En noviembre la inflación llegó a 12,53%, la más alta en 23 años
5 de diciembre de 2022La inflación cerrará el año con una tasa del 12,5%: BBVA Research
5 de diciembre de 2022(Investigaciones económicas Bancolombia).- El DANE reportó que el índice de precios al consumidor presentó una variación mensual de 0,77% en noviembre. Tal registro fue 9 pb superior a nuestra expectativa de inicio de mes (0,68%) y 23 pb al promedio de los analistas encuestados por el BanRep(0,54%), resultado de una aceleración más acentuada en la canasta de alimentos, bienes y algunos servicios. Así pues, la inflación mensual fue equivalente a 3,78 veces su promedio histórico de los meses de noviembre de los últimos 21 años.
Tal y como lo anticiparon nuestras estimaciones a partir de las cifras de SIPSA y Servipunto, la inflación mensual de alimentos mostró una aceleración entre octubre y noviembre. En particular, los alimentos para consumo dentro del hogar registraron una variación mensual de 1,5%, superior a nuestra expectativa (1,3%), tal que fue 9,37 veces superior al promedio del mes desde 2016. El mayor avance en los procesados, a pesar de las correcciones de algunos perecederos, explicó el movimiento.
Ahora bien, la inflación del rubro básico fue de 0,54%, 6 pb inferior a nuestra estimación. Esto fue consecuencia de una corrección superior a la prevista en las tarifas de electricidad y alcantarillado, consultas médicas con especialistas, y en los precios de cigarrillos y equipos de cómputo.
Con esto, la inflación 12 meses se aceleró hasta 12,53%. La inflación anual de la mayoría de los componentes de gasto se aceleró, donde el rubro sin alimentos ni regulados sigue siendo afectado por la indexación y la depreciación.
Alimentos (1,5% mensual):la aceleración en los procesados y la menor incidencia en las correcciones de los precios de los perecederos explicó el avance de la inflación mensual de la canasta de alimentos. En efecto, durante el mes de análisis se registraron incrementos mensuales en los procesados más consumidos por los colombianos tales como la carne de res (+0,59%), de aves (+0,27%), de cerdo (+2,7%), de río y mar (+1,7%), la leche (+2,54%), el arroz (+3,55%) y el pan (+1,22%), principalmente. Dentro de estos alimentos, se desataca la aceleración que presentó el arroz por cuenta de la finalización de cosechas en el Meta y el Casanare, y de las carnes por cuenta de la mayor TRM.
Ahora bien, desde el lado de los perecederos, la dinámica fue mixta gracias a que la caída del precio de las frutas compensó el incremento de los otros productos. En particular, la variación mensual negativa del precio de las frutas frescas (-3,56%), principalmente del mango, de las moras (-5,63%) y las naranjas (-7,7%) amortiguaron los incrementos de la papa (+19,52%), los plátanos (+5,12%), huevos (+2,05%) y la zanahoria (+3,01%), principalmente. En este rubro se destaca el incremento de la papa a raíz de la finalización de cosechas en Antioquia, Boyacá y Nariño.
Ante este contexto, en términos anuales, el rubro de comidas dentro del hogar se mantuvo estable en 27%. Tal avance ha sido consistente con el ascenso anual de 40% del IPP que refleja la estructura de costos para los empresarios del sector, a raíz del impacto de la mayor TRM y los altos precios globales en los abonos, insecticidas y la comida para animales, sumado a la intensificación del fenómeno de la niña en el territorio nacional.
Bienes y servicios (0,59% mensual):a pesar de la celebración del Black Friday, la mayor TRM de los últimos meses y su transmisión a los precios al consumidor llevó a una aceleración de la variación mensual en el precio de los importados. Especialmente, el incremento mes a mes de las prendas de vestir (+0,58%), calzado (+0,48%), artículos de higiene corporal (0,87%), bebidas alcohólicas importadas (0,48%), vehículos (2,37%) y productos farmacéuticos (+0,83%), en especial de los antigripales, antibióticos y anticonceptivos explicaron la persistencia inflacionaria de la canasta de bienes. Así, es de esperar que dicha tendencia se mantenga en la medida que la tasa de cambio no evidencia grandes correcciones.
Por su parte, el transporte de pasajeros mostró un elevado crecimiento en sus precios. En esta oportunidad, si bien las tarifas de los servicios de transporte intermunicipal se redujeron entre octubre y noviembre, el ascenso mensual de 8,82% de los precios de los tiquetes aéreos y de 0,1% del transporte urbano explicaron el gran ascenso de la canasta.
Asimismo, este mes se prolongó la desaceleración del incremento en las tarifas de arrendamiento gracias a la alta incertidumbre sobre la magnitud de la inflación de cierre de este año, la evolución de la TRM y el incremento del salario mínimo, variables clave en la definición de estas tarifas. Específicamente, el aumento mensual tanto del arriendo efectivo como el imputado pasaron de 0,24% y 0,22% en octubre a 0,19% y 0,17% en noviembre. Al respecto, esperamos que a partir de diciembre y durante 1T23 se presente una aceleración de estos rubros cuando el nivel de la inflación al cierre de año y la decisión del SMMLV se conozca y se transfiera con más claridad a las tarifas.
