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24 de abril de 2023El uso eficiente y sostenible de la Tierra se ha convertido en uno de los mayores retos para la producción de alimentos y, no es para menos, a medida que crece la población, hay una mayor demanda de alimentos y por ende más presión y excesos de labranza, lo que puede provocar destrucción en la estructura natural del suelo, afectando sus características físicas, ocasionando erosión e incluso su desertificación.
Frente a este escenario y en su compromiso con la sostenibilidad, Corteva Agriscience se ha enfocado en la innovación agrícola con productos sostenibles que ayudan a los agricultores a proteger sus cultivos contra las malezas, insectos y enfermedades, que crean resiliencia en un clima cambiante y minimizan los impactos en los recursos naturales como el suelo y la tierra.
Al mismo tiempo, la compañía está comprometida a capacitar a los agricultores, quienes juegan un rol importante en la conservación del ecosistema, pues en sus manos está la adopción de buenas prácticas agrícolas más sostenibles que contribuyan a garantizar el futuro del planeta. Al respecto, desde su programa educativo en campo ‘Red de Custodia’, Corteva recomienda cinco prácticas que ayudarán a los agricultores a cuidar la Tierra:
1. Toda la información que contienen las etiquetas de los productos para la protección de cultivos es el resultado del compromiso con la innovación, que se basa en grandes inversiones de recursos. De ahí la importancia de leer siempre la etiqueta y comprender los pictogramas que están en ella para hacer un buen uso del producto y de esta forma minimizar al máximo los riesgos para el entorno, incluidos los organismos benéficos que viven en el suelo y la fauna.
2. Es muy importante hacer el triple lavado (es decir, lavar tres veces) de los envases vacíos para evitar que queden residuos del producto y puedan contaminar la tierra o el agua. Este es un proceso que se realiza para recuperar los envases y empaques que contuvieron productos para la protección agropecuaria, con el fin de evitar daños al ambiente, ecosistemas y las personas.
3. Los envases de plaguicidas deben llevarse al centro de acopio de Campo Limpio más cercano. Dicha entrega le permite al agricultor recibir una certificación de devolución de envases que es la evidencia de su correcto manejo ambiental, lo que facilita sus procesos de certificación en buenas prácticas agrícolas, ISO, certificados para exportar y acceder a mercados. Pues, cuando los agricultores efectúan prácticas amigables con el ambiente, como es la disposición correcta de los envases de los productos fitosanitarios que aplican en sus campos de cultivo, no solo están cumpliendo con requisitos indispensables para la agroexportación, sino que también evitan que estos queden tirados en los terrenos de cultivo, lo que podría generar daños a la tierra, la salud y el medioambiente. Así, los envases vacíos de agroquímicos son transportados a un destino final autorizado, de acuerdo con el tipo de material puede ser enviado a reciclaje, co-procesamiento o incineración controlada.
4. La labranza del suelo es uno de los aspectos a tener en cuenta cuando se habla de su conservación. Si bien es necesaria en algunos casos para una agricultura exitosa, también es cierto que un exceso de esta destruye su estructura natural afectando sus características físicas. Por ello, adoptar prácticas de labranza mínima, es decir, intervenir lo menos posible al momento de cultivar, permite que la actividad natural que se desarrolla en el suelo se mantenga, previniendo su deterioro.
5. Una tierra saludable garantiza no solo la seguridad alimentaria, también contribuye en la mitigación del cambio climático ya que almacena el mayor número de carbono y disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Es por eso que contar con un adecuado manejo de plagas que incluya el uso de productos convencionales y de microorganismos ayudará a recuperar la materia orgánica de los suelos. Adicionalmente, Corteva en su compromiso con la educación, capacita a los agricultores en prácticas sostenibles que eviten quemas a cielo abierto de envases que contuvieron agroquímicos. “Cuidar la Tierra debe ser una responsabilidad compartida en toda la cadena de valor de la producción agrícola. Por eso, creemos firmemente que para lograr una agricultura sostenible es necesario seguir generando conciencia en las personas sobre sobre el autocuidado, el manejo seguro de los productos fitosanitarios y el respeto por la salud humana y el ambiente”, puntualizó Carolina García, líder del programa Red de Custodia de Corteva.