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24 de marzo de 2023Vaca madrina: un modelo para mejorar la producción de leche y mitigar impactos ambientales

La actividad ganadera tiene una gran importancia en la economía del sector rural en el departamento del Cesar, sin embargo los sistemas de producción no son óptimos, lo que genera un llamado para que se realicen cambios en dichos modelos, de manera que se logre una mayor eficiencia en la productividad por hectárea destinada a esta actividad, así como aumentar su capacidad para mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Es así como se planteó una alianza entre Fondo Acción, IDH, Yara y Alquería que permitiera implementar una estrategia para promover una ganadería sostenible en el sur del Cesar, y de este modo lograr que los sistemas de producción de leche bovina en pequeños ganaderos se optimizaran, al tiempo que se lograra generar un impacto ambiental favorable.
Para ello se han venido implementando estrategias en la zona a través de proyectos que vinculan diversos actores para desarrollar modelos de ganadería sostenible, por medio de la gestión del conocimiento en el manejo de las praderas, prácticas que ayudan a mitigar las emisiones de GEI mediante la gestión de residuos orgánicos, la reducción de GEI por la utilización de biogás a partir del estiércol, implementación de hectáreas bajo un manejo rotacional, establecimiento de nuevas hectáreas con setos forrajeros y destinar áreas para la conservación, restauración y reforestación de bosques y ecosistemas.
Dentro de esa estrategia está el proyecto Vaca Madrina, un programa creado por Alquería que busca impulsar la reconversión ganadera de 3.000 sistemas productivos para el año 2030, para continuar expandiéndose por diferentes departamentos del país.
Esta reconversión se realiza mediante la implementación de prácticas de ganadería sostenible para cada una de las fincas, apalancado en diversas fuentes de financiamiento que le permita al productor lograr una sostenibilidad social, económica y ambiental, mejorando los parámetros de calidad y cantidad en la producción y aportando en la gestión del conocimiento para la implementación de los cambios propuestos.
El Proyecto Vaca Madrina busca impulsar la reconversión productiva de sistemas de producción de leche a pequeña escala en el Cesar por medio de la implementación de prácticas ganaderas sostenibles, que generen una reducción de gases efecto invernadero medidas en toneladas de CO2 equivalentes.
Este proyecto nace como una iniciativa para enfrentar la realidad del sector a nivel nacional, que está rodeado de falta de tecnificación, escaso acceso a crédito e informalidad laboral y se acopla a las acciones específicas de la NAMA para una ganadería sostenible contribuyendo en reconversión de los sistemas productivos; la restauración, rehabilitación y recuperación áreas degradadas, también en la promoción del uso eficiente del suelo, así como la reducción de la deforestación; aportando a las metas de mitigación y adaptación al cambio climático; monitoreando el avance e impacto de las medidas de la reducción de emisiones de GEI.
El desarrollo del proyecto de Vaca Madrina en el departamento del Cesar tiene una gran importancia dada la actividad ganadera y su aporte socio económico de manera local así como un impacto regional y nacional; permite la vinculación de actores institucionales multidisciplinarios que permite la implementación de estrategias encaminadas a un modelo productivo sostenible que permite el crecimiento económico para los productores de leche y por lo tanto impacta de manera positiva en la calidad de vida de los habitantes en estos territorios, adicional a esto, promueve el fortalecimiento social al incrementar las capacidades de gestión por parte de los productores en sus sistemas productivos y contribuye de manera positiva en las emisiones netas de GEI al incrementar las remociones por la reforestación de la zona.
Las soluciones basadas en la naturaleza como lo son la reforestación y conservación de bosques han permitido en el desarrollo del programa de vaca madrina la reducción de emisiones de GEI en 1.175 toneladas de CO2 equivalentes, la implementación de sistemas rotacionales en las pasturas han ayudado a reducir 456 toneladas de CO2 equivalentes.
La conservación de cuerpos de agua, bosques nativos y la reforestación de áreas degradadas no solo tiene un impacto en la mitigación al cambio climático, sino también fortalecen los corredores biológicos y permiten incrementar la biodiversidad del bosque seco tropical y de esta manera se incrementa la presencia de especies en los suelos donde están establecidas las pasturas.
La implementación de tecnologías para el manejo de residuos de los sistemas productivos como los biodigestores han permitido la reducción de emisiones de GEI en 12 tCO2eq ya que evita la deforestación en los predios para el uso de leña como combustible, puesto que el gas producido por la fermentación anaeróbica genera un biogás con un alto poder calorífico y este es utilizado como combustible en la cocina para ser utilizado en la preparación de los alimentos, mejorando la calidad de vida de las personas que habitan las casas rurales y reduce el riesgo de presentar enfermedades respiratorias crónicas; por otra parte el otro subproducto de los biodigestores que es el biol comienza a ser es una fuente de alto valor para la fertilización orgánica, aportando nutrientes de alto valor para la producción de pasturas y ayuda a controlar la presencia de insectos no deseados en el sistema productivo, la gestión de los residuos orgánicos también empieza a ser una fuente importante para la fertilización de las praderas y la recuperación de los suelos degradados de la región.
Identificadas las necesidades de nuestros productores para realizar la reconversión de los sistemas productivos, se hace necesaria la participación del sector financiero de una manera más activa ya que el pequeño productor requiere de apoyo para realizar las inversiones que le permitan perdurar en el territorio, utilizar los recursos naturales de la manera más eficiente y garantizar de esa manera el disfrute de los recursos a sus próximas generaciones y participar de manera activa en acciones que ayudan a mitigar las emisiones de GEI, ayudando a disminuir los efectos del cambio climático.
La participación activa de todos los actores involucrados en este tipo de proyectos (productores, técnicos, profesionales, investigadores, instituciones privadas y públicas) puede garantizar la sostenibilidad de un modelo de extensión exitoso que se pueda escalar a más zonas del país.