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20 de abril de 2023En 2022 y a nivel nacional, cada hogar estaba conformado en promedio por 2,95 personas, nivel que se reduce a 2,92 personas en las cabeceras y que se incrementa a 3,08 en los centros poblados y rural disperso, según la Encuesta de Calidad de Vida del Dane.
Al considerar el sexo de los integrantes del hogar, se obtiene para el nivel nacional que 12,9% están conformados por solo hombres, 14,2% por solo mujeres y 73,0% son mixtos. Para las cabeceras estas proporciones fueron de 12,4%, 15,6% y 72,1% y para centros poblados y rural disperso 14,6%, 9,4% y 76,0%, respectivamente.
Por su parte, para el año 2022 en el total nacional, el porcentaje de hogares con jefa mujer fue del 44,2% subiendo 1,1 punto porcentual con el año 2021 cuando se ubicó en 43,1%. En cabeceras los hogares con jefatura femenina fueron 46,7% y en centros poblados y rural disperso 35,8%; aumentando 0,5 p.p y 3,4 p.p comparado con el año 2021.
La Guajira, Arauca, Chocó y Atlántico fueron los que, en mayor medida, reconocieron a una mujer como jefa de hogar en 2022 (las proporciones oscilan entre 50,8% y 48,4%). Por el contrario, los porcentajes más reducidos se presentaron en cinco de los departamentos de la Orinoquia-Amazonia (Vaupés, Guainía, Vichada, Amazonas y Guaviare) y en Huila (entre 18,9% y 37,6%). Se destaca que Bogotá pasa del segundo al octavo lugar si se compara con el año 2021 (47,5%), con una proporción del 46,0% en 2022.
El 34,9% de los hogares a nivel nacional vivía en 2022 en una vivienda propia totalmente pagada, lo que refleja un aumento de 0,2 puntos porcentuales (p.p.) con respecto a 2021 pero un descenso del 6,7 p.p. si se compara el año 2019 cuando fue del 41,6%. En 2022 el 40,2% de los hogares vivía en vivienda en arriendo o subarriendo (+1,6 p.p. frente a 2021) y el 13,9% lo hacía en calidad de usufructuario (-1,5 p.p. frente a 2021), es decir, con permiso del propietario, sin pago alguno.
Al igual que en los años anteriores, el tipo de tenencia predominante en las cabeceras del país en 2022 fue el arriendo o subarriendo (47,6%), mientras que en centros poblados y rural disperso la mayor proporción la tuvo la vivienda propia (40,8%).
El análisis de la modalidad de arriendo o subarriendo por departamentos muestra importantes diferencias en sus niveles: la proporción fluctúa entre un mínimo de 7,6% en Vaupés y un máximo de 52,7% en Bogotá D. C.
Por otro lado, el porcentaje de hogares en déficit habitacional (cuantitativo + cualitativo) para el total nacional en 2022 fue del 30,4%. El déficit cuantitativo (viviendas con deficiencias estructurales o de espacio que requieren adición al stock) fue 7,3% y el déficit cualitativo (deficiencias no estructurales susceptibles de mejoramiento) fue 23,1%.
Por departamentos, Vichada, Vaupés, Guainía y Amazonas tienen las tasas más altas de déficit habitacional con 94,2%, 91,3% 87,0% y 84,5%, mientras que Bogotá D. C., Quindío, Risaralda y Cundinamarca presentaron las más bajas, 11,2%, 12,4% 17,3% y 18,3, respectivamente.
En el 2022, el porcentaje de hogares con acceso a internet en el total nacional fue del 59,5% disminuyendo un punto porcentual frente al 2021 y aumentando 7,6 puntos porcentuales comparado con el 2019 cuando se ubicó en 51,9%. En las cabeceras fue del 67,5% donde disminuyó 2,5 p.p comparado con el 2021 (70,0%) y en centros poblados y rural disperso este porcentaje fue del 32,2% aumentando 3,4 p. p frente al año anterior (28,8%).
Por departamentos, se sigue destacando Bogotá y Valle del Cauca, con porcentajes de hogares cubiertos de 79,4% y 73,0%, en su orden. A su vez, la mayoría de los departamentos de la región Orinoquía-Amazonía, así como Chocó, Córdoba y La Guajira tienen niveles de acceso inferiores al 30% y muy reducidos en los casos de Vaupés (4,1%), Vichada (10,2%) y Guainía (18,9%).
Para el año 2022, el 94,7% de las personas a nivel nacional manifestaron estar afiliadas al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). De estas personas, el 44,9% pertenecía al régimen contributivo y el 54,8% al régimen subsidiado. Los resultados por área revelan afiliación del 94,4% en la zona urbana y del 95,7% en centros poblados y rural disperso. De nuevo, se presentaron diferencias importantes en cuanto al régimen de afiliación: mientras que en los centros poblados y rural disperso el 84,7% de los afiliados manifestaron estar cubiertos por el esquema subsidiado, en las cabeceras predomina la afiliación a través del régimen contributivo (54,3%).
