(Bloomberg) — La economía de la eurozona se expandió más de lo estimado a principios de 2022, aunque la mejora fue impulsada por el comercio y puso de manifiesto la presión sobre los consumidores.

En el primer trimestre, la producción aumentó un 0,6% respecto de los tres meses anteriores, superando una lectura previa de una expansión del 0,3% publicada el mes pasado. Pero incluso cuando el empleo aumentó un 0,6%, el consumo cayó un 0,7% en medio de bloqueos prolongados, dijo Eurostat el miércoles.

El bloque monetario de 19 naciones se enfrenta a fuerzas contradictorias, ya que la flexibilización de las restricciones por el covid-19 coincide con la guerra de Rusia en Ucrania. Mientras que los hogares y las empresas sufren el aumento de los precios, el sector de los servicios experimenta una fuerte demanda y el turismo se prepara para una excelente temporada de verano. El impulso subyacente está animando a las autoridades del Banco Central Europeo a reducir el estímulo y se espera que en julio se realice la primera alza de tasas de interés en más de una década. El BCE presentará nuevas previsiones económicas el jueves cuando el Consejo de Gobierno concluya una reunión de dos días para decidir los próximos pasos de la política monetaria.