
BBVA Research espera una inflación de 5,4% para final de año
9 de julio de 2024
En junio mejoró la confianza del consumidor, pero sigue en negativo
10 de julio de 2024(Investigaciones económicas Bancolombia).- La inflación anual sufrió un incremento 2 puntos básicos (pb) frente a mayo hasta 7,18%, como resultado de un avance mensual de 0,32%. Esto implica un ligero revés para el proceso de desinflación, resultado de las recientes señales de ralentización en la caída de la inflación a causa de la elevada indexación en servicios y por un efecto estadístico de baja base de comparación de junio de 2023, cuando la inflación ya se encontraba en descenso. Sin embargo, la métrica anual sin alimentos cayó a 7,70% y la sin alimentos ni regulados bajó a 6,08%. Si bien las condiciones continuarían dadas para que la inflación anual disminuya para diciembre a 5,7%, reafirmamos nuestra visión de que será un proceso pausado y con riesgos al alza.
Este revés es, en buena medida, consecuencia de la elevada indexación en los servicios, que permanece como el principal obstáculo para la normalización de la inflación total. El rubro de servicios exhibió un registro mensual de 0,40%, el más cercano desde 2021 a su promedio histórico (0,34% promedio para junio entre 2010 y 2023). Esto se tradujo en un descenso de la inflación anual de servicios de 6 pb (de 7,95% a 7,89%). Los arriendos -50% del IPC de servicios y 25% del total- se mantienen como el principal determinante, pues los cánones se han venido ajustando sobre la elevada inflación de 2023.
Sumado a esto, la inflación de alimentos se aceleró de nuevo, como resultado de una baja base de comparación estadística y por impactos climáticos sobre la producción agrícola. La inflación anual del rubro pasó de 4,43% en mayo a 4,65% en junio, tal que aumentó otros 20 pb. Aunque el dato mensual fue -0,32%, menor al promedio histórico (-0,07% para junio entre 2010 y 2023), contrasta claramente con el registro de -0,65% observado en junio pasado. Esto representó una baja base estadística y explicó la aceleración en la inflación anual del rubro. Además, se añade el impacto climático en la oferta de alimentos perecederos que les ha impulsado a doble digito, luego de registros deflacionarios a inicio de año.
• Alimentos perecederos: se exacerbó la tendencia alcista, al acelerarse a 12,49% anual. Aunque para junio se observó un dato mensual de -0,05%, este contrasta con el promedio histórico de -1,17% para los meses de junio entre 2010 y 2023. Lo clave detrás de este registro casi 4 veces superior a la dinámica histórica reside en las intensas lluvias en zonas puntuales y afectaciones logísticas en algunos corredores viales. Destacan las alzas mensuales de 13% en el precio de la papa y 24% en el de la cebolla.
• Alimentos procesados: luego de 19 meses de moderación, su aumento anual aumentó 41 pb hasta 3,15%. Las claves: (i) el dato mensual de 0,39% es el único que ha sido superior al promedio histórico en lo corrido del año (0,28% para junio entre 2010 y 2023); (ii) este registro contrasta claramente con el -0,02% de junio de 2023; y (iii) buena parte de esta dinámica se concentra en la particular expansión mes a mes de 12% en los productos derivados del chocolate.
Por su parte, la evolución de la inflación de bienes sigue como la principal fuerza bajista en la canasta total y se ubica como el segmento de mejor balance. La debilidad en la demanda en medio del bajo crecimiento de la economía, las altas tasas de interés, la apreciación de la tasa de cambio y la disipación de los choques de oferta han favorecido el descenso de la inflación de este segmento hasta 1,57% anual. De hecho, la evolución mensual se ubicó por décimo mes consecutivo en un ritmo inferior al promedio histórico mensual (0,12% para junio entre 2010 y 2023), con un registro mes a mes de solo 0,04%.
En los regulados se presentó una nueva caída anual, a pesar de la retadora evolución mensual. Si bien la métrica anual se redujo a 13,28% -44 pb menos frente a mayo- el dato mensual de 0,43% fue cerca de 5,9 veces mayor al promedio histórico (0,07% para junio entre 2010 y 2023). Esto representa una clara divergencia frente el desempeño histórico y la dinámica de los meses previos, que hasta mayo sugería una paulatina normalización del rubro. Las facturas de servicios públicos se posicionaron, de nuevo, como las principales fuerzas alcistas, al revertir la tendencia bajista observada en 2023: la inflación anual de tarifas de energía aumentó 75 pb a 19,10% anual y la del agua en 71 pb a 7,90%.
Este resultado, aunque superior a nuestra expectativa, fue cercano, tal que no es del todo sorpresivo y consideramos que el proceso de desinflación proseguirá en los próximos meses. Es importante destacar que las medidas básicas de inflación se mantuvieron en senda de descenso. Esperamos que la inflación retome la senda de reducción próximamente, tras superar el deterioro en alimentos y el efecto estadístico de junio. Esto resultará determinante de cara a mitigar la indexación futura, que impactaría de manera particular a los precios de servicios y regulados (en especial, los arriendos y las tarifas de servicios públicos domiciliarios).
No obstante, los riesgos persisten respecto a posibles afectaciones climáticas en alimentos (una potencial La Niña durante el 2S24), el ajuste esperado en los precios del ACPM, la elevada indexación y el tenso panorama geopolítico. Si bien la inflación anual de alimentos se ha incrementado, el aumento adicional frente a los niveles más recientes sería limitado, gracias al efecto estadístico y lo transitorio de los choques climáticos. Entre tanto, será clave evidenciar menores presiones desde los arriendos, las facturas de servicios públicos y gradualidad en los aumentos discrecionales en el precio del ACPM.
Si bien las condiciones continuarían dadas para que la inflación anual disminuya para diciembre a 5,7%, reafirmamos nuestra visión de que el proceso será pausado y con claros riesgos al alza.