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13 de septiembre de 2022En agosto el gasto de los hogares en Colombia fue de $76,4 billones y en los últimos 12 meses llegó a $899,3 billones. Este gasto presentó un crecimiento corriente anual de 16,15%, debido especialmente al aumento en empleo, la inflación y las remesas, según la firma Raddar.
Este gasto tuvo un cambio de -13,4% en pesos corrientes frente al mes anterior, debido a que en julio el gasto tiene un aumento por la prima de mitad de año; los hogares tuvieron una inflación mensual de 1,02% y de 10,83% frente al año pasado, datos atípicos en las observaciones de los últimos 20 años.
Cabe anotar que el salario mínimo real de agosto de 2022, es inferior al de 2021 y al de 2020 y que el gasto por persona, crece a una tasa de 2,7% anual real.
La colocación crediticia en los hogares por parte del sector financiero en tarjetas de crédito, consumo e hipotecarios creció 6,1%, frente al mismo mes del año pasado; el valor de las transacciones con tarjetas de crédito creció 28,2% frente al mismo mes del año pasado.
En términos reales, el gasto crece más que el mes pasado y permite mejorar el gasto por persona real, lo que es un indicador más cercano la realidad de las personas, ya que el dato agregado se aleja de ellas.
Aunque la inflación es alta, aún no hay reporte de caída en el gasto de los hogares en mercado, lo que puede mostrar que vamos a un freno suave en los próximos meses.
El gasto de los hogares decreció 14,3% frente al mes anterior, muy en línea con su comportamiento habitual, lo que deja ver un retorno a la cotidianidad de los ciclos de compras de los hogares.
El gasto de los hogares creció 4,7% frente al mismo mes del año anterior, sin con esto cambiar la tendencia de desaceleración de crecimiento del gasto anual que pasó del 6,6% en agosto de 2021 a 4,7% en 2022.
En agosto la inflación llegó a la cifra más alta de los últimos 23 años, lo cual ha traído consigo una pérdida en el poder adquisitivo de los hogares y ha llevado a que algunos otros puedan estar apalancando su gasto cotidiano con alguna modalidad de crédito.
Vale la pena resaltar que la canasta que se está viendo afectada en mayor medida por la inflación es la de alimentos para el hogar.
El crecimiento del gasto de los hogares viene de un aumento en la cantidad de personas empleadas y en una posible mejora de salario promedio de los mismos; adicionalmente, las remesas y la colocación crediticia, la cual pesa cada vez menos en el aumento del gasto.
La colocación crediticia muestra una desaceleración en los últimos meses, por una menor colocación de crédito de consumo e hipotecario comparado frente a agosto de 2022. El uso de las tarjetas de crédito continúa con una tendencia positiva, donde cabe anotar que se incluyen pagos a una cuota.
Pese a las dinámicas positivas del empleo y el crédito, la capacidad de compra de un salario mínimo en Colombia, en agosto de 2022, fue menor que en agosto de 2021 y de 2020, debido a la inflación anual de 10,83%, que supera el aumento del 10,04% del SMLV para 2022.
Otro efecto de la inflación, es la reestructuración del bolsillo de los hogares, ya que como la canasta de mayor inflación es la de alimentos para el hogar y esta es de alta necesidad, los hogares han tenido que sacrificar gastos en otras canastas para poder seguir adquiriendo productos de esta canasta.
Entre las ciudades que registraron un mayor crecimiento que el gasto nacional, están 3 de las 5 ciudades principales, Cali, Medellín y Bogotá, lo que puede estar dejando en evidencia que esas 3 ciudades fueron las que en mayor medida jalonaron el gasto nacional, en especial Bogotá al ser la de mayor peso. Cúcuta sigue siendo la ciudad con menor crecimiento del gasto, lo cual podría mejorar con la apertura de la frontera con Venezuela.
Contrariamente al crecimiento anual del gasto de los hogares, cada vez más hogares reportan que compran menos cosas que el mes pasado; lo que es esperado por la inflación, más seguramente se refiere a las canastas de compra frecuente, donde hay un freno en las compras. Cabe anotar que las personas de ingresos bajos, que son cerca del 40% de la población, solo generan cerca del 20% del gasto, y son estas poblaciones las más afectadas con la actual inflación.
Al comparar el crecimiento anual del gasto real y el balance de las respuestas de percepción, se pude ver que hay una tendencia similar con una brecha que crece; esto se puede deber a que una cosa son los volúmenes de productos comprados y otra cosa la cantidad de personas que los compran, dejando ver que una parte de la población no es parte de este crecimiento.
La creciente tendencia inflacionaria, reduce la capacidad de compra de los hogares, causando que cada vez haya más transacciones en el mercado con la personalidad de “cazador de promociones”, buscando defender el presupuesto del hogar, a diferencia de 2020, donde lo importante era el valor del producto. Dentro de las razones de compra de los encuestados, se evidencia que las personas informan que compran por razones de necesidad y no de gusto, el cual viene perdiendo participación desde 2019.