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9 de agosto de 2022Como se pudo visualizar en Colombia y en el mundo, el año 2020, atravesado por la pandemia acontecida por el virus de Covid-19, fue un disparador para las modificaciones laborales en todos los ámbitos.
Anteriormente eran algunas industrias las que ya contaban para ese momento con tipos de trabajo remotos, pero muchos otros rubros, debieron concretarlos en el momento en el que se determinó que no se podía salir de los hogares. Esto obligó a la sociedad colombiana a adaptarse por diferentes medios a este nuevo formato de trabajo que necesitaba de la distancia para llevarlo a cabo.
Se puede pensar en cómo estas nuevas modalidades de trabajo que conllevan una mayor flexibilidad han fomentado una transformación en las relaciones laborales en general, pero más que nada en el empleado ya que se piensa como una mejora en la calidad de vida que impacta directamente en el desempeño laboral de cada sujeto.
En Colombia, uno de los primeros formatos en regularse, fue en el 2008, por medio de la ley 1221 con el nombre de “teletrabajo”, el cual, le permite turnar al empleado entre trabajo de manera presencial o no presencial.
El Gobierno Nacional, determina tres formatos de teletrabajo, determinados por el perfil del trabajador, los espacios de trabajo donde se ejecutan y las tareas que se realizan.
Por un lado, se encuentra el denominado “trabajo móvil”, en el cual el empleado utiliza dispositivos móviles para la realización de las tareas, además no tiene un lugar establecido para la ejecución de las tareas.
Luego tenemos a la modalidad denominada “teletrabajo autónomo”, en el cual los empleados o también trabajadores independientes utilizan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) para la producción de sus tareas desde el lugar que ellos mismos determinen.
Por último, se encuentra el denominado “teletrabajo suplementario” en el cual se fluctúa en diferentes tareas en los días de la semana entre estar en el lugar físico de la empresa en la que se trabaja y un lugar ajeno a la misma utilizando las TICs para cumplir con las tareas. Esta modalidad remota se realiza al menos dos días de la semana.
En el 2021, se comenzó con la regulación del denominado “trabajo en casa” bajo la ley 2088.
Tiene la particularidad de estar establecido bajo circunstancias urgentes y temporales, como lo fue una pandemia, además, permite al trabajador utilizar sus propias herramientas. Esta modalidad, no deja por fuera la obligatoriedad de la labor del empleado, por lo que el mismo, debe responder ante cualquier demanda en horario laboral. Además, contempla que no se realiza ningún desmejoramiento de la naturaleza del contrato o relación laboral que existe entre empleado y empleador.
Luego, en el año 2022, es que se implementa un nuevo decreto, el 555, donde se configura la reglamentación del denominado “trabajo remoto”
En este caso, se encarga el empleador de posibilitar todo lo que necesite su empleado para el óptimo desempeño de las funciones en otro espacio laboral que no sea la oficina o empresa. Este decreto, no deja por fuera la posibilidad que el empleado necesite concurrir al espacio de trabajo de manera presencial, pudiendo realizarlo, si así fuera necesario.
El gobierno de Colombia apoya a las empresas a través de Innpulsa que es una unidad gubernamental que tiene su origen en el año 2012 teniendo como objetivo promover el emprendedurismo, la productividad y la competitividad del sector empresario en el país, otorgando créditos a empresas.
Más de 200.000 empleados comenzaron a ser teletrabajadores a raíz de la pandemia en Colombia.
Ahora bien, en el transcurso de estos años que se fueron nombrando de la creación de legislaciones para el trabajo remoto, también se fue aprendiendo del mismo a raíz de la necesidad imperiosa de comenzar a trabajar de esa manera por el Covid-19. Así fue que, en el año 2020, más de 209 mil personas comenzaron a realizar sus labores mediante el teletrabajo.
El Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en su estudio denominado Penetración y Percepción del trabajo, arroja que una suma de exactamente 209.173 empleados, comenzaron a ser teletrabajadores, es decir, se produjo un aumento del 71%.
Incluso se encuentra que cuatro de cada diez empresas, en el país, adoptaron esta nueva modalidad laboral, siendo Bogotá, la ciudad con más repliegue al teletrabajo, con más de 157 mil teletrabajadores. Es decir, un 91% de las compañías que fueron encuestadas, optó por poner en marcha el teletrabajo debido a la pandemia, a diferencia de años anteriores, que siete de cada diez empresas no lo tenían en consideración.
En cuanto a las personas encuestadas, compartían que es importante el acompañamiento para la adopción formal del teletrabajo, así como también asesoramiento. Asimismo, comparten que es importante el monitoreo de la labor, además de la posibilidad de formación en esta nueva modalidad de trabajo.
Luego de más de un año del comienzo de la pandemia en el 2021, se hacían sentir los cambios en la rutina de los colombianos, donde el teletrabajo ya contaba con algunas reglamentaciones implementadas y se establecía como modalidad en muchas empresas que observaron sus condimentos positivos.
Teletrabajo en 2022: sólo 1 de cada 10 colombianos considera esencial el trabajo remoto
Llegando entonces al año actual, 2022, el Departamento Nacional de Estadística (DANE) realiza la encuesta llamada “Pulso Social” donde se consulta a las familias, entre otras cosas sobre la situación laboral que atraviesan. Dentro de lo encuestado, se consulta cuanto tiempo quisieran trabajar los colombianos de manera remota y más de la mitad de ellos responden que no quisieran hacerlo “nunca”, con 53,1% de los encuestados posicionados en esta respuesta. Entre ellos, la gran mayoría que no están interesados en realizar su labor bajo esta modalidad son hombres, con un 56,3% mientras que las mujeres, también son más las que no desean realizarlo, con un 50,8%.
Además, ante la consulta si se tienen tareas laborales que pueden efectuarse a distancia, se encuentra una gran mayoría que considera que NO, con un 54,4%, mientras que un 36,6% no se encuentra desempeñando tareas laborales y sólo un 8,9% considera que tiene tareas que sí pueden realizarse de manera remota.
Incluso más del 90% respondió que no trabajó remotamente desde su hogar en la última semana.
Se puede visualizar la gran disminución del teletrabajo a dos años de atravesada la pandemia que obligó a pequeñas y grandes empresas a contar con nuevas modalidades más flexibles de trabajo.