Las propuestas para el próximo gobierno no son un tema coyuntural, sino que deben tener una visión de mediano plazo. Por ello, hemos recogido el inventario de propuestas del sector empresarial de los últimos años, analizado qué se ha hecho y qué no se ha hecho.
Una autopista de dos carriles
El país debe enfocarse en una estrategia claramente delimitada por dos carriles: la superación de la pobreza y el robustecimiento de la actividad empresarial. Ninguno de los dos carriles puede funcionar independiente del otro, los necesitamos a los dos, y necesitamos que avancen a un ritmo similar. Solo de esta forma podemos pensar en un futuro sostenible desde el punto de vista económico y social. Es decir, políticas basadas solamente en desarrollo empresarial, no tendrán éxito, como tampoco lo tendrán políticas basadas solamente en desarrollo social.
Reingeniería de la estrategia de superación de la pobreza
Hay dos temas que siempre han sido de vital importancia, el empleo y la pobreza. La coyuntura actual nos exige abordarlos con la máxima urgencia. En este momento, Colombia tiene una posibilidad de lograr avanzar en los dos carriles.
El país necesita abordar el reto de reestructuración de su política de superación de la pobreza, donde uno de los componentes está en la población más vulnerable. Toda la estrategia tiene que estar sustentadas en un respaldo representado por recursos fiscales.
En la misma dirección, la generación de empleo tiene que estar acompañada con políticas de apoyo empresarial.
Estrategia industrial frente a nuevas realidades globales
El país debe implementar una posición estratégica en materia de política industrial integral y de comercio internacional ante la nueva realidad de los mercados y las relaciones internacionales. La política industrial debe tener tres aspectos fundamentales: inversión, competitividad, internacionalización e innovación tecnológica. La interrupción de la cadena de suministro y el desacople de la globalización, exige un sector empresarial moderno y que se ajuste a las nuevas condiciones de los mercados. Por lo anterior, es necesario consolidar las cadenas productivas, producir bienes de mayor valor agregado, sofisticar y diversificar la canasta exportadora, contar con una estrategia de internacionalización, buscar de ser parte de las cadenas globales de valor y atraer la localización de esas cadenas en el país.
En lo internacional, el país también tiene que jugar un papel más protagónico, donde las decisiones de comercio internacional tengan en cuenta problemas y tendencias mundiales como es el caso de las coyunturas actuales de desabastecimiento, altos precios, volatilidades, y como estas a su vez están impactando a la población colombiana.
En la misión de internacionalización, se discutió la política internacional de Colombia contemplando una actitud menos ingenua y más negociadora en el contexto internacional.
El conflicto actual entre Rusia y Ucrania ha puesto en evidencia en los países europeos y en el mundo, la importancia que tienen dos grandes desafíos: la seguridad alimentaria y el abastecimiento mineroenergético.
Nuevas oportunidades basadas en la baja huella
En el documento también hacemos hincapié en una gran oportunidad poco equiparable que tiene Colombia. El país cuenta con una economía limpia, tanto por la generación de energía eléctrica y por la posición geográfica estratégica privilegiada. Es importante mencionar que Colombia cuenta con la novena matriz de generación más limpia en el eje de sostenibilidad ambiental, la posición geográfica de los puertos se traduce en menores emisiones debido a la menor distancia hacia los mercados mundiales frente otros puertos, y contamos con una política pública competitiva para la transición energética.
Cada vez tendremos con mayor frecuencia consumidores donde la baja huella de carbono se convierte en un diferenciador que determina la decisión de consumir. Incluso, podemos anticiparnos y pensar en sellos que informen la huella de carbono de cada producto.
En la misma dirección es necesario abordar el tema de sostenibilidad. El mundo moderno exige modelos de negocios que profundicen en: la economía circular, la estrategia para reducir las emisiones de CO2 y la reducción de la deforestación. A esto se le sumaria el buen uso del agua.
En nuestro carril de desarrollo empresarial resulta fundamental contar con un entorno amigable para los negocios. Hacer empresa y mantener empresa en Colombia es traumático y costos. Esto tiene que cambiar. Solo por mencionar un caso, se tienen los problemas recientes con el Invima.
Retomando el otro carril en la autopista, en lo social hay que mirar el territorio. No podemos olvidar que hay regiones prácticamente abandonadas donde los niveles de pobreza son mucho mayores. No podemos continuar con un porcentaje tan alto de población no atendida ni de municipios abandonados.
