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30 de agosto de 2022La población colombiana está envejeciendo y, mientras crece la curva de envejecimiento, son cada vez más pocos los adultos mayores que logran asegurar una protección económica para su vejez.
De acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda del 2018, para el 2021 en Colombia había 7.1 millones de personas mayores de 60 años, es decir, el 13.9 % de la población del país y se estima que, para el año 2030, se incremente a 9.7 millones, lo que corresponde al 17.5 %, para ese momento. La tendencia coincide con lo que proyecta la CEPAL, organismo que prevé que la proporción de personas mayores aumente del 12 % en 2015 al 21 % para el 2050.
Mientras tanto, según el Ministerio de Trabajo, solo el 25 % de las personas en edad de retiro logran recibir una pensión, teniendo en cuenta las semanas cotizadas que exige la normatividad colombiana, y, de esa cifra, solamente el 12 % viven en áreas rurales; quiere decir que, en promedio, uno de cada cuatro colombianos logra acceder a este beneficio económico, razón por la cual la mayoría de los adultos mayores deben seguir trabajando para poder sobrevivir.
Sin embargo, la participación de las personas mayores en el mercado laboral es escasa, así lo da a conocer el informe “Hacia la inclusión y la participación”, de la Fundación Saldarriaga Concha y el DANE. Según la investigación, entre el 2019 y el 2020, la tasa de desempleo de las mujeres mayores pasó de 4 % a 7.8 %, y la de los hombres pasó de 6.3 % a 9.5 %; frente a este panorama, y la imposibilidad de ser seleccionados en ofertas laborales, en el 2020 el 64 % de las mujeres mayores y el 65.8 % de los hombres mayores, trabajaron por cuenta propia.
“Esto responde a la inseguridad económica y a la necesidad que tienen los adultos mayores de trabajar para garantizar su subsistencia y, en ese sentido, nunca es tarde para iniciar proyectos de emprendimiento con un valor agregado, como lo es tener amplia experiencia y vastos conocimientos en distintas áreas”, aseguró Sandra Montes, Coordinadora de Emprendimiento de la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial de Compensar.
La encuesta de micronegocios- EMICRON, del DANE, reveló que en el 2020 la razón principal por la cual los mayores iniciaron un negocio, o una actividad, fue por no contar con un ingreso. En ese sentido, por las condiciones en el mercado laboral, y por no cumplir con los requisitos para acceder a una pensión, son más las personas adultas que toman la decisión de emprender.
Precisamente, desde la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial de Compensar, se brinda acompañamiento a las ideas de emprendimiento que tengan las personas mayores de 60 años. A la fecha se han acompañado 478 adultos en su proceso en sectores de alimentos, confección, consultoría, entre otros. De ese total, el 42 % son emprendedores entre los 60 y los 64 años.
“El 9 % (43) de los adultos mayores que fueron acompañados, a la fecha, es decir, uno de cada diez, lograron poner en marcha sus iniciativas empresariales, con el ánimo de tener un ingreso, generar empleo y contribuir a la economía del país”, explicó Montes.
Amparo Eslava es una de las emprendedoras beneficiadas por este programa dirigido a personas en edad adulta. Con la asesoría y las recomendaciones recibidas, creó Galletas del Monte, una microempresa dedicada a la producción y distribución de galletas de todo tipo y para todos los gustos, “tengo mi propio punto de venta, pero también, aprovechando la tecnología, vendo mis productos a través de la vitrina virtual de Compensar y en las redes sociales. Nuestras galletas están hechas para acompañar las medias nueves de estudiantes, pausas activas en el trabajo, eventos empresariales y familiares”, dijo Amparo, quien además ha empleado a varias mujeres en su emprendimiento.
Como Amparo, otras personas han entendido que con la tercera edad han adquirido varias herramientas, y que esa información genera cualidades únicas, bien sea, a los emprendimientos o las consultorías que pueden ofrecer en diversas áreas profesionales y técnicas.
Desde el programa se recomienda a las personas poner en práctica los conocimientos adquiridos, no temerle al fracaso, capacitarse continuamente en todas las áreas que representan y componen la idea de negocio que pretenden desarrollar, así como también, si lo ven viable, vincularse a iniciativas de emprendimiento para que puedan ampliar su red de contactos, conocer nuevas tendencias y oportunidades de inversión.
“También es importante que conozcan su modelo de negocio, tener claridad desde la integralidad de la empresa en sus diferentes funciones, desde lo administrativo, comercial, financiero y estratégico”, concluyó Sandra Montes, Coordinadora de Emprendimiento de la Agencia de Empleo y Fomento Empresarial de Compensar.