
Inflación de junio añade preocupación al complejo panorama de precios
6 de julio de 2022
Claves para dar un mejor servicio al cliente y a los empleados
6 de julio de 2022(Investigaciones económicas Bancolombia).- El DANE reportó que el índice de precios al consumidor presentó una variación mensual de 0,51% en junio. Tal registro fue 4 pb superior a nuestra expectativa de 0,47%, ante la sorpresa alcista que exhibió el segmento de arrendamiento y servicios públicos. El resultado implicó una continuidad de registros de inflación mensual elevados para el estándar, ya que fue 5,21 veces superior al promedio que se ha observado en junio en los últimos seis años.
Tal y como lo anticiparon nuestras estimaciones a partir de las cifras de Servipunto, la moderación en el alza de los precios de los alimentos se consolidó el mes pasado. En particular, los alimentos para consumo dentro del hogar registraron una variación de 0,65% que, a pesar de ser el crecimiento mes a mes más bajo desde julio del año pasado, fue equivalente a 35,27 veces su promedio de la historia reciente.
Ahora bien, la mayor diferencia entre el cambio en el IPC total y nuestra estimación se presentó en la inflación básica. Como consecuencia del mayor incremento a lo esperado en los cobros por alojamiento y de los servicios públicos, la variación observada de 0,47% se ubicó 13 pb por encima de nuestra estimación base para dicho mes (0,34%).
Con todo esto, la inflación 12 meses se aceleró a 9,67%. Esto se dio en un contexto de aceleración anual de todos los componentes, donde en la inflación sin alimentos ni regulados -aquella en donde se mide mejor el efecto de la demanda sobre los precios- fue la de mayor aceleración, impulsada por el elevado consumo de los hogares.
Resultados por grupos
Alimentos (1,56% mensual): si bien esta categoría moderó su ritmo de avance reciente, tal comportamiento se explicó por la caída de los precios del 18% de la canasta. En efecto, se presentaron descensos mensuales pronunciados en las cotizaciones de la papa (-20%), el tomate (-13,5%) y la cebolla (-9.9%), plátanos (-5,4%) y bananos (-2%), principalmente. Dentro de los de mayor peso en la canasta del hogar y que evidenciaron leves correcciones se resaltan las frutas frescas (-0,6%) y los huevos (-0,3%).
Por el contrario, los cuatro principales productos de consumo de los hogares siguieron presionando al alza la categoría de alimentos. En efecto, el precio de la carne de res (+2,6%), de carne pollo, leche y arroz, que tuvieron un avance mensual promedio de 2,1%, no permitió que la corrección pudiera ser aún mayor. Por el lado de la carne de res y de pollo, los costos de los insumos aún se mantienen en niveles altos, y la mayor demanda por las fiestas explicó dicho comportamiento. Por su parte, la temporada invernal afectó los cultivos de arroz y azúcar, presionando los precios al consumidor. Finalmente, el elevado valor de la leche se ha dado en un contexto de mayores precios de los abonos y fertilizantes, sumado al incremento del sacrificio de ganado.
Con todo lo anterior, en términos anuales, el rubro de comidas dentro del hogar presentó una aceleración de 2 pp y se ubicó en 23,71%. En adelante, una menor presión de costos, evidenciada en el desempeño reciente del índice de precios al productor (IPP), podría permitir que se empiece a presentar una tendencia de moderación más consistente de este rubro de la inflación.
Bienes y servicios (0,36% mensual): los servicios de alojamiento y comidas fuera del hogar impulsaron esta categoría. Gracias a la temporada de vacaciones de los estudiantes, que estuvo acompañada de un mayor número de festivos en relación a mayo, estos dos segmentos aportaron 11 pb al resultado global. De hecho, en compañía con el rubro de arriendos que aportó 4 pb, estas tres ramas explicaron una tercera parte del crecimiento mensual de los precios en la economía.
En línea con lo que ha venido ocurriendo en los últimos meses, en algunos elementos de higiene personal y de aseo para el hogar se siguieron elevando los precios. Esto se vio con especial ímpetu en el jabón en barra, el detergente en polvo y el jabón para uso personal. Con esto, la división de gasto asociada a estos elementos alcanzó una inflación anual de 24,8%, un nivel notablemente superior a su promedio histórico desde 2016 (7%).
Por último y en línea con nuestra expectativa, la celebración del día sin IVA llevó a que los segmentos de prendas de vestir (-2,64%) y de información y comunicaciones (-0,24%) lideraran la desaceleración mensual. Estos dos segmentos aportaron -10 pb al comportamiento agregado, explicando casi en su totalidad el declive de esta canasta.
Regulados (0,76% mensual): los ajustes tarifarios en los servicios de electricidad, acueducto y gas fueron determinantes en el avance de este grupo y del resultado total. Estas categorías presentaron incrementos mensuales de 1,8%, 1,1% y 2,3% respectivamente, con lo que aportaron alrededor de 13 pb a la división de gasto de alojamiento, agua, electricidad y gas. En línea con lo manifestado en la rueda de prensa del DANE, estos incrementos obedecieron a la indexación por mayor tasa de cambio. A su vez, se observó un incremento del precio del combustible ante la tendencia de los distribuidores de acercarse al precio máximo legal en junio, antes de conocerse el nuevo referente de julio.
Implicaciones sobre nuestro pronóstico
El reciente resultado muestra que la corrección del avance de la canasta de alimentos se ha dado a paso acelerado. De hecho, esto llevó a que dejara de ser la canasta con mayor aporte al crecimiento mensual de los precios en el país después de doce meses. En este escenario, esperamos que la dinámica se prolongue en la medida que el registro de IPP deja entrever un entorno un poco menos desafiante para los productores. No obstante, prevemos que se dará de una manera gradual ante las condiciones climáticas, la poca oferta interna y los aún altos precios globales de los principales alimentos en la canasta.
En todo caso, en el corto plazo, seguimos previendo que en julio la variación 12 meses del IPC se incrementará. Esto gracias a las mayores presiones del componente de regulados ante los máximos de tasa de cambio y el efecto indexación, sumado al incremento oficial del precio de los combustibles y del gas para el mes. De cara al cierre de 2022, esperamos la inflación anual se ubique en 9,2%. Tal nivel estaría justificado por las presiones alcistas por el lado de la demanda y los ajustes en precios de los combustibles que adelantaría el Gobierno. Con esto, proyectamos que la tasa de política monetaria cerraría el año en 8,75%, tal como lo presentamos en nuestra más reciente actualización de proyecciones económicas.