(Bloomberg) — El presidente de Colombia, Gustavo Petro, destituyó al ministro de Hacienda favorable al mercado, José Antonio Ocampo, y lo reemplazó con un aliado cercano. Los bonos cayeron y los seguros de impago de deuda del país (CDS) se dispararon.

Ricardo Bonilla, ex secretario de Hacienda de la ciudad de Bogotá, reemplazará a Ocampo tras una reorganización de gabinete el miércoles. Otros cambios incluyen a los Ministerios de Salud, Agricultura y Transporte, dijo Petro en un comunicado en Twitter.

El mercado estaba cerrado, pero el peso se debilitaba un 2,5% a 4.659 por dólar en el next-day trading. Los bonos en dólares de Colombia extendieron sus pérdidas después del sorpresivo anuncio, y los bonos con vencimiento en 2041 cayeron a nuevos mínimos para el día.

Ocampo no solo gozaba de mucha credibilidad como economista, sino que fue alguien que le dijo “no” a Petro y frenó algunas de sus propuestas, dijo Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis. Los inversionistas observarán de cerca si Bonilla logrará lo mismo, dijo Guzmán.

“La reacción inicial del mercado a este nombramiento sería negativa, pero el historial del señor Bonilla cuando fue secretario de Hacienda del presidente Petro durante su alcaldía en Bogotá no era el de alguien conocido por gastar en exceso”, dijo Munir Jalil, economista de BTG Pactual para la región andina, en un mensaje. “Prevemos que el compromiso fiscal de esta Administración continúe bajo el mandato del señor Bonilla como ministro”.

Bonilla es cercano a Petro y fue uno de sus principales asesores económicos durante la campaña presidencial.

Petro y Bonilla, de 72 años, presidieron una ligera caída en la carga de la deuda de Bogotá cuando dirigieron la capital de 2012 a 2015. Durante la campaña presidencial del año pasado, el asesor dijo que Petro tendrá un Gobierno fiscalmente responsable y argumentó que la nación necesita aumentar los ingresos tributarios para financiar programas sociales y reducir el déficit fiscal.

La controvertida ministra de Energía, Irene Vélez, cuya postura antipetróleo ha alarmado a algunos inversionistas, permanecerá en su cargo.