Aquí proponemos un estudio profundo para focalizar bien los subsidios y evitar que estos recursos lleguen a la población que realmente no lo necesitan. Colombia tiene que hacer un programa de focalización, identificación y priorización de los subsidios para que estos respondan a las mayores necesidades de la población. Y finalmente, un programa de redefinición de subsidios e incentivos para superar la multiplicidad de programas que existen hoy en día y que ya cumplieron su función durante la pandemia. El objetivo es bastante ambicioso, se trata de una reingeniería de la política social que cumpla su función y que llegue a la población que realmente lo necesita.
Usualmente, los diagnósticos y los listados de necesidades se recopilan bien en las propuestas de los candidatos, en los debates, en los documentos de los diferentes analistas. Y quizá más importante es definir la estrategia para llevarlo a cabo. Esta estrategia incluye: tiempos, recursos y capacidades.
Oportunidades para el agro colombiano
Un ejemplo que puede ilustrar esta estrategia es el objetivo de seguridad alimentaria que mencionamos anteriormente. Colombia tiene la posibilidad no solo de abastecer sus necesidades sino también en convertirse en una importante despensa mundial. Para ello, se requiere definir claramente el tema del uso de la tierra. De tal forma, que su tenencia y posibilidad de uso, le permitan a el productor tomar la decisión de invertir a largo plazo.
El segundo aspecto que tiene que abordar es el desarrollo de vías terciarias, distritos de riego y centros de acopio. El tercero estaría en la tecnificación del campo y uso de semillas certificadas. A lo anterior se suma, el hecho de que hay que completar la cadena agroindustrial y producir bienes de alto valor agregado.
En conclusión, tenemos que pasar de la identificación de necesidades a la definición de estrategias y esto es válido para todos los temas: internacionalización, superación de pobreza, generación de empleo, apoyo y soporte al desarrollo agroindustrial y agrícola, y sostenibilidad, para mencionar algunos de ellos.
Crear condiciones para generar debates que conduzcan a reformas
Al hacer referencia a los programas para el gobierno, un tema recurrente es las reformas que el país necesita. ¿Estas reformas ya han sido identificadas y la pregunta más bien sería por qué no se han logrado tramitar y cómo podríamos lograrlo?
En ese sentido, nuestra propuesta para el próximo gobierno es desarrollar una estrategia de diálogo social que permita concertar estas reformas.
Recientemente, podemos hablar de lecciones aprendidas en donde la divulgación y concertación en los territorios, la discusión con congresistas, empresarios, y en general, la discusión con los actores relevantes, serían un buen referente.
El empleo: un tema social y empresarial
Otro de los pilares donde es evidente la necesidad de transitar de forma paralela en los dos carriles está en el tema de empleo. Sin duda, el país tiene que generar más empleo y abrirle oportunidades a la población, en particular a los jóvenes y a las mujeres, que son los grupos que presentan mayores tasas de desempleo. La generación de empleo por parte del sector productivo responde a la dinámica del crecimiento, a temas de pertinencia y a la posibilidad de contar con trabajadores que respondan a las necesidades de los nuevos modelos de negocios.
La pandemia nos dejó importantes enseñanzas sobre las ventajas y necesidades de la transformación digital, de la virtualidad y de las nuevas formas de contratación. Allí el país tiene un reto. Nuestra propuesta es, crear un espacio de discusión permanente donde se analicen y posibiliten las formas y tendencias modernas del trabajo.
Superar las limitaciones para tener más empleo, de mejor calidad y disminuir la informalidad
Una estrategia adicional estaría enfocada en abrirnos a discutir los grandes temas nacionales y cómo abordarlos, que son: altas tasas de desempleo e informalidad, nuevas formas de contratación laboral, aumento de la competitividad y productividad, nuevas competencias y habilidades, entre otras.
El mensaje del documento podríamos, entonces, resumirlo en tres grandes estrategias. Una estrategia representada por una autopista de dos carriles, donde el desarrollo del sector empresarial y la superación de la pobreza funcionen de forma paralela. Una segunda estrategia caracterizada por un dialogo social que permita tramitar y concertar las reformas que el país necesita. Y, por último, una tercera estrategia, donde seamos capaces de llevar a cabo una discusión amplia e inclusiva de los grandes temas nacionales. Dicho lo anterior, la propuesta está enfocada en varios frentes: desarrollo económico, desarrollo social, entorno mínimo, ventajas competitivas y aceleradores. Cada uno de estos frentes profundiza en aspectos puntuales de los dos carriles que mencionamos.