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15 de julio de 2022Colombia tiene ahora 3,6 millones de hectáreas con mejor manejo de los recursos ambientales

Riqueza Natural, el primer programa a gran escala de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), enfocado en la conservación de la biodiversidad de ecosistemas únicos y amenazados del Caribe y la Orinoquía colombiana, se convirtió en un caso de éxito para demostrar que es posible conservar y responder a las necesidades socioeconómicas de las comunidades que dependen de sus territorios.
Desde 2017, este programa promueve la conservación de los ecosistemas más amenazados de Colombia: el bosque seco tropical de la región Caribe y las sabanas inundables, los bosques de galería y los bosques de transición de la Orinoquía. El Programa trabaja en tres Paisajes de Conservación: Montes de María, Sierra Nevada de Santa Marta-Serranía del Perijá y la Orinoquía, en los departamentos de Arauca, Casanare y Vichada.
“No hay otro país con una riqueza natural más vibrante que Colombia. Su megabiodiversidad es un enorme potencial (…), que fortalece la economía, protege el medio ambiente y genera oportunidades que apoyan la consolidación de la paz. Este esfuerzo innovador nos permite soñar con un futuro económico, social y ambientalmente sostenible que contribuya a conservar el patrimonio natural del país y una vida en armonía con la naturaleza”, dice Lawrence J. Sacks, director de USAID Colombia.
Con foco en diferentes escalas y luego de cinco años de trabajo en las regiones, el programa generó resultados positivos en la conservación de la biodiversidad, integrando criterios sociales, económicos, culturales y ambientales en el desarrollo de corredores ecológicos.
La riqueza natural es posible a través de la implementación de tecnologías innovadoras, el empoderamiento de mujeres y jóvenes, y la superación de dinámicas sociales complejas a través del diálogo y la confianza entre todos los actores. El Programa sienta las bases para desarrollar futuras políticas para mejorar la gestión y gobernanza de los recursos naturales, al tiempo que contribuye al desarrollo autónomo de las comunidades locales que administran sus territorios y brindan apoyo a un sector privado comprometido con la preservación de la Biodiversidad y las culturas únicas de Colombia.
Conectividad ecológica y social en las comunidades
Bajo un enfoque de tres objetivos, el programa Riqueza Natural incrementó las áreas de conservación, desarrolló estrategias productivas sostenibles y fortaleció la gobernanza ambiental nacional y regional en estas áreas del territorio colombiano.
Para lograrlo, se implementaron diversos enfoques y soluciones innovadoras, que Cabo de la Mano llevó a cabo con 16.283 beneficiarios, entre comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, jóvenes, mujeres, sector privado y entidades públicas.
En general, el enfoque técnico de la Riqueza Natural fortaleció la conectividad ecológica de las áreas para conservar el capital natural que sustenta los medios de vida, mejorar el bienestar de las comunidades y reducir las amenazas a los ecosistemas y especies.
“La lógica no era un programa de conservación tradicional, entonces solo crear áreas protegidas, y dejar las cosas tranquilas para que no se dañen, sino pensar la conservación desde un enfoque innovador, donde se incluyan las comunidades pero también se incluyan otros actores, tales como el sector y la empresa privada”, agrega Ximena García, Asesora de Biodiversidad de la Oficina de Medio Ambiente de USAID Colombia.
Wealth Natural ha logrado resultados clave que incluyen más de 3,6 millones de hectáreas –del mismo tamaño que el departamento de Nariño– bajo un manejo mejorado de los recursos naturales. Esto se logra a través de prácticas agrícolas y ambientales mejoradas, actividades para restaurar ecosistemas, metodologías de planificación del uso de la tierra y trabajo con agricultores, empresas privadas y autoridades ambientales regionales.
Adicionalmente, el Programa apoyó a Parques Nacionales Naturales de Colombia y actores de la sociedad civil para declarar 500.000 hectáreas bajo protección legal, incluyendo áreas protegidas públicas y Reservas Naturales de la Sociedad Civil. El programa también facilitó la sostenibilidad financiera de las áreas protegidas a través de 14 acuerdos ambientales regulados, vinculando fondos del sector privado a gran escala (por ejemplo, el sector de petróleo, gas e infraestructura) con fines de restauración, conservación y desarrollo sostenible.
