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17 de octubre de 2025(Bloomberg) — La Reserva Federal está lista para volver a recortar las tasas de interés este mes, ya que en este momento un mercado laboral debilitado pesa más que los temores inflacionarios. Pero ese equilibrio podría no mantenerse por mucho tiempo.
Hay un amplio grupo dentro de la Fed que pide cautela, señalando que los precios se han mantenido por encima del objetivo durante años y aún enfrentan presiones al alza. Incluso algunos miembros del banco central que están abiertos a dos recortes adicionales este año no se sienten seguros de proyectar ese rumbo más allá.
Todo esto significa que el camino de las tasas hacia 2026 es mucho menos claro que la trayectoria descendente constante que actualmente descuentan los mercados financieros.
Los datos económicos no ayudan, ya que apuntan en direcciones opuestas: el crecimiento y el gasto del consumidor se mantienen sólidos, mientras que la contratación se ha desacelerado. El cierre del gobierno, que ha congelado una gran cantidad de publicaciones clave, solo agrava la situación. Y los comentarios semanales de los funcionarios de la Fed se están convirtiendo en un debate cada vez más fracturado. Advertencia sobre empleo
La tarea de reunir estas posturas divergentes en una política coherente recae en el presidente Jerome Powell. Ha advertido sobre los peligros de demorar una acción para abordar los riesgos en el empleo, lo que indica que un recorte se avecina el 29 de octubre, la próxima fecha de decisión de la Fed.
Los débiles aumentos en las contrataciones durante los últimos meses, junto con revisiones a la baja de los datos anteriores, han hecho trizas la idea generalizada de que el mercado laboral de EE.UU. estaba en buena salud. La nueva etiqueta de moda es una economía de baja contratación y bajos despidos, sin señales de despidos masivos. Powell afirma que este equilibrio puede ser frágil.
“Estamos en un punto donde nuevas caídas en las vacantes podrían reflejarse en un aumento del desempleo”, dijo en una conferencia económica el 14 de octubre.
Sus comentarios fueron interpretados como una confirmación de un recorte de un cuarto de punto este mes. Los operadores de los mercados de futuros ya esperaban eso y están convencidos de que habrá otro recorte en diciembre. Si aciertan, coincidiría con las proyecciones medianas que los funcionarios de la Fed establecieron el mes pasado.
Las cosas probablemente se compliquen después de eso —o incluso antes— según el ex presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard.
“En octubre, va a suceder”, dijo Bullard. Pero, aunque un recorte adicional sigue siendo probable, “el hecho de que la inflación siga alta y el crecimiento parezca fuerte pone en riesgo lo que ocurra en diciembre”.
Ocho de los 19 funcionarios de la Fed proyectan que no habrá más recortes el próximo año. Muchos ven una amenaza sobre los precios al consumidor por los aranceles, en particular tras el reciente repunte de tensiones entre EE.UU. y China.
“Han pasado 54 meses desde que la inflación estuvo en o por debajo del objetivo”, dijo Tim Mahedy, ex asesor sénior del Banco de la Reserva Federal de San Francisco. “No hay duda de que existen riesgos para el mercado laboral, pero como demostró el gobierno la semana pasada con el anuncio de posibles nuevos aranceles, también hay riesgos en el frente inflacionario, especialmente si la economía sigue avanzando”.
Cambios en la Fed
Dentro de la Fed, el impulso a favor de los recortes ha estado liderado —al menos hasta hace poco— por los gobernadores Christopher Waller y Michelle Bowman, quienes señalan el empleo como su principal preocupación.
Ahora surge una nueva voz en el debate interno del banco central: Stephen Miran, designado como gobernador por el presidente Donald Trump, quien asumió su cargo el mes pasado mientras se encuentra con licencia sin goce de sueldo como uno de los principales asesores económicos del mandatario. Miran ha pedido una rápida serie de recortes de medio punto, aunque por ahora sigue siendo una voz minoritaria.
Un factor que vuelve más difícil prever la trayectoria de las tasas el próximo año es que habrá cambios tanto dentro de la Fed como en la economía estadounidense.
El mandato de Powell como presidente termina en mayo. Trump afirma que elegirá a un sucesor comprometido con abaratar el crédito y ha buscado otras formas de empujar al banco central en esa dirección. Pero dos presidentas regionales de la Fed que rotarán a posiciones con derecho a voto el próximo año —Beth Hammack de Cleveland y Lorie Logan de Dallas— están entre quienes han señalado cautela frente a nuevos recortes.
En última instancia, será el equilibrio entre los riesgos de empleo e inflación lo que defina el debate de política monetaria hacia 2026, lo que podría llevar a una Fed más cautelosa de lo que los mercados prevén actualmente, según Stephanie Roth, economista jefe de Wolfe Research LLC.
“Es probable que la Fed termine recortando menos de lo que el mercado tiene incorporado”, dijo. “Eso podría verse reflejado a comienzos del próximo año si la economía sigue mostrando un ritmo elevado.”