
Consejo Gremial insta al Presidente a garantizar los derechos y libertades de los colombianos
13 de febrero de 2023
Flores más ‘verdes’ en San Valentín: el secreto detrás de su producción
13 de febrero de 2023El sector floricultor en Colombia genera 200 mil empleos formales, directos e indirectos, de los cuales el 60% lo ocupan mujeres, en su mayoría cabezas de familia, aportando así al 25% del empleo formal rural femenino del país, produciendo al año cerca de 6.000 millones de tallos de flores, de los cuales aproximadamente, 700 millones llegan a Estados Unidos para el Día de San Valentín (febrero 14).
Por lo general los procesos de floricultura inician con la preparación de los terrenos, luego la siembra y cosecha, proceso que tarda varios meses según la variedad cultivada, posteriormente viene la clasificación de los tallos, el empaquetado por docenas o unidades, (conocido como “embonchado” en el gremio de los floricultores), la hidratación “post embochado”, donde se les pone agua a las flores mediante un sistema de rociado con atomizadores para mantenerlas frescas, luego se procede al empacado en cajas “al por mayor”. Finalmente se refrigeran en neveras industriales y cuartos fríos, para luego ser transportadas desde los cultivos hacia los aeropuertos donde pasan por rigurosas inspecciones antes de salir a los países de consumo.
Pero el proceso no termina allí, luego se debe realizar una correcta disposición de los residuos que durante el proceso de siembra y cosecha se generaron. En el país existen diferentes compañías que vienen trabajando en ayudar al gremio floricultor a darle la mejor disposición a los residuos que desechan. Una de estas compañías es Urbaser, empresa de gestión medioambiental que participa en estos procesos, ofreciendo soluciones hechas a la medida de cada cultivo; tales como: la gestión de residuos orgánicos y compostaje, el corte de césped, barrido y poda de árboles, la administración de centros de acopio, la gestión y tratamiento de aguas, efluentes, tierras y lodos, y el desarrollo de proyectos de economía circular, entre otros. Jardines de los Andes, Flores Ipanema y Elite Flowers ubicadas en Cundinamarca, son algunas de las empresas que reciben algunos de estos servicios de parte de Urbaser.
Hoy nuestra nación ocupa el segundo lugar en la exportación de flores. Es superado únicamente por Holanda, país con una tradición de 400 años en estas labores, mientras que Colombia cuenta con 55 años en el mercado. Cabe destacar que las flores “cafeteras” son exportadas a casi 100 países, llegando a Japón, Inglaterra, Holanda, España, Rusia, Polonia, Chile, Australia, República de Corea, Ecuador, República Checa, Panamá, Francia y Alemania. El mercado norteamericano recibe el 80 % del total de la producción del país.
Rosas, claveles, hortensias, crisantemos, y astromelias, entre otras, son algunas de las cerca de 400 especies de flores y follajes que seguirán siendo exportadas y cultivadas año tras año en Antioquia, Cundinamarca y la zona occidente del país, en más de 9.000 hectáreas, en las que la autoridad sanitaria nacional y el gremio de Asocolflores, articulan acciones para seguir garantizando cultivos sanos, flores de calidad y la reducción de la huella de carbono durante los procesos productivos.
Volumen y destino
Además de ser una celebración especial para los enamorados, el Día de San Valentín también es importante para los floricultores colombianos, pues son las flores nacionales las que inundan el mercado internacional, y representan para esta fecha el 15% de las exportaciones anuales del sector y una fuerte concentración de exportación dirigida a Estados Unidos, que ocupa el 80%.Es por ello que los floricultores se preparan para una de las fechas más importantes para el campo del país pues la calidad de las flores colombianas son de gran prestigio en el mercado internacional, exportando alrededor de 1.423 millones de dólares entre enero y agosto de 2022.
La alta calidad por la que este producto nacional es reconocido en el mercado mundial, es lo que ha permitido que Colombia se destaque frente a sus competidores como Ecuador, Kenia y Holanda, principales exportadores de flores en el mundo. El 93 % de las exportaciones del 2022 se realizaron vía aérea, frente a un 7 % vía marítima; lo que representa que cerca del 80 % de las exportaciones que se realizan vía aérea del país, sean flores colombianas que dan la vuelta al mundo.
Entendiendo este importante escenario y con miras a la competitividad, los productores deben innovar en sus procesos en toda la cadena de valor desde el cultivo hasta su llegada al usuario final, considerando incluso el tiempo que la flor perdura en el florero.
“Además del importante aporte en la generación de divisas para Colombia y de la generación de un sector con alta reputación en el mundo, el cultivo de flores tiene un impacto positivo en el desarrollo económico y social en el país. De esta manera, la competitividad es fundamental, sobre todo para mantener las cualidades comerciales de la flor, cuyo precio en el mercado es determinado por su estética en el punto de venta y no en la cosecha”, señalóCarlos Sepúlveda, gerente de marketing de soluciones para la agricultura en BASF Colombia.
Un enemigo silencioso que acelera el envejecimiento de la flor y contribuye al deterioro de la misma es el etileno, un compuesto producido por la flor de forma natural desde que es cosechada, pero que aumenta su cantidad debido a lesiones físicas ocasionadas por el maltrato en procesos de poscosecha, lesiones y estrés por presencia de patógenos y picaduras de plagas, o por los cambios de temperatura durante su transporte.
“Teniendo en cuenta que un tercio de la vida útil de las flores cortadas está influenciada por el ambiente previo a la cosecha, mientras que los otros dos tercios dependen del manejo y las condiciones en poscosecha, es importante integrar procesos más innovadores, especialmente en esta última fase de la cadena, que harán que la flor no se estrese y se dañe”, asegura Sepúlveda.
En la actualidad, los floricultores cuentan con tecnologías encaminadas a producir en la planta una mayor tolerancia al estrés. Este tipo de tratamientos desarrollados por investigadores de BASF, compañía química líder a nivel mundial, ha impactado la calidad de la flor de exportación alargando los tiempos de vida en el florero. “El uso de fungicidas en poscosecha es muy importante y las rosas, además de presentar menor afección de Botrytis cinérea –una de las principales enfermedades que afectan a los botones-, disminuyen su sensibilidad al etileno exógeno y aumentando la duración de vida en el florero”, aclara el experto.
Además de la incorporación de estas innovaciones en la poscosecha, también es importante determinar las condiciones en las que viajan las rosas de exportación tales como la temperatura, la humedad, las mezclas con otras especies, las concentraciones de etileno a las que están expuestas y la duración de cada una en estos ambientes. Solo así se puede maximizar la competitividad de este símbolo económico de Colombia en el exterior.