“Nuestro equipo no busca conservar el suelo, sino que trabaja de manera interinstitucional para tener un mejor ordenamiento territorial, además de empoderar a la comunidad para que tenga el nombre del medio ambiente y pueda planificar el territorio sobre el terreno, como así como conservar áreas estratégicas en estas regiones.”, asegura Ricardo Sánchez, director del Programa Riqueza Natural de USAID.
Sector privado
El sector privado jugó un papel crucial en la conservación de los ecosistemas a través de la promoción de prácticas ambientales y agrícolas y la implementación del impuesto al carbono en Colombia. Entre los resultados significativos, Wealth Natural apoyó a las comunidades locales en la venta de alrededor de USD 700.000 de productos con criterios de conservación de la biodiversidad. Además, el Programa facilitó USD 6,5 millones en inversiones de actores del sector privado, incluidos Colanta y Nestlé (lácteos), Nutresa (cacao), Federación de Cafeteros de Colombia (café) y la aerolínea LATAM (bonos de carbono), entre otros.
El Programa promovió oportunidades de nicho de negocio a través del desarrollo de productos forestales en los bosques que valoran y conservan la biodiversidad. Estos productos incluyen miel de abejas nativas para comercios y restaurantes, aceite de copaiba para uso en el sector cosmético y artesanías elaboradas a partir de palmas nativas. Como resultado significativo, Natural Riches facilitó amplias asociaciones con el sector de la gastronomía, lo que se tradujo en 27 acuerdos comerciales entre agricultores que conservan la biodiversidad y restaurantes como Harry Sasson, Crepes & Waffles y Celele.
El Programa desarrolló productos especializados bajo un enfoque de cadena de valor, que resultó en Chips de Ñami y Carne Verde del Orinoco. La transformación del nombre producido de forma sostenible para conservar los bosques secos tropicales dio como resultado chips con el nombre vendidos en los supermercados de las principales ciudades de Colombia. Asimismo, Orinoco Green Beef, marca creada en el marco del Programa con la Cámara de Comercio de Casanare y Agricultores que crea de manera sustentable y conserva las sabanas inundables, ahora cuenta con una tienda en Bogotá que vende carne a restaurantes, escuelas y grandes superficies.
Turismo de Naturaleza
Riqueza Natural desarrolló una estrategia de turismo natural como una ruta para lograr esfuerzos de conservación duraderos y ofrecer alternativas económicas a las comunidades rurales. Entre las actividades de turismo natural que implementó y fortaleció el Programa están: avistamiento de jaguares y safaris en la Orinoquía, con el objetivo de restaurar los arrecifes de coral en San Andrés y Providencia afectados por el huracán Iota, actividades de turismo de aves para personas y servicios turísticos ofrecidos por los pueblos indígenas para conservar el bosque de transición de la Orinoquía. Paralelamente, Riqueza Natural colabora con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en la elaboración y publicación del primer Manual para Guías de Turismo Natural,
Fortalecimiento institucional regional
El Programa desarrolló la Estructura Ecológica Principal como una herramienta de planificación del uso del suelo para la toma de decisiones a nivel regional. Tanto el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible como las Corporaciones Ambientales Regionales utilizan la Estructura Ecológica Principal para mejorar la gestión de los recursos naturales y el bienestar humano. El Programa brinda apoyo en gobernanza ambiental al Instituto Humboldt y al IDEAM a través del fortalecimiento del monitoreo de la biodiversidad y cambios de uso de suelo en los paisajes de intervención.
Protegiendo ecosistemas y culturas milenarias Los pueblos indígenas participarán activamente en la protección de los ecosistemas, mejorando su capacidad de autogobierno, promoviendo diálogos interculturales y desarrollando un programa de liderazgo para jóvenes. Wealth Natural desarrolló alianzas con comunidades indígenas en las regiones del Caribe y la Orinoquía de Colombia, trabajando con grupos étnicos que generalmente no están incluidos en los programas de desarrollo, como el Pueblo Yukpa en la región de Perijá, las comunidades de Caño Mochuelo en Casanare y los Pueblos indígenas Sáliba y Piapoco en la zona de transición Amazonia-Orinoquía. Este trabajo ha resultado en esquemas de conservación innovadores, tales como Territorios y Áreas Conservadas por Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (TICCA) reconocidos internacionalmente, y empresas productivas que conservan la biodiversidad