad de las industrias y el planeta”, agrega Correa.

Cabe destacar que, para el 2024, Protección tiene la mirada puesta con una continua visión de cumplir las metas patrimoniales de los afiliados. La Compañía se ajustará a los cambios del mercado para así buscar un crecimiento anual del 5% en todas las regiones del país y en todas las actividades económicas. El panorama de mercados de Protección fue presentado por la compañía en el Summit de inversiones 2023 que se llevó a cabo el martes 12 de diciembre en el marco del World Congress 2023, que se realizó por primera vez en la ciudad de Medellín.