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3 de octubre de 2022(Investigaciones económicas Bancolombia).- Venezuela solía ser un mercado natural para los productos colombianos. Sin embargo, por razones políticas las relaciones con el vecino país fueron limitándose de forma creciente, al punto que se cerró la frontera y se redujo sustancialmente el intercambio de bienes y servicios.
Por lo anterior, la reanudación de relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países representa una gran oportunidad para los empresarios colombianos. Vale la pena recordar que en 2007 este mercado absorbió el17.4% de las exportaciones colombianas, y hoy representa menos del 1%.
En un escenario base, estimamos que las ventas de productos locales a Venezuela aumenten desde USD330millones en 2021 hastaUSD1.000 millones el próximo. Las mayores oportunidades están en productos que en el pasado no consiguieron sustituir la demanda venezolana en otros destinos. Entre ellos están los textiles y las confecciones, el cuero, los vehículos y el papel. También hay posibilidades en rubros exportadores que han diversificado sus destinos de exportación, como los alimentos y bebidas, productos químicos y maquinaria.
Vale la pena destacar que reactivar el comercio no solo depende de la voluntad política, sino también de gestionar las múltiples restricciones operativas que ya se han empezado a manifestar. También será esencial la realidad económica de Venezuela, ya que su economía es hoy apenas un cuarto de lo que era hace una década. Afortunadamente en los últimos meses esta ha dado algunas señales de estabilización.
En ese sentido, y reconociendo que será un proceso de largo aliento, en este reporte presentamos las oportunidades y los retos que para Colombia supone este nuevo capítulo en la interacción entre los dos países.
Venezuela ha sido un destino natural para los bienes y servicios producidos en Colombia. Esto se debe a la cercanía geográfica, las similitudes en aspectos de tipo cultural y la complementariedad que tenían las estructuras productivas. Sin embargo, de acuerdo con las cifras históricas, solo hasta 1991 se empezaron a potenciar las relaciones comerciales. El mejor momento de ellas fue entre 2007 y 2009. Es así como en 2008 las exportaciones a Venezuela registraron una cifra histórica. Ese año se vendieron al país vecino cerca de 2.3 millones de toneladas de mercancías por un valor de USD6.070 millones FOB.
En el pasado la dinámica de las exportaciones hacia Venezuela tuvo un alto grado de asociación con el ciclo económico. Por ejemplo, un buen desempeño durante de la década de los setenta permitió dinamizar las ventas externas de Colombia durante ese periodo. Sin embargo, en los ochenta se presentó una disminución en el crecimiento de las exportaciones, en medio de lo que se conoció como la década perdida de América Latina. En los noventa tanto las exportaciones totales como aquellas destinadas a Venezuela volvieron a repuntar. En ese momento los buenos resultados reflejaron la política de apertura económica y las reformas orientadas a la internacionalización. A comienzos de este siglo un auge petrolero le permitió a los dos países incrementar el flujo comercial. Posteriormente, desde 2008 las tensiones diplomáticas afectaron negativamente los intercambios comerciales.
El comportamiento de las importaciones de origen venezolano en los últimos 30 años pone de manifiesto los elementos que hemos mencionado antes. Por un lado, están los efectos de la crisis diplomática con sus respectivas medidas, como cierre de fronteras y restricciones al comercio exterior. Por otro lado, está la caída vertiginosa de la economía venezolana, junto con su tejido productivo. Esta está empezando a mostrar algunas señales de mejora, pero recuperar el terreno que perdió tomará décadas.
El comercio bilateral entre ambos países tuvo su mejor momento entre 2006 y 2009. En particular, 2008 fue el año con el mejor resultado, registrando una cifra histórica de USD7.268 millones en el intercambio comercial total. Como se aprecia en la gráfica inferior, en esta relación Colombia ha mostrado sostenidamente una situación de superávit, la cual debería acentuarse en esta nueva fase de restablecimiento de las relaciones binacionales
Una reactivación de la economía de Venezuela representaría una oportunidad para Colombia. Vale la pena recordar que, durante el mejor momento de las relaciones binacionales, las exportaciones colombianas hacia Venezuela eran equivalentes al 2,3% del PIB venezolano. Esta cifra bajó hasta el 0,5% el año anterior.
De acuerdo con nuestras estimaciones, para 2022 las exportaciones al vecino país podrían alcanzar los USD716 millones, es decir cerca del 1% del PIB venezolano. El próximo año, asumiendo la normalización de las relaciones comerciales y un repunte en la participación de las exportaciones a PIB a cerca del 1,4%, las ventas a Venezuela podrían llegar a USD1.076 millones FOB. En un escenario optimista, con un mayor crecimiento de la economía venezolana y asumiendo una participación del 2,3% de los productos colombianos, las exportaciones podrían sumar USD1.800 millones.
Entre los factores tanto positivos como negativos que puede condicionar este resultado se destacan:
-Cercanía geográfica
-Posibilidad de ofrecer bienes que el aparato productivo venezolano no puede generar
-Estabilización de la inflación venezolana gracias al proceso de dolarización, que además hace competitivos los bienes colombianos
-Coyuntura de altos precios del petróleo
-Restablecimiento de la confianza entre autoridades y empresarios
-Baja capacidad adquisitiva de la población venezolana
-Dificultades logísticas y operativas
–Deudas históricas pendientes y negociación de medios y garantías de pago
Bajo los escenarios planteados, identificamos la oportunidad de potencializar la canasta exportadora con destino hacia el país vecino. Hay que tener en cuenta que en este momento la oferta a Venezuela está concentrada en bienes básicos. Por lo tanto, una recuperación de la capacidad de compra en el país vecino sería favorable para los bienes semidurablesy durables fabricados en Colombia, tales como ropa y textiles y automotores. En el mejor momento de las relaciones comerciales (2007 y 2008), Venezuela tenía una participación cercana al 20% como destino de las exportaciones de alimentos y bebidas colombianas. Pese al deterioro del mercado venezolano a partir de 2009, los niveles de las ventas externas de productos alimenticios han presentado un crecimiento. Este se debe, en gran medida, a los esfuerzos de los empresarios del sector para diversificar los destinos, consolidándose en nuevos mercados como Estados Unidos, la Unión Europea y Centroamérica.