(Bloomberg) — El impacto de la decisión de Joe Biden de bajar su candidatura a la reelección y apoyar a Kamala Harris como su heredera forzosa tuvo un impacto inmediato en la carrera, medido en contribuciones de campaña, mercados de predicción y apoyos.

Los próximos días dirán si las encuestas seguirán el ejemplo.

Un primer indicio es una encuesta nacional de Morning Consult —el primer sondeo importante desde el anuncio de Biden el domingo— que ubica a la vicepresidenta dos puntos porcentuales por detrás del exmandatario Donald Trump, 47% a 45%, dentro del margen de error. Es una mejora respecto a la diferencia de seis puntos que tenía Biden antes de abandonar la carrera.

Hay motivos para creer que poner el nombre de Harris en la papeleta podría ayudar a los demócratas. Según algunas encuestas, a la vicepresidenta le iría mejor que a Biden en enfrentamientos directos contra Trump.

Durante meses, los sondeos sobre un enfrentamiento alternativo entre Harris y Trump mostraban que su desempeño era inferior al de Biden por varios puntos porcentuales. Entre ellos, la encuesta Bloomberg News/Morning Consult de los estados en disputa, que ubicaban a Harris por detrás de Trump por siete puntos porcentuales, frente a los cuatro de Biden.

Esta dinámica empezó a cambiar tras la desastrosa actuación de Biden en el debate de fines de junio, y a principios de julio Harris obtenía mejores resultados que Biden en enfrentamientos cara a cara contra Trump: 1,6 puntos porcentuales mejor en el promedio de RealClearPolitics el domingo.

Al mismo tiempo, el repunte de Trump en los sondeos posteriores a la Convención Nacional Republicana la semana pasada le dio la mayor ventaja frente a Biden en el promedio de encuestas nacionales FiveThirtyEight.

Pero las alternativas probadas no son lo mismo que los candidatos reales, y el surgimiento de una opción multirracial de 59 años podría hacer que algunas personas, especialmente los votantes más jóvenes, las mujeres y las minorías étnicas, dejaran de lado su candidatura.

“Esto podría cambiar la campaña, porque tiene un significado histórico que no se puede captar en una situación hipotética. Y ahora que lo estamos viendo de verdad, podría mover la aguja”, señala Spencer Kimball, encuestador del Emerson College.

Algunos demócratas podrían haber sido reacios a decir que apoyaban a Harris porque Biden ya era el presunto candidato, dijo Kimball. Ahora, esos votantes serán libres de decir que respaldan inequívocamente a Harris. Ningún otro demócrata prominente ha dicho que vaya a disputarle la nominación demócrata antes de la convención del partido en agosto.

Sin embargo, el avance de Harris, si lo consigue, podría ser efímero. El electorado está estrechamente dividido, e incluso acontecimientos trascendentales como la actuación de Biden en el debate, el intento de asesinato de Trump y la convención republicana solo movieron los promedios de las encuestas en tres puntos en conjunto.

“Veremos cómo se desarrollan las cosas ahora que la carrera se ha agitado, pero creo que tardará tal vez hasta la convención hasta que la carrera se asiente”, dijo Kimball.