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17 de enero de 2023El comercio colombiano logró cerrar el fin de año con saldo positivo a pesar del complejo entorno que vive el país, caracterizado por un fuerte aumento en los precios, el encarecimiento de los costos del crédito y por la incertidumbre generalizada respecto al futuro inmediato de la economía.
Según la encuesta mensual de Fenalco revela que en diciembre el 29% de los comerciantes logró aumentar sus volúmenes de ventas frente a igual mes del 2021, 42% vendió cantidades similares y el 29% reportó disminución.
Este resultado refuerza la tendencia a la desaceleración en las ventas que se registra desde septiembre. Cabe anotar que el estancamiento está influenciado por la base de comparación, diciembre de 2021, mes en el que hubo día sin IVA y en el que las ventas de los detallistas según el DANE crecieron 13% en términos reales.
Diciembre, según la Bitácora Económica del gremio, fue el peor mes para los comerciantes en el año recién terminado.
Al consultar por el comportamiento de los márgenes de comercialización en el último tramo del año se encontró que el 52% de las respuestas corresponden a que hubo disminución, el 43% señaló que se mantuvieron con respecto a los del fin de año anterior y un 5% los aumentó.
Este hallazgo indica que el comercio detallista no le trasladó totalmente al consumidor final los reajustes de precios de sus proveedores. La reducción en los márgenes de rentabilidad es algo que el país debe ponderar. De no ser porque los minoristas sacrificaron márgenes a lo largo del año anterior, la inflación hubiera sido mayor.
Incluso en diciembre el DANE reportó un reajuste de tan sólo 0.6% en los precios de la ropa y el calzado, situación explicada por la reducción de márgenes de ganancia vía grandes descuentos y sugestivas ofertas. Reportes que nos han compartido voceros de las grandes cadenas de supermercados indican que los aumentos de precios finales en las categorías de productos de consumo masivo que sus empresas hicieron fueron inferiores a los registros de inflación publicados por el DANE.
Este hecho se refuerza al comparar el comportamiento del Índice de Precios al
Consumidor con el Índice de Precios al Productor. En 2022 el IPC subió 13.12% pero el IPP aumentó mucho más: 21.81%. Los precios de los alimentos para el consumidor final subieron 27.8% y los precios pagados a los productores por parte de los comerciantes subieron 33.5%. En cuanto a expectativas, 35% de los empresarios creé que sus negocios van a mejorar en el corto plazo y 25% se declara pesimista.