Desde la perspectiva de departamentos, Bogotá, con cerca del 79,0% de afiliados en el esquema contributivo, supera de manera importante a los departamentos que le siguen (Cundinamarca y Valle del Cauca). Sin embargo, la cobertura del régimen contributivo es inferior al 45% en la mayoría de los departamentos y en algunos, entre ellos varios de los nuevos departamentos, Vichada, Choco, Guainía, Putumayo y Arauca, oscila entre 6,0% y 11,5%.
En el país, en 2022, el 52,8% de los niños y las niñas menores de 5 años permanecieron la mayor parte del tiempo entre semana con su padre o madre en la casa, el 32,8% asistió a un hogar comunitario, jardín, centro de desarrollo infantil o colegio y el 10,0% permaneció al cuidado de un pariente de 18 años o más. Los resultados por departamento muestran que La Guajira y Atlántico registraron los mayores porcentajes de niños y niñas menores de 5 años que asistieron en 2022 la mayor parte del tiempo entre semana a hogares comunitarios, jardines, centros de desarrollo infantil o colegios (48,9% y 42,9%, en su orden), mientras que los más bajos se presentaron en Guainía (9,1%) y Vichada (5,2%).
Para el año 2022, el porcentaje de personas entre 6 a 21 años que asisten a un establecimiento educativo formal para el total nacional fue de 80,6%, un aumento de 1,9 puntos porcentuales en comparación con el año 2021 (78,7%). Para las cabeceras en el 2022 este porcentaje corresponde a un 82,1% y para los centros poblados y rural disperso este indicador se ubicó en 76,5%.
A nivel nacional, el promedio de años de educación de las personas de 15 a 24 años en 2022 fue de 10,1%, mientras que para las cabeceras es de 10,6% y para los centros poblados y rural disperso este porcentaje fue de 8,8%.
El porcentaje de personas de 17 años o más que alcanzaron el nivel educativo superior fue de 29,5% para el año 2022, cuando analizamos este porcentaje por sexo, el 31,2% de las mujeres alcanzaron el nivel educativo superior y el 27,6% de los hombres.
Los resultados de la ECV 2022 sobre el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC, en personas de 5 años y más evidencian altos niveles de utilización en el país de teléfonos celulares (90,0%) e internet (72,8%) y porcentajes comparativamente bajos de uso de computadores (33,9%), categoría que incluye los computadores de escritorio, los portátiles y las tabletas.
Las brechas más importantes por área se presentan en el uso de computadores (solo 15,4% en centros poblados y rural disperso frente a 39,5% en cabeceras) y en la utilización de internet (52,6% y 78,9%, en su orden).
Por departamentos el indicador de uso de internet entre personas de 5 años y más revela grandes diferencias entre ellos. Solo Bogotá y Meta tienen porcentajes de utilización superiores al 82%, mientras que en algunos departamentos (en su mayoría de la Orinoquia Amazonia) esas proporciones son inferiores al 35% y apenas llegan a 12,7% en Vichada y 21,4% en Vaupés.
A nivel nacional, para 2022 la proporción de jefes de hogar y cónyuges que dieron respuesta positiva a la pregunta ¿Usted se considera pobre? Fue 50,6% lo que indica un aumento de 3,9 puntos porcentuales en comparación con 2021. En las cabeceras esta proporción fue del 43,7% (aumentó 4,0 puntos porcentuales) y en centros poblados y rural disperso asciende a 74,1% (3,8 p.p. más que en 2021).
A nivel departamental, se destacan los bajos niveles de pobreza subjetiva en Risaralda (30,5%) y Bogotá (32,3%), cuando en 2021 fueron de 23,9% y 28,3%, respectivamente. Por el contrario, se siguen presentando altas proporciones de jefes de hogar y cónyuges que se consideran pobres en Vichada (85,8%), en segundo lugar Córdoba (83,7%), sigue Chocó (83,4%), La Guajira en cuarto lugar (80,8%) y le siguen Sucre (78,7%), Arauca (74,5%) y Putumayo (71,6%), entre otros.
Si se muestra la percepción de pobreza desagregada por sexo, en 2022 para el total nacional, cuando el jefe de hogar es hombre fue 49,3%, y el de los hogares con jefa mujer fue 52,2%, en cabeceras 40,9% y 46,9% y en centro poblado y rural disperso 72,9% y 76,1%, respectivamente, con variaciones significativas comparadas con 2021.
Con respecto al bienestar subjetivo de las personas de 15 años y más, los resultados de la ECV 2022 muestran altos niveles de satisfacción con la vida en general (calificación media de 7,9 puntos en una escala de 0 a 10), seguida por la satisfacción con la salud (7,7), Seguridad (7,2), el trabajo o actividad (7,0), tiempo libre (7,3) y, por último, el ingreso (6,5), entre quienes lo perciben.
Por su parte, los departamentos de Caldas, Risaralda y San Andrés se destacan por tener los niveles más altos de satisfacción con la seguridad entre las personas de 15 años y más, en tanto que Chocó, Bogotá D. C. y Nariño registraron las calificaciones más reducidas al respecto.