(Bloomberg) — Elon Musk señaló que buscaría calmar las tensiones con el presidente Donald Trump, después de que estallaran diferencias entre ambos el jueves en una disputa pública.

Ayer, Musk pidió el impeachment de Trump e insinuó que el presidente estaba reteniendo la publicación de archivos relacionados con el financiero neoyorquino Jeffrey Epstein porque aparece en ellos. Trump, a su vez, propuso cortar los contratos gubernamentales del multimillonario, tras las reiteradas exhortaciones de su antiguo asesor a los republicanos para que votaran en contra de la emblemática legislación fiscal del presidente.

El pañuelo blanco de Musk aparece después de que las acciones de Tesla Inc se desplomaran un 14% y su riqueza personal se redujera en US$34.000 millones. Es posible que este no sea el impacto total, ya que no refleja ningún daño al valor de sus empresas privadas, como Space Exploration Technologies Inc., conocida popularmente como SpaceX.

El jueves, horas después de decir que suspendería el uso de la nave Dragon de SpaceX, Musk cambió de postura y señaló que podría haber un período de tregua con Trump.

“Es una pena este tira y afloja. Ambos son mejores que esto. Respiren un par de días”, escribió un usuario de X con solo 200 seguidores en la plataforma en respuesta a la publicación de Musk sobre Dragon.

“Buen consejo”, Musk respondió. “Está bien, no desmantelaremos Dragon”.

En una respuesta aparte al multimillonario Bill Ackman, un aliado tanto de Trump como de Musk que dijo que deberían “hacer las paces en beneficio de nuestro gran país”, Musk escribió: “No estás equivocado”.

El tenso intercambio entre Musk y Trump fue un enfrentamiento significativo entre dos hombres que pasaron meses trabajando de la mano para reformar el gobierno federal.

También dejó a los legisladores republicanos en la incómoda posición de elegir bando entre Musk, que rápidamente se ha convertido en un patrocinador financiero clave para los esfuerzos políticos del partido, y Trump, la singular fuerza política que ha reorganizado el partido a su imagen.

Al mismo tiempo, varias personas del partido con vínculos tanto con Trump como con Musk intentaron encontrar una salida rápida a las hostilidades y despejar el camino hacia la paz. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijo a los periodistas que “las diferencias políticas no deberían ser personales”.

“Alégrame el día”

La disputa sobre la legislación fiscal del Partido Republicano se convirtió en una disputa personal cuando Musk tildó a Trump de ingrato e insinuó que el presidente nunca habría ganado las elecciones sin su ayuda. Trump respondió amenazando una de las principales fuentes de la riqueza del Musk. Tesla Inc y SpaceX se han beneficiado de contratos y subsidios federales.

“La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles de millones de dólares, es terminar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, escribió Trump en su red social.

Rescindir los contratos con las empresas de Musk podría resultar inviable a nivel legal y en la práctica, dado que están profundamente entrelazados con las operaciones espaciales y de defensa de EE.UU. La nave espacial Dragon transporta tripulación y carga hacia y desde la Estación Espacial Internacional.

Los ingresos totales de SpaceX y Tesla provenientes de contratos federales no clasificados desde el año fiscal 2000 son de US$22.500 millones, según datos gubernamentales de Bloomberg.

“Adelante, alégrame el día”, publicó Musk en X en respuesta a la amenaza de Trump. Más tarde, respondió “sí” a la sugerencia de un usuario de X de que Trump fuera destituido y reemplazado por el vicepresidente, JD Vance, y argumentó que el régimen arancelario del presidente llevaría al país a una recesión para finales de año. Musk también criticó a Trump por su relación pasada con Epstein.

“Es hora de lanzar la gran bomba: @realDonaldTrump aparece en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”, escribió Musk.

La Casa Blanca declinó hacer comentarios sobre esta acusación.

Trump dijo que la oposición de Musk al proyecto de ley se basaba en una disposición que reduciría los créditos fiscales para vehículos eléctricos que beneficiaron a Tesla.

“Elon iba por la cuerda floja. Le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar autos eléctricos que nadie más quería (¡algo que él sabía hace meses que iba a hacer!), ¡y simplemente ENLOQUECIÓ!”, publicó Trump.

Musk respondió que la afirmación de Trump de que le habían pedido que se fuera era “una mentira muy obvia” y “muy triste”.

“Estoy muy decepcionado con Elon. Le he ayudado mucho”, dijo Trump previamente durante una reunión en la Oficina Oval con el canciller alemán, Friedrich Merz. “Dijo cosas muy bonitas sobre mí, y no ha dicho nada malo sobre mí personalmente, pero estoy seguro de que no va a tardar”.

Musk le respondía a Trump en tiempo real, enviando refutaciones en las redes sociales mientras el presidente hablaba.

“¡Cuánta ingratitud!”, publicó Musk, aludiendo a su apoyo financiero a los republicanos durante las elecciones de 2024. “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51-49 en el Senado”.

Musk incluso planteó la idea de crear un nuevo partido político “que realmente represente al 80% del medio”.

La escena pública desató un torrente de críticas por parte de los antiguos partidarios de Trump, quienes habían recibido la llegada de Musk con desconfianza. El exasesor de Trump Steve Bannon dijo al New York Times que EE.UU. debería abrir una investigación sobre el estatus migratorio de Musk, un ciudadano naturalizado.

“Estoy firmemente convencido de que es un inmigrante ilegal y debería ser deportado del país de inmediato”, dijo Bannon al diario.

Desde que dejó el gobierno, Musk ha criticado el paquete republicano —el “gran y hermoso proyecto de ley” de Trump, como él lo llama— porque se prevé que aumentará el presupuesto deficitario de EE.UU.

La legislación eliminaría un crédito de hasta US$7.500 para los compradores de algunos modelos de Tesla y otros vehículos eléctricos para finales de 2025, siete años antes de lo previsto. Esto supondría un impacto de aproximadamente US$1.200 millones en ganancia anuales de Tesla, según analistas de JPMorgan.

“Estoy muy decepcionado porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi todos los aquí presentes”, dijo el presidente. “De repente, se topó con un problema, y solo lo empeoró cuando vio que vamos a tener que recortar el mandato de los vehículos eléctricos”.

Musk, en otra réplica, afirmó desconocer los detalles. “¡Este proyecto de ley no me lo mostraron ni una sola vez y se aprobó a altas horas de la noche, tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo!”, escribió en una publicación en X.

Musk y Trump también se enfrentaron por la decisión de Trump de retirar la nominación del asociado de Musk Jared Isaacman para dirigir la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA). Trump dijo que retiró su candidatura tras conocer el apoyo previo de Isaacman a los demócratas.

“No me pareció apropiado”, dijo Trump. “Musk quería que fuera específicamente esa persona, y dijimos que no”.

Este intercambio es lo más reciente de una ruptura relativamente rápida con Musk, quien se desempeñó como empleado especial del gobierno en la supervisión de los esfuerzos de reducción de costos antes de irse.

El viernes pasado, Trump organizó un evento para Musk en la Oficina Oval, celebrando su mandato y agradeciéndole.

Trump recordó esto en la reunión del jueves con Merz, señalando que Musk tenía un ojo morado en ese momento.

“Le pregunté si quería un poco de maquillaje. Pero me dijo ‘no, no lo creo’, lo cual es interesante y apreciable”, dijo Trump el jueves. “Quiere ser fiel a él mismo”.