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1 de marzo de 2023(Reuters) – Un grupo de economistas de alto nivel llegó a la conclusión de que la Reserva Federal se verá en apuros para reducir la inflación sin que la actividad económica estadounidense sufra un duro golpe y aumente bruscamente el desempleo, e incluso entonces podría incumplir su objetivo de inflación del 2%.
El estudio analizó 16 episodios desde 1950, seis de ellos en Estados Unidos y otros en Alemania, Canadá y Reino Unido, en los que los bancos centrales recurrieron a alzas de tasas de interés para lograr la «desinflación», definida en el análisis como un descenso de la tasa de inflación de 2 puntos porcentuales o más.
«No encontramos ningún caso en el que se haya producido una desinflación significativa inducida por un banco central sin recesión», afirmaron los investigadores, entre los que se encuentran Stephen Cecchetti, profesor de la Brandeis International Business School y execonomista jefe del Banco de Pagos Internacionales; Michael Feroli, economista jefe de J.P. Morgan; y Frederic Mishkin, de la Columbia Business School y antiguo gobernador de la Fed y colaborador durante muchos años del exjefe del banco central estadounidense Ben Bernanke.
El estudio se presentó el viernes en una conferencia organizada por la Booth School of Business de la Universidad de Chicago, en la que autoridades de política monetaria de la Fed debatirán las conclusiones.
El estudio no es el primero que sostiene que las perspectivas económicas de la Fed, denominadas «desinflación inmaculada» por algunos observadores, son poco realistas y en algún momento obligarán a los responsables a tomar decisiones difíciles sobre cuánto deben subir las tasas para reducir la inflación y qué precio están dispuestos a pagar en términos de pérdida de puestos de trabajo.
Algunas estimaciones sugieren que la tasa de desempleo, actualmente en el 3,4%, el nivel más bajo en cinco décadas, tendría que acercarse al 7% para que la inflación disminuya en un plazo razonable.
No obstante, una serie de rápidas alzas de tasas el año pasado, que impulsaron el tipo de interés de referencia a un día de la Fed desde casi cero al actual rango del 4,50%-4,75%, ha sido hasta ahora relativamente poco eficiente.
Algunos sectores de la economía, como la vivienda, se han visto muy afectados por el endurecimiento de las condiciones crediticias, pero la tasa de desempleo no ha variado y el crecimiento general se ha mantenido firme, lo que, según las autoridades de la Fed, aboga por un posible «aterrizaje suave» en el que la economía se debilite sin caer en recesión.
Sin embargo, esa misma resistencia, y una reciente ralentización del avance observado en los datos de inflación intermensuales, han suscitado dudas sobre si la Fed tendrá que forzar las tasas al alza más de lo previsto, con un mayor costo para la economía.
Los investigadores calificaron de «benignas» las proyecciones económicas más recientes de la Fed, publicadas en diciembre pero que se actualizarán en unas cuatro semanas. Según estas proyecciones, la inflación descenderá al 2,1% a fines de 2025, la economía seguirá creciendo y la tasa de desempleo sólo aumentará hasta el 4,6%.
Por el contrario, afirmaron que «el costo de reducir la inflación hasta el objetivo del 2% de la Fed para 2025 estará probablemente asociado al menos a una leve recesión».
El grupo concluyó que la entidad cometió un «error significativo» al no subir las tasas «de forma preventiva» cuando la inflación empezó a acelerarse en 2021.
Su modelo preferido estima que con un tipo de interés oficial que alcance un máximo en torno al 5,6% este año -por encima ya del 5,1% que los funcionarios de la Fed proyectaron como adecuado en diciembre- la inflación sólo descendería al 3,7% a finales de 2025.