Regulados (0,37% mensual):la regulación de las tarifas de electricidad por parte del Estado se hizo palpable este mes, tal que junto al alcantarillado fueron los únicos servicios cuyos precios corrigieron. En concreto, la resolución 101027 de la CREG permitió que en noviembre los hogares colombianos evidenciaran una caída promedio de 1,1% en la tarifa de sus facturas de electricidad, lo que representó la primera disminución en diecisiete meses. No obstante, el descenso no fue mayor al anunciado por el Estado, lo que implica que en los próximos meses se observarían nuevas reducciones en las tarifas del servicio.
Por su parte, durante este mes, los precios del servicio de gas volvieron a mostrar un crecimiento de alrededor de 2%. Esto se explicaría por la volatilidad del mecanismo de opción tarifaria, que había vuelto a aplicar para estratos 1 y 2 en octubre, pero las presiones generales en costos y en particular de la mayor tasa de cambio sobre los precios de la distribución habrían llevado a las empresas del sector a limitar su aplicabilidad en noviembre.
Entre tanto, se observó un ligero incremento del precio del acueducto a raíz de su política de indexación después de que la inflación anual acumulara 3 ppmás. Es necesario resaltar que esta política se da por ciudades, por lo que el traspaso se da de manera heterogénea (dependiendo de la inflación total de cada ciudad y su acumulación de 3 pp), donde el avance nacional de 0,1% explicaría que solo unas pocas ciudades acumularon dicho porcentaje.
Finalmente, el incremento de $200 del galón de gasolina corriente y la mayor tasa de cambio llevaron a un avance de 2,8% mensual en el precio de combustibles, siendo la gasolina extra la de mayor aumento.
Este resultado fue acorde a nuestra más reciente actualización de proyecciones en la Guía Bancolombia 2023 (ver más detalle aquí), donde para 2022 prevemos una inflación de cierre de año cercano a 12,6%. Para el último mes, los determinantes de los precios seguirán sesgados al alza. En particular, destacamos las presiones asociadas a la depreciación del peso, el ajuste en los precios de los combustibles y la agudización del fenómeno de La Niña. Todo ello llevaría a que el máximo nivel de inflación para Colombia en este ciclo ocurra entre el 4T22 y el 1T23.
Para 2023, en alimentos, anticipamos correcciones a partir del 2T23, una vez las condiciones climáticas se normalicen. Como se aprecia en la gráfica 22, consideramos que en 2023 este rubro dejaría atrás el protagonismo que ha tenido en el ciclo inflacionario reciente. Además, no solo una expectativa de menores lluvias, también los costos externos podrían estabilizarse gracias al ajuste que han tenido los precios internacionales de los bienes básicos y la reducción de los fletes. A esto se añadiría el subsidio a los fertilizantes por parte del Gobierno.
Por su parte, la variación del IPC de regulados seguiría alta. Esto sería consecuencia de los ajustes en el precio de la gasolina corriente y las presiones sobre los indicadores que inciden en la formulación de las tarifas de servicios públicos.A esto se sumarían incrementos ($200 mensuales) en los precios de los combustibles para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC).
Por su parte, el efecto indexación llevaría a que la inflación sin alimentos ni regulados se siga ubicando muy por encima del rango de tolerancia del Emisor. En concreto, el cierre de la inflación en 2022 por encima del 12% y el incremento del salario mínimo, sobre el cual mantenemos un supuesto de un valor en torno a 15%, generarían una presión alcista importante en este componente del IPC. Además, en los servicios el impacto sería más pronunciado por cuenta de la reversión de los alivios en impuestos indirectos (IVA completo a hotelería, turismo y pasajes aéreos; impoconsumoa comidas fuera del hogar, entre otras).
En cuanto a la inflación de bienes transables, vaticinamos en 2023 una transmisión más pronunciada de la depreciación ocurrida en los últimos meses. Esto, en la medida en que es previsible que las condiciones financieras internacionales mantengan el USDCOP en registros cercanos a los de las últimas semanas durante la mayor parte del 2023. Los productos más sensibles a este fenómeno serían los vehículos, los electrodomésticos, el vestuario y los productos de higiene y aseo personal.
Con todo lo anterior, anticipamos que la Junta del Emisor, a la que recientemente ingresó Olga Lucía Acosta, decidirá de forma dividida un incremento de 100 pb de la tasa repo en diciembre. Además, creemos que dada la persistencia de la alta inflación y sus expectativas, la Junta incrementaría nuevamente la tasa en enero para alcanzar el 12,5%, que consideramos sería el nivel de tasa terminal del ciclo.