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5 de julio de 2022La pandemia de COVID-19 ha estimulado la inclusión financiera, lo que generó un gran aumento en la adopción de pagos digitales en el contexto de una expansión a nivel mundial de los servicios financieros formales.
Esta expansión, a su vez, creó nuevas oportunidades económicas, lo que contribuyó a reducir las disparidades de género en la tenencia de cuentas, además de generar resiliencia en los hogares para lograr una mejor gestión de las crisis financieras, de acuerdo con la base de datos Global Findex 2021 del Banco Mundial.
Al 2021, el 76% de los adultos a nivel mundial contaban con una cuenta en un banco, otra institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil, lo que marca un aumento en relación con el 68% que se registraba en 2017 y al 51% registrado in 2011. Cabe destacar que el aumento en la tenencia de cuentas se dio con una distribución equitativa en muchos más países.
Si bien, en estudios anteriores de Findex durante la última década, gran parte del crecimiento se concentraba en India y China, el estudio de este año indica que el porcentaje de tenencia de cuentas aumentó en dos dígitos en 34 países a partir de 2017.
La pandemia también ha generado un mayor uso de los pagos digitales. En economías de ingreso bajo y mediano (sin incluir a China), más del 40 % de los adultos que realizaron pagos a comercios minoristas en tiendas o en línea con una tarjeta, un teléfono o Internet lo hicieron por primera vez desde el inicio de la pandemia. Lo mismo ocurrió con más de una tercera parte de los adultos en todas las economías de ingreso bajo y mediano que pagaron una factura de servicios públicos directamente desde una cuenta formal. En India, más de 80 millones de adultos realizaron su primer pago digital a comercios minoristas tras el inicio de la pandemia, mientras que en China lo hicieron más de 100 millones de adultos.
En la actualidad, dos terceras partes de los adultos de todo el mundo realizan o reciben pagos digitales, mientras que la proporción en las economías en desarrollo subió del 35% en 2014 al 57% en 2021.
En dichas economías, el 71 % de los adultos tienen una cuenta en un banco, en otra institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil, lo cual representa un aumento con respecto al 63 % que se registraba en 2017 y al 42 % registrado en 2011. Las cuentas de dinero móvil generaron un gran aumento en la inclusión financiera en África subsahariana.
“La revolución digital ha catalizado aumentos en el acceso y el uso de los servicios financieros en todo el mundo, lo que ha significado una transformación en las formas en que las personas realizan y reciben pagos, concretan préstamos y ahorran”, señaló David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “La creación de un entorno normativo propicio, la promoción de la digitalización de los pagos y la mayor expansión del acceso a cuentas y servicios financieros formales para las mujeres y los sectores pobres son algunas de las prioridades normativas para mitigar los reveses sufridos en materia de desarrollo a causa de las múltiples crisis actualmente en curso”.
Desde el último estudio de 2017, la disparidad presentó una disminución de 7 a 4 puntos porcentuales a nivel mundial y de 9 a 6 puntos porcentuales en los países de ingreso bajo y mediano.
Ahora cerca del 36 % de los adultos en economías en desarrollo reciben en una cuenta pagos de salarios o del Gobierno, pagos por ventas de productos agrícolas o pagos de remesas internas. Los datos sugieren que recibir un pago en una cuenta en vez de dinero en efectivo puede servir como puntapié inicial para que las personas comiencen a utilizar el sistema financiero formal: el 83 % de las personas que recibieron pagos digitales también usaron sus cuentas para realizar pagos digitales. Alrededor de dos terceras partes usaron su cuenta para la gestión de caja, mientras que cerca del 40 % la usaron para ahorrar, lo cual fomenta el crecimiento del ecosistema financiero.
A pesar de los avances, muchos adultos de todo el mundo aún no cuentan con una fuente confiable de dinero para emergencias. Solo cerca de la mitad de los adultos en economías de ingreso bajo y mediano afirmaron que podían acceder a dinero adicional durante una emergencia con poca o ninguna dificultad, y que suelen recurrir a fuentes de financiamiento poco confiables, como familiares y amigos.
“El mundo tiene una oportunidad crucial de crear una economía más inclusiva y resiliente y de generar un camino hacia la prosperidad para miles de millones de personas”, afirmó Bill Gates, copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates, una de las organizaciones que financian la base de datos Global Findex. “Al invertir en infraestructuras y tecnologías públicas digitales para los sistemas de pagos y de identificación y al actualizar las regulaciones para fomentar la innovación y proteger a los consumidores, los Gobiernos pueden aprovechar el progreso informado en Findex y ampliar el acceso a los servicios financieros para todas aquellas personas que los necesitan”.
En África subsahariana, por ejemplo, la falta de un documento de identidad sigue siendo un importante obstáculo que atenta contra la tenencia de cuentas de dinero móvil para el 30 % de los adultos que no poseen cuentas, lo que sugiere una oportunidad para invertir en sistemas de identificación accesibles y confiables. Más de 80 millones de adultos que no poseen una cuenta siguen recibiendo pagos del Gobierno en efectivo; la digitalización de algunos de estos pagos podría permitir ahorrar dinero y reducir la corrupción. Aumentar la tenencia y el uso de cuentas requerirá de confiabilidad en los proveedores de servicios financieros, confianza en el uso de productos financieros, un diseño personalizado de productos y un marco de protección al consumidor sólido y de cumplimiento efectivo.