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7 de julio de 2022Chirajara-Fundadores, un proyecto que generó más de 14.000 empleos en la región
7 de julio de 2022Tras cumplirse 10 años de la expedición de la Ley 1562 de 2012 que modificó el Sistema General de Riesgos Laborales (SGRL) en Colombia y reemplazó la terminología de “salud ocupacional” por “Seguridad y Salud en el Trabajo”, el Consejo Colombiano de Seguridad —a través del Observatorio de la Seguridad y Salud— se propuso estimar el potencial impacto económico de su entrada en vigor, considerando el comportamiento observado en la tendencia de la siniestralidad laboral de la última década.
Para el análisis, se tomaron los datos registrados por Fasecolda sobre accidentes y muertes relacionadas con el trabajo en todo el país, desde el 2009 hasta el 2021. El estudio de la información se dividió en dos etapas: la primera abarcó el análisis de los datos del periodo comprendido entre el 2009 y el 2012, el cual se consideró como previo a la expedición de la Ley; a partir de allí se realizó un pronóstico hasta 2021 del comportamiento de la siniestralidad, sobre la información de este periodo. La segunda etapa consideró el rango de tiempo entre el 2013 al 2021, que corresponde al periodo de aplicación de la normativa, comparando el comportamiento real de los siniestros con el pronóstico realizado.
La primera etapa mostró que, de continuar la tendencia evidenciada antes de la expedición de la Ley, la cifra anual de accidentes podría situarse en cerca de 1,5 millones de eventos en el 2021.
No obstante, este escenario no ocurrió. Por el contrario, según los resultados de la segunda etapa de análisis que corresponde al periodo de aplicación de la ley (años 2013-2021), los accidentes de trabajo disminuyeron progresivamente, llegando a una cifra de 513.857 en 2021. En otras palabras, se podría considerar que para el 2021 se pudieron evitar un aproximado de 932.664 accidentes con respecto de lo previsto en la tendencia que mostraban los años 2009 a 2012.
Para el caso de la mortalidad laboral, los hallazgos fueron similares. Según el pronóstico, en promedio, el incremento de muertes podría haber alcanzado hasta 924 fallecimientos de trabajadores en 2021. Sin embargo, no fue así y, a partir del registro de 2013, la tendencia de los eventos mortales tendió a descender, llegando a una cifra de 608 trabajadores fallecidos en 2021, es decir, 316 menos de lo que podría haber ocurrido, de acuerdo con la tendencia observada en los años 2009 a 2012. Vale la pena señalar que en 2021 la cifra de mortalidad sufrió un incremento a niveles similares al 2016.
De lo anterior se puede inferir que, comparado con el pronóstico marcado por la tendencia de 2009 a 2012, para el periodo de 2013 a 2021, se presentaron alrededor de cuatro millones de accidentes de trabajo menos y se protegió la vida de más 2200 trabajadores.
Estimación de los costos de la siniestralidad
Bajo estos dos escenarios, se tomaron como referencia los costos estimados de los accidentes de trabajo y las muertes por causas laborales presentados por el Consejo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSC, por sus siglas en inglés), los cuales están representados en ingresos no percibidos o gastos incurridos debido a lesiones prevenibles fatales y no fatales. Estos reflejan el impacto en la sociedad, no específicamente en los empleadores (National Safety Council, 2022). Vale la pena señalar que Colombia no cuenta con estimación de los costos de siniestralidad, razón por la cual se acude a estimaciones internacionales de organizaciones altamente reconocidas.
En este sentido, la estimación de costos del NSC para accidentes de trabajo es de $1.100 USD (aproximadamente $4.400.000) y para muertes es de $1.310.000 USD (aproximadamente $5.240.000.000) por cada caso (para efectos del cálculo se tomó como promedio una tasa de cambio de $4.000). Con estas cifras se calculó el costo de los eventos ocurridos y se comparó con el costo de los eventos pronosticados.
Con base en lo anterior, se pudo estimar que el costo de los accidentes de trabajo ocurridos entre 2013 y 2021 fue de cerca de $24,7 billones y el costo de las muertes estuvo alrededor de $26,9 billones. Esto quiere decir que en los últimos nueve años los accidentes laborales y las muertes de trabajadores le han costado al país cerca de $51,6 billones.
Realizando el mismo cálculo con las cifras pronosticadas en la tendencia de accidentes y muertes entre 2009 y 2012, el costo de los accidentes de trabajo y las muertes de los trabajadores pudo haber ascendido a una cifra cercana a los $81,9 billones.
A partir de los resultados, se puede concluir que posterior a la expedición de la Ley 1562 de 2012 el país se ha ahorrado un aproximado de $30,3 billones en costos derivados de accidentes y muertes de trabajadores en el periodo 2013 a 2021; esto es, alrededor de $3,4 billones anuales.
El futuro del SGRL
En el marco del 55 Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente organizado por el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), parte de la discusión entablada en un panel con los representantes de las ARL Bolívar, Colmena, Axa Colpatria y Sura, moderado por Miguel Gómez, presidente de Fasecolda, y Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del CCS, fue abordar los cambios que puede necesitar el SGRL de cara al futuro próximo, donde se destacan las siguientes conclusiones:
Es necesario aumentar la cobertura del sistema para los trabajadores informales, con mecanismos alternativos a los tradicionales que se adecúen a sus condiciones y necesidades.
Para lograr generar un impacto positivo en las condiciones de trabajo en el sector informal es necesario mejorar el conocimiento acerca de las actividades, labores, riesgos y accidentes y enfermedades de estos trabajadores.
Llegar a las mipymes es uno de los mayores retos; sobre todo, lograrlo de manera diferencial acorde con su tamaño, regiones y sectores económicos. En estas empresas es de la mayor relevancia demostrar cómo la seguridad y salud en el trabajo se convierte en una buena inversión que impacta positivamente la productividad. Fomentar la incorporación de la tecnología para disminuir la exposición a riesgos, incorporando avances como robots, cobots, drones, internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad virtual y aumentada, entre otros.