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(EFE).- El Banco Central Europeo (BCE) ha subido este jueves sus tipos de interés en medio punto porcentual, hasta el 2,50 %, su nivel más alto en 14 años, y ha informado de que los seguirá aumentando en 2023.
«Los tipos de interés tendrán que incrementarse aún significativamente a un ritmo sostenido hasta alcanzar niveles suficientemente restrictivos para asegurar» que la inflación vuelve al objetivo del 2 % a medio plazo, según el BCE.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha especificado que van a subir más los tipos de interés en medio punto porcentual en las próximas reuniones, en la de febrero con seguridad y con probabilidad en las posteriores, pero la decisión dependerá de los datos económicos.
«Parece obvio que, con los datos que tenemos hasta ahora, (…) deberíamos esperar una subida de los tipos a un ritmo de 50 puntos básicos durante un periodo de tiempo», ha explicado Lagarde.
También ha dicho que hubo consenso general en el Consejo de Gobierno sobre la estrategia y la dirección que debe seguir la entidad, pero que no todos los miembros estuvieron de acuerdo con la táctica.
«Algunos quisieron hacer más y otros menos», según Lagarde, que ha precisado que todos estuvieron de acuerdo en que hay que ser perseverante en la lucha contra la inflación, que en noviembre fue del 10 % en la Eurozona, por debajo del récord del 10,6 % de octubre y con notables disparidades entre los países miembro.
EL BCE, MÁS AGRESIVO DE LO QUE PREVEÍAN LOS MERCADOS
El BCE está más decidido a luchar contra la inflación de lo que esperaban los mercados.
Para Lagarde las expectativas del mercado sobre hasta dónde llegarán los tipos de interés en este ciclo alcista «no permitirán que la inflación vuelva al objetivo del 2 %» y por ello es necesario hacer más.
«El mensaje que envía el BCE muestra una gran determinación: la declaración de que pretende seguir subiendo los tipos de interés a un ritmo constante sólo puede interpretarse en el sentido de que habrá dos subidas más, de 50 puntos básicos cada una, con un importante riesgo al alza», comenta el economista jefe para Europa del gestor de fondos DWS, Martin Moryson.
El BCE también ha revisado este jueves al alza sus previsiones de inflación hasta el 2024 y las de crecimiento para este año, pero en 2023 prevé un crecimiento menor.
No espera una fuerte caída de la actividad económica durante el invierno, sino sólo una leve recesión en el cuarto trimestre de este año y el primero de 2023.
«Si se produjera una recesión, sería relativamente corta y poco profunda», según el BCE.
«El BCE prevé que la tasa de inflación descienda muy lentamente y que, incluso en 2025, siga estando por encima del valor objetivo del BCE», destaca Moryson.
El BCE debe convencer aún más a los mercados de su determinación. En la actualidad, ya ha recorrido un buen trecho de este camino, como atestiguan las fuertes reacciones de los mercados», considera Moryson.
Los rendimientos de la deuda suben, el euro se aprecia con fuerza y la renta variable pierde terreno.
Alfredo Jiménez, del Instituto Español de Analistas, destaca que «nunca había tenido lugar una subida tan rápida e intensa de los tipos de interés desde que existe el euro, ya que en 5 meses los tipos han subido el 2,5 % y las subidas no acabarán aquí».
EL BCE REDUCE SU BALANCE
El balance del BCE es en estos momentos de casi 8,5 billones de euros, de esta cantidad casi 5 billones de euros corresponden a la deuda mantenida con fines de política monetaria.
El BCE dijo que va a reducir su balance a «ritmo mesurado y predecible».
Para ello va a reducir, a partir de principios de marzo de 2023, su cartera de deuda del programa de compra de activos en 15.000 millones de euros mensuales.
El BCE adquirió estos bonos para que los tipos de interés fueran bajos en todos los países de la zona del euro.
Como resultado de la crisis financiera mundial en 2008, y de la crisis de endeudamiento soberano posterior, el BCE bajó sus tipos de interés hasta el 0 % y la tasa de depósito hasta el -0,50 %.
Al no poder reducir más las tasas de interés porque apenas tendría efecto, el BCE comenzó a comprar deuda pública y privada de la zona del euro de modo que presionaba a la baja los tipos de interés a largo plazo.
Las compras netas de este programa de compra de deuda finalizaron en julio de 2022, pero el BCE ha reinvirtido los bonos adquiridos que vencían.
Ahora el BCE dejará de reinvertir los bonos en promedio 15.000 millones de euros mensuales hasta el final del segundo trimestre de 2023 y a, partir de entonces, su ritmo se determinará más adelante.
En su próxima reunión de febrero, el BCE anunciará los parámetros detallados para reducir las tenencias de deuda de este programa.
Los vencimientos de la deuda adquirida con el programa de compra de activos los próximos doce meses son de 340.000 millones de euros, según cifras de UniCredit.
Cuanto mayor sea la cantidad mensual, mayor será la probabilidad de que se cree presión en los diferenciales.
