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17 de octubre de 2025Tras dos décadas de la izquierda en el poder, Bolivia enfrentará una dura realidad económica

(Bloomberg).- Las elecciones presidenciales del domingo en Bolivia pondrán fin a dos décadas de gobierno socialista que llevaron la economía al borde del colapso. Pero la euforia de los votantes e inversionistas ante la posibilidad de un cambio pronto dará paso a la realidad a una difícil realidad económica.
Los bonos soberanos del país andino han rendido casi 40% este año, entre los de mejor desempeño de los mercados emergentes, impulsados por las expectativas de políticas más favorables al mercado sin importar quién gane el balotaje entre el senador centrista Rodrigo Paz y el exmandatario conservador Jorge “Tuto” Quiroga.
Los diferenciales de los bonos se han reducido casi ocho puntos porcentuales, según datos de JP Morgan Chase & Co.
Las señales han sido innegablemente positivas para los mercados desde agosto, cuando el candidato del partido Movimiento al Socialismo, del saliente presidente Luis Arce y del histórico líder izquierdista Evo Morales, terminó en un distante sexto lugar en la primera vuelta. Pero los fundamentos de la debilitada economía boliviana —una inflación desbocada, un déficit fiscal en alza y una grave escasez de dólares— cuentan otra historia.
El ganador “heredará no solo cuentas agotadas, sino también una sociedad ya tensionada por la escasez y la inflación”, escribió Jonathan Fortun, economista sénior del Instituto de Finanzas Internacionales, en un informe del 9 de octubre. No hay, argumenta, “una narrativa limpia de recuperación” tras las elecciones, sino una elección entre recortes rápidos pero dolorosos o reformas fiscales más graduales.
Casi ocho millones de bolivianos están habilitados para participar en la votación obligatoria del domingo.
EE.UU. también sigue de cerca el proceso, ya que ambos contendientes han prometido fortalecer lazos con el país. Tras reafirmar esta semana su apoyo al presidente libertario argentino Javier Milei, el presidente Donald Trump señaló a Bolivia como uno de los países sudamericanos gobernados por la izquierda que espera ver cambiar de rumbo.
Las elecciones presidenciales en América Latina durante los próximos meses, incluidas las de Chile y Colombia, también podrían llevar a nuevos líderes de centro-derecha al poder.
Se espera que ambos candidatos deban eliminar los subsidios a los combustibles y permitir que la moneda, el boliviano, se debilite, medidas impopulares que podrían provocar agitación social. Enfrentar las crecientes obligaciones de deuda externa será otra prueba temprana.
Bolivia debe pagar en marzo US$333 millones por un eurobono al 2028. Además enfrenta más de US$400 millones en pagos anuales durante los dos años siguientes, y luego otros US$677 millones en 2028.
Bolivia alberga las mayores reservas de litio del mundo y fue durante años un importante exportador de gas natural.
Las últimas encuestas muestran a Quiroga, quien gobernó brevemente entre 2001 y 2002, con una ventaja de unos ocho puntos. Pero Paz lo superó en la primera vuelta de agosto con la promesa de implementar un “capitalismo para todos”.
Enorme tarea
El otrora dominante MAS se fracturó luego de que Morales y Arce se enfrentaran duramente por el liderazgo en medio de la profunda crisis económica.
Paz parece captar parte del voto del MAS, y también se beneficia de su compañero de fórmula, Edman Lara, un popular exoficial de policía conocido por haber denunciado casos de corrupción.
Ambos candidatos presentan propuestas económicas similares para contener el gasto público y eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles, aunque difieren en los mecanismos compensatorios. También coinciden en poner fin al tipo de cambio fijo vigente desde 2011 y en atraer inversión extranjera para generar empleo.
Paz respalda la legalización de vehículos importados de forma ilegal y mayores beneficios sociales. Quiroga, en cambio, propone un modelo conservador más ortodoxo que busca apoyo entre los votantes de ingresos medios, especialmente escépticos del MAS.
Ambos deberán abordar el colapso cambiario, la alta inflación y la escasez de combustible y dólares, según Ricardo Hausmann, profesor y director del Growth Lab de la Universidad de Harvard. Los precios al consumidor han subido más de 23% en los últimos doce meses hasta septiembre.
También será necesario restaurar el crecimiento económico tras una contracción de 2,4% en la primera mitad del año, además de enfrentar la creciente carga de deuda.
“El problema de Bolivia no es la deuda en sí, sino su incapacidad para financiar el gasto fiscal”, señaló Hausmann.
Si el próximo gobierno busca un nuevo préstamo del FMI, probablemente será inevitable una reforma del perfil de la deuda, ya que el organismo no querrá que sus recursos se utilicen para pagar pasivos con acreedores privados, dijo Ricardo Penfold, director gerente de Seaport Global. “Un programa con el FMI implicaría probablemente una depreciación, y una depreciación real de 50% elevaría la deuda en 13 puntos porcentuales del PIB”, agregó.
Se necesitarían reformas constitucionales para atraer capital privado a los sectores energético y minero, ya que la reforma promovida por el MAS hace 16 años estableció un fuerte control estatal sobre la extracción de recursos naturales y desalentó la inversión extranjera.
Aunque tanto Paz como Quiroga se han pronunciado a favor de cambiar esas políticas, sus partidos necesitarán forjar alianzas más amplias en el Congreso para reunir los votos necesarios.
En las semanas previas a la votación, la escasez de combustible se ha agudizado, con conductores que esperan días en largas filas para llenar sus tanques. El ministro de Energía, Alejandro Gallardo, reconoció recientemente que las reservas de diésel están agotadas debido a la falta de dólares. Agricultores y sectores industriales también se han visto afectados.
“La tarea es enorme y debe hacerse en paralelo, no por etapas. La gente debe sentir que los tres problemas inmediatos —inflación, acceso a dólares y combustible— se están resolviendo”, afirmó Carlos Toranzo, economista y analista político radicado en La Paz.
Las urnas abrirán el domingo a las 8 a.m. hora local y cerrarán a las 4 p.m., con resultados preliminares previstos para alrededor de las 8 p.m.