
Educar en tiempos de polarización en Colombia: cómo apoyar a jóvenes estudiantes en entornos hostiles y agresivos
30 de septiembre de 2025
Con cerca de $6,8 billones en financiación sostenible, Bancolombia acelera la acción por el clima
30 de septiembre de 2025¿Preparado para la vejez? Conozca la clave para construir un fondo de emergencia sólido

Según la base de datos Global Findex 2025, el 26 % de adultos se preocupa por tener suficiente dinero para su vejez; no obstante, solamente el 18% ahorra formalmente para el tiempo después de su pensión. Considerando este contexto, las herramientas financieras y los servicios que ofrecen las entidades bancarias se convierten en un elemento fundamental, manteniendo niveles adecuados de solvencia y liquidez para que las familias refuercen su estabilidad a través del ahorro preventivo.
Ante el panorama actual, Mibanco comparte algunas recomendaciones para crear fondos de emergencia sólidos y sostenibles como prioridades estratégicas para los hogares del país.
Calcular el monto objetivo: ahorra entre tres y seis meses de gastos básicos, incluyendo vivienda, servicios, transporte, alimentación, seguros y medicamentos. Multiplicar los gastos mensuales por el número de meses deseado define la meta de ahorro.
Elegir el producto financiero adecuado: el fondo debe mantenerse en opciones de alta liquidez, como cuentas de ahorro tradicionales, de alto rendimiento o CDT a corto plazo. Entidades como Mibanco, por ejemplo, ofrecen CDT con alta rentabilidad, seguridad garantizada, versión desmaterializada para evitar el riesgo por pérdida o robo del título valor, opción digitalizada, y diversas alternativas de plazos para recibir los intereses (30-540 días).
Implementar la regla del 50/30/20: esta fórmula distribuye el 50% de los ingresos en necesidades, 30% en deseos y 20% en ahorro, ajustándose para priorizar la creación del fondo de emergencia.
Aprovechar ingresos extraordinarios: las bonificaciones, primas y cesantías deben dirigirse al fondo para acelerar su acumulación sin afectar el presupuesto mensual.
Reducir gastos no esenciales: identificar y recortar gastos como suscripciones innecesarias, comidas fuera de casa o compras impulsivas, permite redirigir esos recursos al fondo sin afectar la calidad de vida.
Revisar y ajustar periódicamente: evaluar el fondo trimestralmente permite ajustarlo según cambios en gastos, inflación o empleo. Si se utiliza, su reposición debe ser prioritaria.
En ese sentido, contar con recursos de emergencia va más allá de ser una buena práctica financiera, es una decisión que puede marcar la diferencia entre atravesar una dificultad con tranquilidad o quedar atrapado en la incertidumbre. Cuando una familia dispone de un respaldo económico, enfrenta mejor los imprevistos y gana libertad para planear su futuro con confianza.
Implementar estas recomendaciones es un paso hacia el bienestar colectivo, puesto que cada hogar que se fortalece financieramente aporta a un sistema más sólido, estable y justo, construyendo en conjunto una economía nacional más resiliente, capaz de responder a los desafíos y de sostener el progreso.