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10 de agosto de 2023(EFE).- Organizaciones internacionales, Gobiernos y dignatarios de todo el mundo condenaron en las últimas horas de manera unánime el “cobarde asesinato» del candidato presidencial Fernando Villavicencio, al tiempo que se mostraron preocupados por sus repercusiones en la democracia de Latinoamérica y le pidieron a Ecuador que el crimen no quede impune.
El asesinato a balazos el miércoles de Villavicencio, que semanas atrás había denunciado amenazas de muerte en su contra, conmocionó a Ecuador en medio de la campaña electoral para los comicios generales extraordinarios del próximo 20 de agosto que ya giraba antes en torno a la crisis de seguridad que atraviesa el país, con recurrentes asesinatos, matanzas y motines carcelarios por parte de bandas del crimen organizado, a las que el candidato había prometido combatir.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, que ratificó la realización de los comicios en la fecha en que estaba previsto, decretó el estado de excepción por 60 días para el despliegue de efectivos militares en todo el país.
Ante la grave situación que se vive, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del ente que “el enemigo de la democracia es el crimen organizado», y agregó que el organismo está dispuesto a hacer esfuerzos para «asegurar el Estado de derecho» en Ecuador.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, aseguró a su vez que la violencia contra representantes políticos «es una seria amenaza al proceso electoral», y pidió a las autoridades ecuatorianas que la investigación del asesinato sea «transparente, exhaustiva e independiente”.
AYUDA DEL FBI EN TERRENO
El Gobierno de EE.UU. afirmó que el asesinato supone un «ataque descarado» contra la democracia y el Estado de derecho en Ecuador”. Su secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró que su país «está preparado para apoyar a las autoridades locales para llevar a los perpetradores de este acto atroz ante la Justicia».
Y para ello ofreció «asistencia investigativa urgente», según escribió en un mensaje en Twitter el embajador estadounidense en Ecuador, Michael Fitzpatrick, quien se refirió a Villavicencio como un «luchador contra los corruptos y narcodelincuentes que han hecho tanto daño al Ecuador».
Este mismo jueves llegará al país suramericano una delegación del FBI para apoyar la investigación del crimen y garantizar que no quede en la impunidad.
En el mismo sentido se pronunció la Unión Europea, que dijo “que los autores y organizadores de este atroz crimen deben ser llevados ante la Justicia».
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, en un comunicado en nombre de la U, recalcó que «para garantizar un proceso electoral democrático libre, es crucial que se adopten medidas enérgicas de protección de todos los candidatos electorales».
España, por su parte, subrayó que “apoya el proceso electoral ecuatoriano, su democracia y a las autoridades de ese país para que se investigue esta trágica muerte y se juzgue a los culpables”, mientras que China, a través de su Embajada en Ecuador, condenó “enérgicamente” el crimen.
También Italia condenó el «cobarde asesinato» del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, que calificó como un duro golpe a la vida democrática del país», según publicó en redes sociales el ministro de Exteriores y vicepresidente italiano, Antonio Tajani.
Panamá, Costa Rica y República Dominicana, países fundadores de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), también rechazaron «toda amenaza y acción de violencia electoral” en Ecuador.
Los miembros de este espacio de diálogo y coordinación estratégica enfatizaron que «se debe garantizar la seguridad de los candidatos a la presidencia para que el proceso electoral puede llevarse a cabo con la participación de la ciudadanía en un marco de transparencia y pluralismo, necesarios para la preservación de la paz y la democracia».
Por su parte, el Gobierno colombiano mostró su rechazo «de manera vehemente» un acto que consideró que «atenta contra líderes, el pueblo y la democracia del país vecino”. En tanto, el expresidente Iván Duque pidió a las autoridades ecuatorianas esclarecer «con urgencia» ese crimen.
En Bolivia, cuyo Gobierno también condenó el crimen, el expresidente Evo Morales expresó su «repudio al atentado cobarde y criminal que terminó con la vida» de Villavicencio, mientras que el también exmandatario y principal líder opositor Carlos Mesa aseguró “que las bandas criminales se impondrán si los Estados siguen siendo permisivos e ineficientes para combatirlas sin tregua, sin temores y sobre todo sin la complicidad que les garantiza impunidad”.
El Gobierno de Uruguay expresó su «condena y consternación» ante el asesinato de Villavicencio, Argentina manifestó su “repudio” por dicho crimen, mientras que Brasil mostró “confianza en que los responsables por este acto deplorable serán identificados y llevados a la Justicia” y Guatemala lo condenó “firmemente”.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, advirtió de que «son momentos muy difíciles, lamentables”, para acto seguido asegurar que «no hay elementos» que sostengan la versión de que el Cártel de Sinaloa estuvo detrás del asesinato de Villavicencio, quien el 31 de julio había reportado amenazas de José Adolfo Macías Villamar, alias «Fito», identificado como líder de Los Choneros, grupo con nexos con el Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, y aunque también recalcó que «no hay ninguna evidencia» de la participación de cárteles mexicanos en el asesinato, la canciller de México, Alicia Bárcena, afirmó que permanecerán «atentos» ante cualquier revelación sobre el móvil del crimen.
La Policía de Ecuador ya aclaró que los seis detenidos por el asesinato de Villavicencio son colombianos.
PREOCUPACIÓN DENTRO Y FUERA DE AMÉRICA POR LA DEMOCRACIA
Frente a las repercusiones del crimen, Perú expresó su “más firme rechazo a todo acto de violencia e intimidación que afecte el desarrollo de la democracia en la región”, y el presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, que tomará posesión el próximo martes, lo repudió y condenó, expresando, al igual que la mayoría del mundo, su solidaridad con Ecuador “en este difícil momento”. Con esa preocupación en mente, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, manifestó que «derrotar el crimen organizado es el mandato de nuestras democracias”.