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7 de junio de 2023En los últimos años, América Latina ha sido testigo de un crecimiento acelerado en el sector fintech. En este contexto, es fundamental la interoperabilidad financiera que busca impulsar la colaboración entre los actores del ecosistema, promoviendo una mayor inclusión y ofreciendo beneficios significativos para distintos consumidores.
La interoperabilidad, explican desde Pomelo, empresa de tecnología financiera que desarrolla soluciones para fintech y compañías en proceso de transformación digital, es la capacidad de los diferentes sistemas financieros y plataformas digitales para interactuar y compartir información de manera eficiente y rentable. Es un factor clave ya que no solo fomenta la competencia y la innovación, sino que agiliza y facilita el movimiento del dinero. “La interoperabilidad es especialmente importante en Colombia porque puede ayudar a resolver algunos de los desafíos que enfrenta el país en términos de integración y acceso a servicios financieros”, afirma Carlos Marín, Country Manager de la Región Andina.
Entre algunos ejemplos de este factor se encuentra el pago con QR, uno de los “productos estrella” que ya se utiliza en la región y llegó para acelerar rotundamente el camino hacia la inclusión. Esta forma de pago, permite a la población realizar compras o ventas a través de un único QR, -sin importar el banco o fintech en donde tenga su cuenta registrada-, facilitando y mejorando la experiencia del usuario, para que en pocos pasos y mediante el escaneo con su celular, éste tenga la opción de elegir con qué billetera realizará sus compras.
Solo en Colombia se espera que en la era de los QR interoperables se puedan beneficiar 2.5 millones de negocios informales y formales que hay en el país, según Andrés Felipe Duque, presidente de Redeban. Sin embargo, actualmente las entidades -fintech y/o bancos – se encuentran en la búsqueda de potenciar aún más la interoperabilidad establecida agregando las tarjetas de crédito como forma de pago a través de QR sin el cobro de intereses. Actualmente este tipo de pago, que usualmente utiliza tarjetas de débito o el dinero disponible en la cuenta digital, suele incluir intereses al querer operar con tarjetas de crédito, limitando las oportunidades para los consumidores.
A pesar de los avances logrados, América Latina aún enfrenta desafíos significativos. Uno de ellos es la falta de modernización de la infraestructura financiera en los diferentes países de la región, en donde la tecnología es de las décadas del 80’. En muchos países, gran parte de la población aún no tiene acceso a servicios como cuentas bancarias, tarjetas de crédito o préstamos. Esto se debe a una variedad de factores, como la falta de infraestructura en zonas remotas, la falta de documentación requerida para abrir una cuenta bancaria, -por ejemplo, tener recibos de sueldo y trabajos formales-, y la falta de confianza en los sistemas bancarios.
En el marco de este panorama, la interoperabilidad también ha llegado para ayudar a superar estos desafíos, permitiendo que diferentes proveedores se comuniquen y ofrezcan servicios a través de una plataforma compartida. Varios países ya están discutiendo el siguiente escalón evolutivo: las finanzas abiertas o el Open Banking, el modelo que llega para reducir barreras y costos a fin de que cualquier persona pueda acceder al servicio financiero que mejor se adapte a sus necesidades. Esta dinámica promete transformar el panorama monetario, ofreciendo a los consumidores una experiencia más integrada y a los proveedores de servicios nuevas oportunidades de negocio. Incluso permitirá ampliar el acceso a servicios para personas no bancarizadas y sub-bancarizadas en la región. Es decir, al permitir el intercambio seguro de datos entre instituciones, se facilitará la creación de soluciones innovadoras y adaptadas a las necesidades de los consumidores. “A mayor inclusión, mayor impulso en el crecimiento económico para reducir la desigualdad en la región. En Pomelo estamos convencidos del potencial de esta herramienta para que más empresas puedan ofrecer sus propios productos financieros, a través de nuestra tecnología, y así ayudar al acceso a tarjetas de débito, crédito, prepago y cripto de forma ágil y segura”, concluyó Marín.