En la apertura del 90 Congreso Nacional de Cafeteros, el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo, trazó hoy la hoja de ruta de apoyos del actual Gobierno al sector cafetero.

Esta hoja de ruta está centrada en cuatro objetivos, que son la renovación de cafetales, la financiación del Fondo de Estabilización de Precios del Café (FEPCafé), mitigar los efectos de los retrasos en la entrega de café a futuro, y la producción de café robusta.

Con amplio conocimiento del sector, el ministro hizo explícito el interés del Gobierno en impulsar, vía incentivos, la renovación de poco más de 35.000 hectáreas para contribuir a la meta anual y en últimas mejorar la productividad y rentabilidad del cultivo.

Para esta meta común, anotó, es importante que los comités departamentales aporten los recursos ahorrados a la fecha para la cofinanciación de esta indispensable práctica agronómica.

Ocampo hizo patentes los grandes efectos positivos de la renovación durante la actual ola invernal, muy prolongada, pues mientras que en la de 2009-2011 la producción cayó 30% a niveles mínimos de 7,9 millones de sacos, en 2022 sólo ha disminuido 10%.

En materia de financiación del FEPCafé, el ministro planteó la idea de que la contribución cafetera por cada libra de café exportado no sea fija sino dinámica, ligada a la variación del precio interno, lo cual ayudaría a ahorrar en tiempos de altos precios.

“Está podría haber sido la forma menos costosa y más eficiente para proteger a los pequeños productores durante los choques externos negativos”, anotó.

Invitando a la reflexión, recordó que en los últimos años la cosecha ha alcanzado valores históricos y planteó que, si se hubiera ahorrado al menos el 4% cada año, hoy habría recursos significativos, por más de $1,3 billones, para hacer frente a cualquier eventualidad de precios y evitar afectar la rentabilidad del productor medio.

Al abordar los retrasos de las entregas de café a futuro, hizo un recuento de las diversas acciones que se han adoptado desde el seno del Comité Nacional de Cafeteros, que incluyen la suscripción de acuerdos de pago con cooperativas o la suspensión misma de las compras a futuro, para mitigar sus efectos en las finanzas del FoNC y de las propias cooperativas, y salvaguardar bienes públicos cafeteros tan valiosos como la garantía de compra.

En cuanto a la producción de café robusta, recordó que, en regiones bajas como la Orinoquía, Colombia ofrece un alto potencial para esta finalidad.

Tras hacer un breve recuento de los aportes del sector cafetero al país, incluso en plena pandemia –con los grandes desafíos que ello implicó–, el gerente general de la FNC, Roberto Vélez Vallejo, invitó al ministro Ocampo a que el actual Gobierno vea en el gremio un gran aliado en ejecución de proyectos de desarrollo.

“Este gremio quiere convertirse en un ejecutor de esos recursos de manera tal que, en la forma clara, diáfana y cristalina pero eficiente como lo hace la institución, podamos acompañar al Gobierno nacional en sus ideas e iniciativas hacia el desarrollo del campo colombiano”, dijo.

Más temprano, durante la charla “Redefiniendo el desarrollo cafetero a través de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS)”, a cargo de la ex vicecanciller para asuntos multilaterales Patti Londoño, Vélez Vallejo reconoció que los ODS tienen que convertirse en un lenguaje común universal, que entiendan todos, para dar un nuevo horizonte a la sostenibilidad en la caficultura. El sector cafetero impacta 16 de los 17 ODS.