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5 de diciembre de 2022El leasing financiero es una herramienta que se consolida de gran importancia para las micro, pequeñas, y medianas empresas porque es un excelente mecanismo para la adquisición de vehículos, equipos y maquinaria, activos que resultan fundamentales para el crecimiento e impulso de sus actividades productivas.
Según el último informe trimestral de Asobancaria, la cartera llegó a $32 billones con 65.803 contratos firmados a 37.689 clientes. De este total, el 61.3% corresponde a inmuebles, el 21.8% a maquinaria y equipo, el 14.2% a vehículos y el restante a otros.
Es importante resaltar que, de acuerdo con cifras de Asobancaria, las pymes constituyen aproximadamente $11 billones del saldo de cartera de leasing financiero y las microempresas cerca de $2 billones. Un valor relevante que demuestra la acogida de esta modalidad en el sector productivo colombiano.
Con Bancóldex, más de 230 empresarios han accedido en los últimos dos años, a través de esta solución financiera, a desembolsos por $189.646 millones en 49 ciudades y municipios de 20 departamentos del país. Los sectores más beneficiados fueron industrias manufactureras con el 33%, comercio con el 20% y transporte y almacenamiento con el 12%.
Asimismo, la entidad lanzó recientemente Leasing Digital, activos para crecer, una plataforma que les permite a las pymes comparar, simular y solicitar financiación directa de Bancóldex para adquirir un activo productivo, bien sea maquinaria o equipo, a través de un ambiente digital. Esta plataforma ya ha permitido operaciones para la adquisición de maquinaria y equipos por más de $8.500 millones.
¿Qué es el leasing financiero?
Es un mecanismo de financiación mediante el cual una entidad financiera, sea un establecimiento bancario o una compañía de financiamiento (comúnmente conocida como arrendador), por instrucción de un cliente solicitante (denominado arrendatario o locatario), adquiere un activo de capital, el cual está bajo propiedad de la entidad, y se lo entrega al locatario en arrendamiento financiero u operativo para su uso y goce por un periodo de tiempo a cambio de un pago periódico de una suma de dinero, denominado canon.
Al finalizar la operación de leasing, el locatario tiene la potestad de: ejercer una opción de adquisición sobre el mismo bien a un precio pactado desde el inicio (generalmente a su favor), o restituir o renovar la operación de arrendamiento (leasing). Este mecanismo es usado para financiar la adquisición (mediante leasing financiero) o facilitar el acceso, uso y goce (mediante leasing operativo) de activos fijos productivos (equipos, maquinaria, vehículos, inmuebles, entre otros).
Los beneficios que ofrece el leasing
Financiar un porcentaje más elevado del valor del activo en comparación con el porcentaje de financiación en un crédito convencional.
Sin necesidad de adquirir e incurrir en el gasto de su compra, obtener el uso de muebles e inmuebles, tanto en el mercado nacional como en el internacional, desde equipos para oficinas, maquinaria especializada y software, hasta establecimientos comerciales, cualquier clase de vehículo.
Flexibilidad en la estructuración del negocio, pues le permite al cliente adaptar sus pagos de acuerdo con sus preferencias y flujo de caja, ya que el leasing está basado en la valoración del activo y en la capacidad del cliente para generar flujos de caja para cumplir con los pagos, contrario a lo que ocurre con el crédito tradicional, donde la solvencia está determinada esencialmente por sus estados financieros y su historial crediticio.
Evaluar la idoneidad de los activos frente a las necesidades de su negocio antes de incurrir en gastos de adquisición sobre los mismos.
Evitar la inversión en activos que se pueden devaluar rápidamente y son de difícil venta.
Renovar ágilmente los vehículos, maquinaria, equipos y tecnología a disposición de su negocio, evitando la gestión de enajenación de activos de difícil comercialización.
El bien, al ser de propiedad de la entidad financiera, no hace parte del patrimonio del cliente, por lo que no se registra en los activos del cliente para el cálculo del impuesto de renta u otros impuestos.
El activo, al ser de propiedad de la entidad financiera, no hace parte del patrimonio del cliente, por lo que terceros acreedores del cliente no pueden repetir contra éste al no ser el cliente dueño de este.