(Bloomberg) — Los funcionarios del Banco Central Europeo están prácticamente descartando un segundo recorte de tasas de interés en julio, y algunos también se preguntan si tal medida sería prudente en la siguiente reunión en septiembre, según personas familiarizadas con el asunto.

En el debate del jueves apenas se consideró la posibilidad de realizar un nuevo recorte el mes que viene, y actualmente no hay un consenso establecido sobre una disminución en la reunión posterior del 12 de septiembre, cuando publicarán su próxima ronda de previsiones trimestrales, dijeron las personas, que declinaron ser identificadas porque las conversaciones sobre el asunto son privadas.

Sin embargo, los responsables de la política monetaria no tenían dudas de la necesidad de llevar a cabo un primer recorte de tasas esta semana, teniendo en cuenta que los inversionistas ya habían recibido señales de forma consistente de ello.

Un portavoz del BCE declinó realizar comentarios sobre la opinión de los responsables políticos sobre las perspectivas de los costos de endeudamiento.

La falta de una postura concreta sobre el camino a seguir apunta a una sensación de desorden que ahora ensombrece al Consejo de Gobierno después de que los funcionarios acompañaran un recorte bien marcado de los costos de endeudamiento con proyecciones que elevaban las perspectivas de inflación para este año y el próximo.

El gobernador del banco central austriaco, Robert Holzmann, llegó a oponerse a la decisión, a pesar de haber indicado previamente que la apoyaría. Argumentó en una declaración posterior que “las decisiones basadas en datos deben ser decisiones basadas en datos”. Esto sugiere que las cifras del 31 de mayo, que mostraban una inflación más rápida de lo esperado, pueden haber influido en su opinión.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, recurrió al mantra de la autoridad monetaria de “depender de los datos” y de decidir el curso de las tasas “reunión por reunión” cuando los periodistas le preguntaron por las perspectivas del costo de endeudamiento.

“¿Estamos entrando en una fase de reducción de tasas? Yo no lo aseguraría”, declaró a los periodistas en Fráncfort. “Hay una fuerte probabilidad, pero dependerá de los datos, y lo que es muy incierto es la velocidad a la que viajamos y el tiempo que tardaremos”.