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1 de julio de 2022El equipo de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia publicó sus proyecciones para la economía colombiana en el corto y mediano plazo y elevó de 4,7% a 7,2% su previsión para 2022.
“Soportado en una demanda interna sólida, una política fiscal expansiva y altos términos de intercambio, pronosticamos que en 2022 el crecimiento del PIB llegará a 7,2%, una de las tasas más altas del mundo. A su vez, este dinamismo ha permitido una mejoría acelerada del mercado laboral”, indica l Banco.
Sin embargo, el carácter excepcional de esta recuperación no implica que será indefinida. Por el contrario, uno de los mensajes más importantes de las nuevas proyecciones es que, a partir del punto alto al que ha llegado a mediados de 2022, el producto agregado avanzará en adelante a un ritmo más contenido.
Este aterrizaje gradual implicará que la tasa de crecimiento del PIB, que se mantuvo en promedio sobre el 10% durante 2021 y el primer semestre de este año, descendería al escalón de un dígito. En términos de variaciones anuales, la expansión del producto se desaceleraría a 5,4% en el 3T22, 3,4% en el 4T22 y 2,3% en 2023.
En cuanto a inflación, señala que el alto crecimiento reciente ha contribuido a que la variación anual de los precios se mantenga en niveles que triplican la meta de 3% definida por el Emisor. En el nuevo escenario base contempla que el pico de inflación 12 meses se alcanzará en el tercer trimestre de 2022, y que desde allí se moderará de forma paulatina, hasta terminar el presente año en alrededor de 9,2%.
En 2023, la moderación del crecimiento económico hasta tasas más acordes con el potencial productivo del país permitirá que haya una corrección adicional en la inflación. De este modo, para diciembre del próximo año la variación del IPC llegaría a 5,2% y solo hasta 2024 la inflación retornaría al rango de referencia del Emisor.
Ante esta realidad hay un margen adicional para que la Junta Directiva del Banco de la República aumente su tasa de intervención. Sin embargo, considera que este espacio es limitado. A partir del 7,5% adoptado en la reunión de junio, prevé un incremento adicional de 125 pbs, hasta una tasa terminal de 8,75%. Este nivel supone que la postura de política monetaria se mantendrá en terreno contractivo durante el resto de 2022.
Solo desde el próximo año se observaría un ciclo de recortes pausados en la tasa de referencia, tal que esta reflejaría el descenso paulatino que experimentarían tanto la inflación observada como sus expectativas. De este modo, la tasa repo cerraría el próximo año en 6,75%.
En cuanto a la tasa de cambio Bancolombia revisó el promedio proyectado del USDCOP al alza para todo 2022 a $4.084, y el de 2023 a $4.200. Este incremento se daría como resultado de un entorno financiero más desafiante para las economías emergentes, dado el incremento en las tasas de interés en el mundo desarrollado y la consecuente reducción en los flujos de capitales a América Latina. Esta proyección también incorpora el descenso previsto en los precios de las materias primas, así como la inquietud por el trámite de la agenda de reformas de la próxima administración.
Perspectivas fiscales
Al igual que en los últimos años, el manejo de las finanzas públicas será un elemento clave para el entorno macroeconómico que prevalecerá en el país durante 2022 y 2023. En este frente, se prevé que al final de este año el déficit efectivo del Gobierno Nacional será ligeramente superior al 6% del PIB. Para los años subsiguientes, las inquietudes frente a los escenarios planteados en el más reciente Marco Fiscal de Mediano Plazo son significativas.
En efecto, el documento supone una reducción del gasto de inversión que luce difícil de implementar. También advierte que la decisión de fondo frente a los subsidios a los combustibles dependerá del gobierno entrante. Además, se contempla que los subsidios adoptados en la pandemia expiran en 2022. Si estos programas llegaran a extenderse o ampliarse, habría una fuente de gasto adicional cercana a 1% del PIB o más.