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27 de octubre de 2022La variación del IPC para finales de septiembre fue de 11.4% y en octubre continúa al alza. Se sitúa por arriba de la inflación Meta del Banco de la República que oscila entre 3 y 4%. Brayan Rojas, director de Financial Risk Management de KPMG Colombia, explicó cómo la coyuntura actual, a nivel nacional y global, ha afectado a las monedas, e incluso, ha repercutido en la capacidad adquisitiva de las personas.
Según Rojas, la inflación no es más que la variación del precio de los productos de un país con respecto a un periodo de tiempo anterior; existen factores tanto internos como externos que afectan estos precios y todo comienza por las cadenas de producción. Si los precios internacionales suben, es más costoso para el productor adquirirlos. Por ende, si se quiere generar una rentabilidad con las ventas (que es el objetivo de cada vendedor), su precio final será mayor.
También entran en juego las políticas nacionales e internacionales, pues la coyuntura en Europa del este genera incertidumbres a nivel mundial lo que, al final, incrementa los precios de las materias primas. Finalmente, las decisiones en las políticas macro y microeconómicas se reflejan en estas variaciones de los precios.
Por un lado, las industrias que más se ven afectadas por la inflación son aquellas que no tienen el poder de controlar los precios como lo hacen los monopolios y las multinacionales. Aquellas que deben ir con el mercado y moverse respecto este cambie para no entrar en números negativos. A menudo estas industrias deben cambiar sus modelos operacionales, bajar costos, disminuir la eficiencia y acoplarse a los cambios para no quebrar.
También, el precio del dólar conflictúa con la evolución de la economía colombiana por una razón: las inversiones extranjeras. Estas son uno de los puntos clave al analizar una economía, pues muestran el nivel de interés que los inversionistas tienen para invertir y hacer crecer los niveles económicos de un país, lo que actualmente está en la mira, debido a una incertidumbre asociada a las políticas de gobierno actual, las cuales no permiten tener un panorama claro para ellos y sus inversiones. En palabras del experto,
“los costos de las importaciones y exportaciones son altos. El volumen de transacciones y el interés de inversión ha estado muy bajo por diferentes factores internacionales, lo que genera incertidumbre en los inversionistas que prefieren sacar su dinero a economías más estables y que generen más rentabilidad. Hay más dólares que están saliendo del país que los que están entrando, por eso está tan caro”.
Y es que en un panorama así es natural asustarse y pensar cómo resolver la inflación, bajarla y establecerla en un punto donde no cueste más producir que vender. Una de las ideas que mucha gente piensa es dolarizar la economía colombiana, pero esto es una medida extrema que ocurriría sólo en un caso de hiperinflación. Esto no es tan bueno ni tan fácil, pues según Rojas, “Tendrían que haber muchos cambios en las normas tributarias, financieras y políticas en el país. Se acabaría el banco central, perderíamos mucho poder de decisión en temas internacionales y nos demoraríamos bastante en completar esa transición.”
Si bien una inflación tan alta no es buena, niveles Meta como los del Banco de la República son necesarios, pues equilibran la economía a tal punto que los productores tendrían rentabilidad a un precio justo para los compradores. El 2023 será un año difícil en temas financieros y económicos, pero las crisis, según Rojas, son de corto plazo y se espera que en el 2024 haya una recuperación económica fuerte para Colombia.