Acorde con su compromiso de cuidar el medio ambiente, Providencia implementó en el año 2005 el programa de producción de alcohol carburante o etanol anhidro. Hoy no solo es la empresa del sector de la agroindustria de la caña que produce el etanol con el menor factor de emisión, sino que es el único de los ingenios azucareros que produce alcohol orgánico.

El alcohol carburante es un combustible renovable que se mezcla directamente con la gasolina convencional, con el fin de reducir su tasa de emisiones, su huella de carbono y mejorar su octanaje. De acuerdo con las mediciones oficiales de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME), la gasolina como combustible fósil, en Colombia, tiene factores de emisión de alrededor de 2300 kilogramos por metro cúbico (Kg/m3). Por su parte, el factor del alcohol carburante que produce Providencia, de acuerdo con las últimas mediciones, tiene un factor de emisión de 352 kg/m3. Es decir, que es un 85% menos contaminante que la gasolina.

La metodología sectorial para medir el impacto medioambiental de los alcoholes carburantes se definió en 2016 bajo los estándares de la noma ISO14064-1. Con ella, las empresas agroindustriales de la caña, que además de azúcar, también producen alcohol, pudieron empezar a medir su impacto y contabilizar su huella de carbón. Ese mismo año se realizó la primera medición certificada y en los últimos años se ha hecho con ANCE (Asociación de Normalización y Certificación), un organismo mexicano encargado de avalar y evaluar productos y procesos de diferentes industrias que aún acompaña las mediciones.

“Desde 2016, año en el que comenzamos a medir, hemos reducido en Providencia las emisiones totales de gases de efecto invernadero en un 33%. Esto es un fiel reflejo de la convicción que tenemos como compañía por trabajar para reducir nuestra huella ambiental. Esta reducción se traduce en algo más de noventa mil toneladas de CO2 al año. En términos comparativos, esto sería el equivalente a conservar un bosque de nueve mil hectáreas durante el mismo periodo (1 año).” afirmó Vicente Borrero Calero, gerente de Providencia

La medición de la huella de carbono se realiza anualmente y por unidades de negocio. Cenicaña es la entidad encargada de certificar, compilar y entregar la información a las compañías. Actualmente, y según cifras oficiales del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar en Colombia, la huella de carbono de la producción de alcohol anhidro promedio del sector se ubica en 473Kg/m3. Esto quiere decir que Providencia se encuentra 121 Kg/m3 por debajo del promedio del sector y 428 Kg/m3 por debajo del límite máximo, es decir menos de la mitad de lo indicado por la regulación vigente.

Providencia produce etanol carburante a partir de la miel de la caña, que por sus propiedades contiene altos contenidos de azúcares que son consumidos por cepas especiales de levadura en un proceso de fermentación que produce alcohol, agua y minerales. A esta mezcla líquida se le realiza un proceso de filtrado y destilación con el que se separa el agua y las impurezas, dejando como remanente un alcohol rectificado, que luego es deshidratado con tamices moleculares obteniendo el alcohol anhidro o alcohol carburante llegando hasta un 99.9% de concentración.

Antes de ser preparado para su distribución, al alcohol se le agrega entre un 2% y 2.5% de gasolina pura, proceso que se conoce como desnaturalización, para garantizar que este sea utilizado exclusivamente para el programa de oxigenación de la gasolina. Providencia pone este producto a disposición de los mayoristas, quienes de acuerdo con lo estipulado por el Ministerio de Minas y Energía y la Comisión de Regulación de Energía y Gas, se encargan de hacer la mezcla con la gasolina convencional, para reducir la cantidad de gases de efecto invernadero, producto de una diminución en la huella de carbono. Providencia ha perfeccionado este proceso para hoy tener el alcohol con la menor huella de carbono del sector, aportando a mejorar la calidad del aire y a la mitigación del cambio climático.